Desde luego que nos resulta paradójica la explicación surgida desde el Ministerio de Vivienda sobre la destitución del ahora ex Gerente General acusado de haber archivado una documentación en la que constaba una pérdida para el BHU de miles de millones de pesos.
La explicación del MVOTMA resulta un tanto insólita. Se sostiene que la población debe tranquilizarse porque la destitución no se hizo por haber archivado esta documentación, sino por motivos de eficiencia y responsabilidad en el trabajo.
No se trata de saber exactamente el motivo de la destitución, solamente nos mueve a sostener que sea cual fuere en este caso, no sabemos cuál es peor.
Sostener que fue expulsado por ineficiencia es por lo menos vergonzoso.
No nos sorprende que se haya producido esta situación porque es una de las consecuencias esperables del sistema político uruguayo, en el que se designan a los jerarcas de las instituciones oficiales no por su idoneidad para el cargo, sino sencillamente como “pago” por la militancia política.
Que nadie se haga ahora el distraído.
Una pérdida de alrededor de 400 millones de pesos no se puede descartar de plano.
En la construcción de viviendas esta cantidad de dinero puede hacer la diferencia.
Que alguien minimice como un detalle más, esta acción nos sorprende.
Que se sostenga muy a la ligera que se lo destituyó por “ineficiencia”, no es menos grave.
Algún día tendremos que asumir que esta es una de las consecuencias “normales” del sistema que hemos elegido y mantenemos vigente.
No interesa conocer la causa de la destitución.
Sencillamente se trata de asumir que el jerarca no era la persona indicada para el cargo.
Pero que nadie nos malentienda. La designación no se ha hecho por considerarse que era la persona más capaz, sino por considerar que era el que “más lo merecía”.
Cuando escuchamos a mucha gente lamentar que a “fulano” nunca le dieron nada (ningún cargo), a pesar de que su partido llegó al poder.
Sentimos un escozor y desde luego que la esperanza de llegar un día a vivir en un país donde se acceda a estos cargos por capacidad preparación y no por ” color” político, obviamente que se desvanece.
Siempre confiamos en el razonamiento y la honestidad de los uruguayos, pero no es por el camino actual que lograremos mejores resultados.
A.R.D.