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Contrapunto: Vivienda

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En Salto, la situación habitacional refleja desafíos profundos en la coordinación entre los gobiernos nacional y departamental. Nelly Rodríguez, Directora de Vivienda de la Intendencia de Salto, lamenta la falta de fluidez en los vínculos entre ambas instituciones, afectando proyectos como el Plan Avanzar. Pese a esto, la Intendencia ha apoyado a familias mediante terrenos y cooperativas. Por otro lado, Augusto Bonet, exdirector de MEVIR, califica la política de vivienda como un fracaso, criticando la burocracia y las trabas políticas que impiden avanzar soluciones eficaces tanto a nivel local como nacional.


Nelly Rodríguez, Directora de Vivienda y Hábitat de la IdS

Nos hubiera gustado que el vínculo entre la Intendencia y el gobierno nacional hubiese sido más fluido

Nelly Rodríguez
Nelly Rodriguez

La vivienda es un derecho humano, pero tener acceso a ella es un largo camino espinoso para muchas familias. En el caso de Salto existe un listado de personas que buscan una solución habitacional que crece en cantidad de peticiones gobierno tras gobierno, “el casado casa quiere”, dice el dicho, y es así. Nuevas familias que se forman buscan no depender de nadie y eso lleva al crecimiento en la búsqueda de soluciones. Esta semana EL PUEBLO decidió encarar este tema sumamente complejo porque cada caso es un mundo aparte. Primeramente consultamos a Nelly Rodríguez, Directora del Departamento de Vivienda y Hábitat de la Intendencia de Salto, quien comenzó contándonos lo sucedido con el gobierno nacional en la búsqueda de regularizar asentamientos a través del Plan Avanzar.

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PLAN AVANZAR

“En el año 2022 –comenzó diciendo Rodríguez-, firmamos un convenio marco con el Ministerio de Vivienda, en donde ahí iban incluida varias políticas de vivienda. La principal fue el Plan Avanzar donde se estableció la intervención en La Amarilla y en La Esperanza, trabajándose en el acompañamiento pero sobre todo aportando los equipos técnicos de la Intendencia en lo que refiere a la parte de diagnóstico y relevamiento. Se ofreció también terrenos en la Chacra Municipal, cuando en aquel momento el equipo de MEVIR estaba a cargo del Plan Avanzar en Salto. Fuimos a recorrer los terrenos, pero llegado el momento no lo quisieron por no contar con todos los servicios, por ejemplo, saneamiento, que es algo bien importante”.

“Nosotros habíamos planteado conveniar el saneamiento entre OSE, Ministerio e Intendencia, algo en lo que se llegó a un acuerdo de palabra pero que nunca se llegó a firmar, por lo que nunca se llegó a concretar. Pasado eso, el Ministerio hizo a fin del año pasado un llamado a licitación para empresas que quisieran construir y que aportaran terrenos. Tengo entendido que hay empresas salteñas que fueron adjudicadas, pero en definitiva, todavía el Plan Avanzar no comenzó”.

“El Ministerio contrató ahora a un equipo que hiciera todo de nuevo el diagnóstico en La Esperanza para la parte del proyecto ejecutivo, con el que ya vamos haciendo cuatro relevamientos, así que se está en eso. Sobre La Amarilla, aún no está entregado el proyecto ejecutivo, y en La Esperanza tampoco pero al menos ya se está trabajando. De todas maneras, no hay ni comienzo de obras ni de fechas todavía, al menos que tengamos conocimiento”.

INTENDENCIA: TERRENOS Y COOPERATIVAS

“Dentro del plan de gobierno del Intendente Andrés Lima, estaba la entrega de tierras municipales a familias salteñas, que lo convertimos en un trabajo de cooperativas. Las familias necesitadas de soluciones habitacionales se conformaron en cooperativas, hicieron mediante escribano la personería jurídica. Después con toda la documentación se presentan a la Intendencia donde se abre un expediente, cada cooperativa pasa a tener su expediente y allí comienza el camino para lograr su terreno”.

“En ese camino, la Intendencia aporta todos los equipos técnicos, como arquitecto, constructor, capataz, trabajadoras sociales, psicóloga. Se trata de un acompañamiento integral que hacemos a las familias, porque estamos convencidos que la vivienda no es la única solución sino que tomamos a las familias de una manera integral”.

“Hemos entregado ya terrenos a más de cuarenta cooperativas en distintos procesos, algunas que ya se encuentran construyendo, otras viviendo, otras recién comenzando, pero como se trata de autoconstrucción se respetan los tiempos y la economía de cada familia”.

“Este año en particular, se está implementando el Programa de Canasta de Materiales que pudimos concretar con el Ministerio hará unos cuatro meses, por lo que familia que cuente con la documentación que pide el Ministerio tiene acceso a esta canasta. Lo mismo el Programa Lotes con Servicios, por el que la Intendencia brinda un terreno con servicios a la familia. Pero este programa aún no comenzó, se encuentra en proceso de clasificación de familias. Eso es lo que hemos trabajado y en lo que nos encontramos trabajando para dar soluciones habitacionales a los salteños”.

– ¿Cuántas soluciones habitacionales se habrían resuelto desde la Intendencia en este período?

– Hemos resuelto con el Plan Juntos, que es un socio bien importante para la Intendencia, con el que contribuimos con terrenos. Postulamos varias familias, de las cuales doce ya han logrado su solución habitacional a través del Plan Juntos e Intendencia. También en este Plan se encuentran otras instituciones como CAIF, INAU, MIDES. Después, hemos dado soluciones habitacionales en concreto en viviendas que se han entregado o recuperado porque estaban abandonadas y que eran de propiedad de la Intendencia, que han sido nuevamente adjudicadas a familias que realmente las necesitan. Así que como solución habitacional, si contamos a las cooperativas, tenemos a más de mil personas integrando cooperativas con las cuales trabajamos, junto a los casos puntuales que acabo de referir.

– En todos los gobiernos ha existido un listado de vecinos solicitando soluciones habitacionales. De seguir existiendo, ¿cuántos salteños estarían todavía solicitando una vivienda?

– Todos los días viene gente con un número de expediente de los años 2006, 2012, de diferentes años. Vamos a ese expediente y vemos que efectivamente la gente ha solicitado hace muchísimo tiempo una solución y todavía no han tenido respuesta. Salto tiene una situación crónica respecto a la necesidad de una vivienda, recuerdo que en un momento llegó a haber 3 mil solicitudes. En este período de Andrés Lima en que se trabajó y habló de los terrenos municipales que se iban a entregar, llegamos a pasar esa cifra. Hoy no podría decir en qué está ese número porque muchas de esas solicitudes ya se le han dado respuesta, pero sigue siendo muy grande la cantidad de personas que recurren a la Intendencia buscando una solución. Es un tema de nunca acabar, porque los hijos se quieren independizar, empiezan a armar ranchos en el fondo de la vivienda de los padres, y a veces la convivencia se torna difícil, por lo que vienen acá buscando querer salir de ese espacio a través de otra solución. Como digo siempre, esa situación es bien compleja.

– La última palabra es suya.

– Desde la Intendencia trabajamos para todo aquel que ha venido, hemos recibido a todos pero no tenemos una respuesta favorable inmediata para todos porque la Intendencia no cuenta con viviendas desocupadas. Las situaciones son diversas y todas tienen naturalmente su urgencia y a veces uno se desespera por no poder brindar una solución inmediata, pero a todas les vamos buscando la vuelta. Nos hubiera gustado que el vínculo entre la Intendencia y el gobierno nacional hubiese sido más fluido, por lo menos que las respuestas fueran más rápidas. Sabemos que la gente de La Amarilla y de La Esperanza está con una ilusión tremenda y dos por tres los tenemos acá preguntando cuándo llegará la solución porque viven en condiciones muy precarias, eso nos hubiera gustado que fuera más rápido. No es verdad que la Intendencia negó terrenos, porque eso lo he escuchado por ahí, de que no empezó porque la Intendencia no les dio terrenos, eso no es verdad. Hemos ido a recorrer los terrenos de la Chacra, como ya comenté, y meses después nos dijeron que no lo iban a utilizar. Y como mensaje, decir que la gente no pierda las esperanzas, que tener una vivienda es en base a sacrificios. Quienes han venido acá, siempre les hemos dado respuesta, a veces no es la que esperan pero siempre buscando alguna solución posible o viable. 


Augusto Bonet, exdirector de MEVIR

Por problemas de burocracia, incapacidad o pequeñeces políticas, la política de vivienda en Salto en términos generales ha sido un fracaso

Augusto Bonet
Augusto Bonet

Augusto Bonet fue electo en setiembre de 2020 Edil por el Partido Nacional, y desde abril de 2022 hasta el mes de junio de este año, ocupó un cargo honorario en el Directorio de MEVIR (Movimiento de Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural). En el Contrapunto de esta semana dedicado al tema de acceso a la vivienda, EL PUEBLO decidió consultarlo para tener otra visión del tema. Bonet no dudó en afirmar que la política de vivienda en Salto ha sido un fracaso, adjudicándole la responsabilidad en ese fracaso tanto al gobierno departamental como al nacional.

– ¿Cómo vivió esa experiencia de formar parte del Directorio de MEVIR?

– Para quienes hacemos política, que justamente el objetivo es mejorar la vida de las personas, haber estado en MEVIR fue sumamente satisfactorio desde el punto de vista del trabajo. Para mí MEVIR junto con la educación pública y la salud pública y a alguna cosita más, son como las vacas sagradas de la política uruguaya. Son de esas cosas en que todos los partidos políticos se ponen de acuerdo en que son exitosas, y es por lejos la política pública en materia de vivienda más exitosa que tiene Uruguay. Por eso digo que para quien hace política poder estar en esos lugares donde se ve que las cosas se hacen, funcionan, la gente se emociona y agradece al plan más que a los políticos, y eso es bastante interesante, porque la gente que recibía la vivienda daba gracias al Plan y no al gobierno de turno, y eso termina siendo la política en estado más puro.

– Luego de esa experiencia de MEVIR en la zona rural, ¿se llegó a probar un plan implementado por la propia MEVIR dentro de la ciudad?

– Hay dos leyes, la de Presupuesto que habilitó que MEVIR estuviera presente en ciudades un poco más grandes. Por ejemplo, Bella Unión, Castillos, el Chuy, que antes no estaban habilitados. Y además, la Ley de Urgente Consideración habilitó a que MEVIR pudiera ejecutar fondos del Plan Avanzar, que se está implementando en muchos departamentos. Quien vaya a Bella Unión, Fray Bentos, Florida, Durazno, verá que se está ejecutando viviendas del Plan Avanzar con herramientas y recursos de MEVIR. Es importante destacar que MEVIR no sacó plata de la vivienda rural sino que se creó una caja nueva para Avanzar. 

– De todas maneras, sigue existiendo un déficit importante en el acceso a la vivienda en nuestro país.

– Sí, totalmente. En las ciudades y en el área rural, más allá que MEVIR tenga más de 60 años en funcionamiento, sigue habiendo déficit en materia de vivienda. Y en el tema urbano, más todavía porque no solo hay un déficit habitacional sino que también hay problemas de desarrollo de la vivienda. O sea, hacinamiento, informalidad, problemas sanitarios en los asentamientos. Así que es muchísimo más complejo el tema que solamente hablar de la vivienda, se trata de un tema urbano y social.

– ¿Cómo sería normalmente el procedimiento para que un sector de la población pudiera tener acceso al Plan MEVIR?

– MEVIR abre llamados cuando tiene una tierra en su propiedad, que puede ser adquirida o donada por la persona de una localidad o por ANEP o por AFE, que han donado varios terrenos a lo largo de este período. Entonces, cuando MEVIR tiene efectivamente el terreno, abre el llamado, donde hay determinadas condicionantes como el de ingresos máximos y mínimos, tener que residir en ese lugar por lo menos durante cinco años, porque no puede ser una persona que llega de otro lado. También están las opciones de construir en terreno propio, que es cuando alguien tiene una chacra y precisa una casa, se postula y MEVIR le financia la casa. Una vez que pasa eso, asistentes sociales visitan el lugar, hacen entrevistas, preseleccionan a la gente que cumplen con las condiciones del llamado y luego se efectúa el sorteo, que se hace o en el salón comunal de la localidad o se transmite a través de streaming para que las personas lo puedan ver, obviamente que todo bajo la supervisión de escribano público con todas las garantías. Una vez que se realiza el sorteo, se comienza la construcción de las casas donde las familias tienen que aportar una cierta cantidad de horas de trabajo. En eso se ha avanzado bastante en este período con algunos modelos de construcción que bajan la carga horaria de las personas, lo que permite que mujeres que están a cargo de su familia, que hay muchísimos casos de jefas de familia que acceden a la casa MEVIR, puedan tener más tiempo para dedicarse a su familia y menos tiempo en la obra. Y una vez que están finalizadas todas las casas, se procede a sortear qué casa le corresponde a cada familia, obviamente atendiendo a las necesidades de cada familia, porque si tenés una familia compuesta por seis personas no será lo mismo que una familia de dos personas. Ese sistema de autoconstrucción se hace para que cada familia cuando está construyendo piense que está construyendo su propia casa, no es que cada uno trabaja en su casa, todos trabajan en la casa de todos, y después que están prontas, se sortea. 

Ese proceso, dependiendo del plan, puede llevar de tres a nueve meses. Ejemplo, tres meses llevan las casas prefabricadas con las que se estuvieron haciendo planes pilotos en este período, y nueve meses una vivienda tradicional. Luego del sorteo, las familias pasan a vivir en esas casas, paga la cuota subsidiada por veinte años aproximadamente, y cuando la mayor cantidad de personas del plan ya terminaron de pagar la cuota se procede a escriturar la propiedad, quedando en pleno derecho de la casa como propietarios.

– Consultando ahora el dirigente del partido del gobierno nacional, ¿cómo ha visto en el departamento de Salto la política de vivienda, tanto lo realizado por el gobierno municipal como el nacional?

– Hasta este momento lo evalúo como fracaso, me refiero a los dos gobiernos, el nacional y el departamental. Si bien a nivel nacional éste ha sido el gobierno que más invirtió en política de vivienda desde el anterior gobierno del Partido Nacional que llevó adelante el Presidente Lacalle de Herrera con el Plan MEVIR que duplicó la cantidad de viviendas, en Salto por problemas de incapacidad política, burocracia, pequeñeces políticas o como quieran llamarle, la política de vivienda en términos generales del Estado ha sido totalmente deficitaria. Y digo en general del Estado porque el ciudadano que vive en un asentamiento no tiene que estar preso de discusiones entre el gobierno nacional y el departamental, si fulanito puso una cosa, si menganito puso la otra. El ciudadano ve al Estado como una unidad, como una cosa sola, que es como tendría que funcionar. Por eso digo que en términos generales, en Salto la política de vivienda fue un fracaso y creo que de cinco años hasta ahora, estamos peor de lo que estábamos antes por no ejecutar programas que se tendrían que haber ejecutado porque la plata está y que se tendrá que ejecutar en algún momento. También por incapacidad y diría que hasta con dolo en el sentido no del usado en los delitos sino que se ha hecho adrede la política que lleva adelante la Intendencia que es de informalidad y de generación de precariedad en la vivienda de una manera abierta. 

– La última palabra es suya.

– No hay que caer preso en la tirada de piedras de un lado y del otro, que la culpa es de fulano o que la culpa es de mengano cuando en realidad la culpa debe asumirla el Estado como un todo. Quienes estamos en política tenemos que trabajar para que de alguna forma las soluciones lleguen a la gente, no perder el tiempo en seguir tirando piedras. Si hay un fracaso en alguna materia, sea cual sea, el responsable será el Estado en general, después podremos ver si fue fulanito o menganito quien tiene más o menos culpa, pero quien falla es el Estado como país.

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