Pasó el quinto mes del año, mayo, que fue muy importante en cuanto a recuerdos para la educación pública uruguaya. Fue un mes de aniversarios con números redondos, como suele decirse: 25 años y 15 años.
Estoy hablando de que cumplieron 25 y 15 años los Centros Regionales de Profesores (CERP) y el Plan Ceibal respectivamente.
Hace 15 años atrás, parecía una locura que cada niño del Uruguay tuviera una computadora propia. Y eso que parecía un disparate, eso que parecía absolutamente irrealizable para un país como el nuestro, se convirtió en una realidad, gracias a que hubo un gobierno que se la jugó firmemente, con un Presidente visionario en ese sentido, que fue el Dr. Tabaré Vázquez. Grandísima obra, que estoy de acuerdo que lleve su nombre, como se ha propuesto (también el actual Presidente de la República ha dicho que está de acuerdo).
¿Alguien puede dudar ahora, que fue una obra magnífica? Creo que nadie. Imagínese si no tuviéramos Plan Ceibal, ¿qué hubieran hecho nuestros gurises para realizar tareas virtuales y tener clases a distancia durante una pandemia que llegó sin dar tiempo a nada? Y eso fue apenas una muestra nomás de su importancia, de su valor; porque en verdad, fue una revolución total.
Por otro lado, hace 25 años, también parecía una locura crear institutos para formar profesores en el interior del país, y fue sin embargo una realidad, gracias a un gobierno que se la jugó por ello, encabezado por el Dr. Julio María Sanguinetti y, no podríamos dejarlo de lado, el Prof. Germán Rama. Brillante, en eso brillante, podrá haber tenido -y seguro tuvo- muchos errores en otras cosas, pero en eso, fue brillante.
Yo tengo miles de diferencias sobre algunos aspectos de funcionamiento de los CERPs, pero tengo que entender que el árbol no me puede tapar el bosque. Germán Rama fue quien se animó en aquel momento a llevar adelante una gran reforma educativa -no solo fue la creación de estos centros, por supuesto- que nadie había hecho antes (quizás tendríamos que remontarnos a tiempos de Varela para encontrar algo similar) y que tampoco nadie logró hacer después. Insisto: cosas negativas seguro que sí las tiene, pero esas cosas son árboles con los que no podemos tapar el bosque.
Lo mismo el Plan Ceibal: que a veces no funciona una computadora, que a veces se corta internet, que hay niños que hacen mal uso de esa herramienta… Bien, pero también esas cosas son solo árboles en medio de algo muchísimo más grande…
Sin embargo, cuánta gente criticó el Plan Ceibal y los CERPs, pero no con argumentos sólidos, sino que criticó solamente una u otra cosa, ¿sabe por qué?… Por política. Al Plan Ceibal lo creó un gobierno frenteamplista, a los CERPs los creó un gobierno colorado. ¿Y? ¿Qué tiene? ¿Acaso impide eso valorarlos debidamente a ambos? ¿Acaso eso impide decir que ambas cosas fueron buenísimas, y que a ambas cosas deberíamos aplaudir los uruguayos? Pero hay gente que lamentablemente solo valora, o evalúa, o juzga, según el color político de quien la hizo.
Insisto, ambas obras, que cumplieron un nuevo aniversario en mayo, son orgullo de este país. Como también es orgullo que las hayan hecho diferentes gobiernos. Porque eso es señal, primero, de que en este país los partidos se alternan naturalmente en el gobierno, y segundo, de que todos los gobiernos, sea cual sea su color, han hecho cosas importantes para que el país avanzara. Dejemos la politiquería de lado. Es algo que decimos siempre, cada lunes prácticamente lo decimos en esta columna, pero ahora se me ocurrió que teníamos dos ejemplos más, y muy claros, para mostar eso.
Por otra parte, ambas obras fueron continuadas exitosamente por los gobiernos siguientes. Es decir, las propias autoridades al más alto nivel supieron valorarlas. ¿Cómo no lo vamos a hacer nosotros?
Fíjese que más de dos millones de computadoras se entregaron en estos 15 años como parte del Plan Ceibal. Y sería imposible detallar la cantidad de escuelas, liceos, UTU, que empezaron a tener conectividad, o la cantidad de lectores que hoy tiene la Biblioteca Ceibal, por ejemplo, biblioteca digital con miles y miles de libros a los que de otra forma sería imposible acceder…
Y si hablamos de formación de profesores, vea usted que solo el CERP del litoral (el de aquí de Salto) tiene más de 1.500 egresados. Egresados que también recibían, si eran de otras localidades (y sigue siendo así) alimentación y alojamiento. ¿Qué le parece?
Y pensar que hay gente que no valora eso, solo porque lo hizo un gobierno colorado. Como hay gente que no valora el Plan Ceibal, solo porque lo hizo un gobierno frenteamplista. Qué mentes estrechas, se me ocurre decir (y perdonen si soy duro con esta calificación), pero creo que es de mentes muy estrechas, muy cerradas, solo valorar las cosas según el color del gobierno que las hizo.
Quiero agregar, porque hay que decir las cosas con claridad, que la mayoría de quienes se oponían a la creación de los Centros Regionales de Profesores hace 25 años, lo hacían solo porque veían que políticamente iba a perder fuerza el IPA (Instituto de Profesores Artigas, enclavado en Montevideo, claro), que era y sigue siendo un bastión de la izquierda, y de adoctrinamiento de la izquierda uruguaya.
¿O no es así? Sin embargo hoy, 25 años después, en los CERPs están trabajando muchísimos de aquellos que se oponían y digo de paso además, que también están tratando de convertir a los CERPs en bastiones de la izquierda. ¿O no hemos hablado miles de veces de que hasta se coloca cartelería política (aún político partidaria) allí adentro y a la vista de todos?
Pero no me quiero desviar demasiado del tema. Podremos discutir muchísimas cosas. Como por ejemplo que con el gobierno del Frente Amplio mejoró considerablemente el salario de los docentes, pero a la vez con ese mismo gobierno, a mi entender, el nivel, la calidad de la educación uruguaya cayó estrepitosamente, se vino abajo. Hay un montón de cosas que pueden ser discutibles, sobre las que se puede tener diferentes visiones, pero, para mí, lo que es indiscutible es que Plan Ceibal y CERP fueron dos grandes, pero grandísimas obras en la educación uruguaya, y así hay que valorarlas, sin importar qué partido las impulsó.
Contratapa por Jorge Pignataro
