Por estos días se ha planteado nuevamente el caso del ex senador nacionalista Gustavo Penades, acusado de más de veinte delitos y encarcelado luego de celebrar un acuerdo abreviado con la justicia.
El tema viene al caso debido a que la defensa alega que el ex senador, no debiera estar en la cárcel, sino esperar el fallo definitivo de la Justicia en libertad, gozando de prisión domiciliaria.
Mucho nos tememos que aún haya prebendas en este tema, porque no conocemos a otros acusados por una veintena de delitos, graves como la violación, que se les haya concedido la prisión domiciliaria.
No ignoramos la jerarquía del acusado, como tampoco creemos desconocer sus derechos, lo que exigimos y no lo pedimos sólo en este caso, es que la ley sea pareja para todos.
En este caso la ley solo debe concentrarse en los hechos, si es que han existido (y varias testigos así parecen afirmarlo) e independientemente de la persona aplicarle lo que establecen las leyes.
Pero no sólo es el ex senador quien está acusado por estos hechos, si la ley fuera justa tendría que llegar hasta el fondo y todos los involucrados directa o indirectamente, deben ser responsabilizados, porque no creemos que esto se pueda concretar por parte de una sola persona.
No tenemos reparos en sostener nuestra convicción de que no existen impedimentos para la prisión domiciliaria, porque no creemos que su intención sea fugar o salir del país. Pero para ello la palabra la tiene el juez del caso y los atenuantes como edad, condición de salud y similar deben ser estrictas y para todos por igual.
Tenemos entendido que este sistema ampara a algunos reclusos, autores de ciertos delitos y no a otros.
Cuando se pide que la Justicia sea justa, estamos refiriéndonos entre otras cosas a esto, si finalmente la Justicia concede la libertad a prueba o la prisión domiciliaria, debe explicar en qué ley se basa y alguien debe hacerse responsable del reo.
No nos referimos a este caso, pero hubo reos que apenas les fuera concedido este beneficio, aprovecharon para fugar, poniéndose fuera del alcance de la ley, aunque así no fuera más que por un tiempo.
Cuando escribimos estas líneas ignorábamos el resultado de la nueva audiencia del ex senador, pero cualquiera fuera el resultado, no incidiría en nuestra opinión.
A.R.D.