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sábado, 10 de mayo de 2025
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No parece tan difícil

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Diario EL PUEBLO digital
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Cuando vemos encarnizadas discusiones entre oficialismo y oposición, nos queda la idea que lejos de razonar, de debatir las ideas, se está profundizando una grieta que a esta altura es torpe negar.
Es que basta que una idea o una afirmación parta de determinado sector para adoptar una posición adversa a la misma. Ni siquiera se analiza o se discuten las ideas de fondo.
La más evidente de esta situación es lo que está sucediendo con la Ley de Urgente Consideración o LUC. Ambos sectores se acusan de mentir. Se toman como ciertas verdades parciales. Se destacan los aspectos positivos y se ocultan aquellos que no los son tanto. Se elaboran hipótesis y se las trabaja como si fueran una realidad.
Sucede en todos los partidos y en todos los sectores.
Uno de los argumentos que más hemos oído en los últimos días ha sido que la oposición procura poner “palos en la rueda” al gobierno actual y con el rechazo a la ley, está tratando de impedir la acción gubernamental.
Antes que nada debemos decir que el derecho a reclamar un referéndum contra una ley la tiene toda la ciudadanía a poco de cumplir con ciertas exigencias. Por lo tanto el oficialismo debiera saber que podría plantearse esta situación, cuando aprobó la ley de referencia.
Si tratar de lograr la mayoría de las voluntades del pueblo uruguayo para derogar artículos de una ley (no toda la LUC se deroga), es poner palos en la rueda al gobierno, tendríamos que decir que los culpables fueron los constituyentes que establecieron este mecanismo.
No somos tontos. Que lo que promueve la oposición, es un freno o una limitación a la soberbia gubernamental de ignorar lo que puede estar pensando la oposición, lo sabemos y lo admitimos.
Que tiene derecho a pensar y tener ideas diferentes seguramente lo tiene. Si está bien o mal, es harina de otro costal.
Lo que no parece difícil es establecer controles y nos explicamos. Cuando se establecen mayores atribuciones a la policía, o incluso a algunos particulares como acaba de suceder, porque ni siquiera fueron presos los que apalearon a un joven por su “apariencia”, nos tememos que haya abusos. ¿Por qué no se admite que existe esta posibilidad y se anuncian los controles y los controladores correspondientes?
Para nosotros es el mejor elemento de convicción que puede aportarse para inclinar la balanza.
En tanto nos enfrasquemos en un debate que no tiene nada de racional, seguiremos estancados, el oficialismo en ignorar a la oposición y ésta en tratar de desbaratar total o parcialmente las intenciones de éste.
Así nos va.
A.R.D.

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