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jueves, 10 de abril de 2025
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De Referéndum y Laicidad…

Diario EL PUEBLO digital
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Ingresamos en los últimos cuatro días para hacer propaganda de cara al referéndum que viviremos los uruguayos el próximo domingo.

Hasta las 12 de la noche del jueves se podrá propagandear.
Esto rige para medios de comunicación masiva o parlantes callejeros, por supuesto; después, diferentes dirigentes políticos y otras personas seguirán seguramente invitando a votar a una u otra opción a través de sus redes sociales, en las visitas a los domicilios, etc., etc.

Es bueno decir que hablar del referéndum se puede siempre, hasta ese mismo domingo incluso. Reiteramos: lo que debe cesar es la propaganda.
Pero pasa que a veces se confunde, y hay quienes creen y dicen que: «Durante la veda no se puede hablar de…». Poder se puede, es más, sería bueno que hasta último momento se informara, se difundiera conocimientos sobre una instancia más que relevante para el país.

Pero claro, es entendible, hay veces en que el límite entre informar y querer persuadir de una postura es tan pero tan difuso…Y muchas otras veces, se lo hace difuso a propósito, con segundas intenciones, ¿se entiende?

Es el caso, creemos, de lo que pasó días pasados en el Centro Regional de Profesores (CERP), cuando apareció una cartelera del hall de entrada con propaganda de una de las opciones que participará del referéndum.
«Es la cartelera gremial», «No tiene nada de malo que se use la cartelera para informar»…eran algunas de las justificaciones que se escucharon.
Sin embargo, en nuestro entender, se está violando la Constitución de la República, ni más ni menos.
Por un lado porque, por más gremial que sea la cartelera, no puede estar nunca por encima de la neutralidad política que debe tener toda institución educativa pública; en segundo lugar, la derogación o no de estos famosos 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración no nos parece un tema demasiado gremial que se diga (por lo que acabamos de decir seguramente se molestará más de un integrante de los sindicatos de la Educación, pero por suerte en este país todos somos libres de opinar); y además, por otra parte, entendemos que se viola la Constitución de la República porque en este caso no se está utilizando la cartelera para informar (seamos sinceros, muchachos), sino explícitamente para «invitar» a votar una de las opciones.

Si la intención fuese verdaderamente la de informar, hubiera sido saludable y hasta lógico, colocar imágenes de las dos papeletas, citar argumentos de los dos lados, transcribir algunos artículos y dar a conocer las interpretaciones (diferentes y opuestas) de más de un entendido en el tema, etc. etc.

Obsérvese que en líneas anteriores hablábamos de neutralidad política, no mencionamos el tan preciado principio vareliano de «Laicidad».
¿Por qué? Para no generar confusión con lo religioso.
Porque estrictamente en lo conceptual (laicidad es la cualidad de ser laico) Laico significa «Que es independiente de toda confesión religiosa». Buen tema también para analizar, ¿verdad? Más en estos días, en marzo, cuando muchos recuerdan a José Pedro Varela, de cuyo nacimiento este sábado 19 se cumplieron 177 años (19/3/1845 – 24/10/1879).

(Buen momento también -siempre lo es- para preguntarnos si nuestra Educación Pública Uruguaya sigue siendo tan laica, tan gratuita y tan obligatoria, como la pensó Varela).

Veamos…Mucha gente (también quien esto escribe) se molesta cuando hay docentes que inculcan ideas político-partidarias a sus alumnos. Evidentemente, entendemos que un docente no debería pararse frente a sus alumnos (porque es un referente para ellos) con una remera con la imagen de Batlle y Ordóñez o del Che Guevara…, ni colocar sobre el pupitre una matera o un termo con calcomanías que contengan esas imágenes. Pero… ¿Y cuando se para frente a la clase con un rosario colgado al cuello? ¿O con un crucifijo? ¿O con la imagen de Yemanjá en la remera? ¿Se presta atención a estas cosas? ¿No son también una forma de inculcar lo que la Constitución de la República dice que no se debe inculcar? Parece quedar muy claro que los uruguayos somos más susceptibles a reaccionar (justificando o cuestionando) ante lo político que ante lo religioso.
¿Será justamente porque pertenecemos a un Estado Laico? ¿Será porque la Política se nos cuela a cada momento en la vida cotidiana y la Religión no? ¿Será porque la Política se asocia más a nuestras necesidades materiales y la Religión a nuestras necesidades espirituales, y siempre somos más materialistas que espirituales?

En fin…Es bueno saber que en la Ley N° 18.437 de la Ley General de Educación se lee: Artículo 17 (De la laicidad).- El principio de laicidad asegurará el tratamiento integral y crítico de todos los temas en el ámbito de la educación pública, mediante el libre acceso a las fuentes de información y conocimiento que posibilite una toma de posición consciente de quien se educa. Se garantizará la pluralidad de opiniones y la confrontación racional y democrática de saberes y creencias.

Queda muy claro lo que decíamos anteriormente: siempre que se mantengan los límites, se puede hablar de todos los temas, tanto de religión como de política en la Educación, como se puede hablar de política durante una veda electoral. De lo contrario, por ejemplo, no se podría hablar de la existencia de Dios en una clase de Filosofía, o no se podría estudiar la Biblia en clase de Literatura de 5to. año liceal, como piden los programas elaborados por la ANEP.

Redondeando… ¿Podremos confiar en que estos últimos días la campaña para el referéndum será una «campaña limpia»? ¿Podremos confiar que a partir del jueves de noche se va a respetar la veda? ¿Será mucha ingenuidad de nuestra parte confiar en que se haga una campaña que hable de los 135 artículos (a derogar o mantener) y no de otras cosas que nada tienen que ver?

Sobran ejemplos, de ambos lados, de esas cosas que se pretende ingresar a la discusión y que no son ciertas, o al menos están completamente descontextualizadas y mal explicadas.
Mencionemos solo dos: hay quienes dicen que si gana el SÍ, las calles se van a llenar inmediatamente de delincuentes liberados de las cárceles; hay quienes dicen que si gana el NO, continuará subiendo el precio de los huevos y el tomate hasta precios incalculables.

¿Votaremos el domingo con pleno conocimiento y plena conciencia? Ojalá…y ojalá estos cuatro días que restan, en todo sean para bien…Y ojalá que sea cual sea el resultado del referéndum, gane el país.

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