Días atrás hacíamos notar en estas columnas la vigencia y la importancia de la lectura de la letra en papel.
Hoy 15 de noviembre tenemos el orgullo de decir que consideramos que el aporte de EL PUEBLO en los últimos 62 años ha intentado ser determinante para fomentar la lectura de la letra escrita en papel.
Han pasado más de seis décadas desde que un grupo de cristianos, inspirados en la prédica de Mons. Camacho, de Mons. Viola y tantos mas, decidió crear y fomentar su propio medio de lectura y difusión de los valores cristianos.
En lo que nos corresponde creemos haber interpretado fielmente aquel eslogan de “la verdad, en la caridad”, aún cuando ésta tenga varias interpretaciones.
Es que la verdad es una sola, y por más que defenderla y expresarla siempre ha tenido y tendrá riesgos, de parte de quienes no quieren que se conozca en toda su crudeza, entendemos que “Verdad y Justicia” son valores innegociables.
Siempre hemos tratado de ser fieles a este concepto y así nos ha costado. En materia de opinión y de periodismo hemos conocido de todo. Desde los que se recuestan del lado que caliente el sol y jamás tendrán problemas, porque no sólo no asumen riesgos, sino que callan aspectos de la verdad o lo que es peor aún, sostienen versiones interesadas de “alguien” que se las trasmitió pero no se da a conocer o no acepta ninguna interrogante o controversia.
Próximo ya a cerrar nuestra etapa en estas columnas, creemos que podemos retirarnos a cuarteles de invierno con la conciencia tranquila, como se han ido y retirado todos los cristianos que hicieron realidad la iniciativa de contar con un medio cristiano.
Hemos cumplido y jamás cederemos a intereses económicos, políticos o de cualquier otra índole que intente encubrir o disimular algo que no sea verdad.
Porque la verdad siempre se impone y así hemos visto caer en estas décadas a verdaderos “paladines” del ocultamiento y el manejo de la realidad.
Hemos podido ver a tiempo, todo intento de disimular o de disfrazar la verdad, precisamente uno de los aspectos combatidos en esta iniciativa.
Siempre hemos antepuesto la verdad a cualquier otro aspecto y como segundo aspecto, nos interesó pelear por la justicia. Esto es ver que algo sea justo, además de verdadero.
En estos 62 años de aciertos y errores EL PUEBLO, sufrió un atentado (el único medio del Uruguay que fue blanco de un intento de incendio durante los años “negros”).
Sufrió un “boicot” económico (cuando se prohibió publicar en EL PUEBLO y se intentó “sancionar” a quien lo hiciera.
Por eso y aunque hoy vive otra época nos alegra que EL PUEBLO, siga vigente.
Alberto Rodríguez Díaz
