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miércoles, agosto 20, 2025

“El reconocimiento de aquellos niños es la recompensa al trabajo hecho con dedicación.”

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Doctor Manuel María Barreiro – Pediatra (jubilado)

Durante treinta y siete años Manuel María Barreiro Maldonado fue uno de los pediatras en el Hospital Regional Salto primero honorario y después si, una vez recibido el título fue médico no solamente del nosocomio, en la medicina privada tuvo su lugar hasta el día que llegó su retiro. Se animó a recorrer también el interior del Departamento, dónde atendió a la familia mediante el sistema que implementaba la Intendencia de Salto con Salud Pública.

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“En los preparatorios como se le llamaba antes, me anoté en medicina y en cuanto a la pediatría surgió una vez que comencé la carrera y después el pos grado, me llamó el tema de la atención a los niños, entoces decidí esa carrera.

Los comienzos de la profesión fueron en Montevideo, me recibí en el año setenta y cinco, comencé a realizar el pos grado de pediatría, mientas ejercía medicina en un Pueblo del interior de Canelones, y en Montevideo las veces que era llamado.”

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La vuelta a Salto

Dos años más tarde el Dr Barreiro retornó a su ciudad natal. De allí en más comenzó con el ejercicio de la profesión intensificando su labor.

“En el setenta y siete fue cuando todo se intensificó; me vine a Salto y estaba en dos lugares a la vez, el Centro de asistencia Médica, y el Hospital Regional Salto.

Realizaba guardias en pediatría y ejercía como médico general.

En el Hospital comencé en forma honoraria donde quién estaba a Cargo era la Doctora Celeste Belzarena.

Estuve varios años hasta que me llegó el nombramiento, de ahí pase al Centro de Salud también además de los lugares que te mencioné.”

La medicina y los médicos en la década del setenta y ochenta iba más allá de la atención puntual sobre el niño; se generaba un vínculo muy estrecho con la familia, resaltó Barreiro.

“Eran otros tiempos, tal vez el ejercicio de la medicina no se hacía de manera tan mecánica.

La relación con el paciente era distinta, yo atendía muchos niños en el Hospital, después sus padres me llamaban a su casa y que los siguiera atendiendo. De este modo se establecía una relación médico-paciente; era lo más importante, lo mismo sucedía en la medicina privada.

Rescato mucho esa relación que existía en esas épocas muy distintas a lo actual.”

Reconocimiento en la vida misma

Once años después de su retiro, el doctor Barreiro es reconocido por las personas que lo recuerdan en el día a día.

“Hoy muchas son las personas que me paran en la calle y me dicen: ‘usted me atendió de niño!, Usted atendió a mi hijo!, Usted salvó la vida de mi niño!’.

Todos esos son comentarios que la gente me hace en la calle, eso emociona, deja una gran satisfacción por la labor realizada. Es bueno que la gente te recuerde bien. Muchos de esos niños ya son hombres y mujeres de bien en nuestra sociedad. Me alegra un montón el haberlos atendido y ayudado con su salud en ese momento. Pasa lo mismo con la docencia; son muchos los alumnos que después se reciben y reconocen los conocimientos recibidos y algunos concejos que nunca están de más.

En secundaria esos estudiantes que descubriendo la vocación gracias a lo que recibieron en las clases y hoy son médicos y ejercen con mucho profesionalismo.

En las labores que me asignaron, tanto en la medicina como en la docencia lo más importante siempre fue el vínculo con la gente.”

La experiencia en el Hospital Regional Salto

“Era un gran esfuerzo de horas y horas de dedicación, recuerdo las policlínicas con cuarenta niños por día, todos esperando para ser atendidos. Los médicos que recién comenzábamos íbamos derecho a las guardias; teníamos doble tarea, pero como nos gustaba no había problema.

En vacaciones pasamos la semana realizando guardia y quedábamos a la orden.”

El vínculo con el interior del departamento.

El SAYSS (Servicios asistenciales y sociales de Salto) era la herramienta para llegar a los centros poblados del interior.

Después de esos años honorarios en el Hospital, me trasladaron al Centro de Salud donde trabajaba con los controles de los niños, y las policlínicas del interior del departamento, ejemplo; Colonia 18 de Julio, Barrio Albisu, y algunas policlínicas en los barrios de la ciudad; Barrio Caballero, Mi Tío.

Entre el medico y el paciente se daba una relación mucho más estrecha, la gente afincada a su lugar ya nos tenía como referencia, incluso se daba la consulta sin estar en la Policlínica, apenas llegábamos a las localidades.”

Entre la familia y la profesión; horas de dedicación.

“Yo me recibí en el setenta y cinco, me jubilé en el dos mi doce, fueron treinta y siete años ejerciendo la medicina.

La familia siempre me acompañó, mi trabajo siempre fue en relación con las personas, tanto en la actividad médica como en lo personal, fueron años de mucho trabajo y mi familia tenían que aguantar muchas horas sin mi presencia. Me las arreglaba para poder dedicarle el tiempo a mis hijos apenas me libraba del trabajo. Después con la llegada de los nietos fui también haciendo mi tiempo para estar con ellos.”

Motivos de consultas en los ’70 y ’80

“No hay mucha diferencia con la actualidad, en esos años las infecciones respiratorias eran los mayores motivos de consulta, las neumonías, las infecciones bacterianas, como las virales eso en invierno. En el verano las infecciones digestivas; las diarreas.

Recuerdo que cuando hice la tesis fue elaborada justamente referida con la intolerancia a la lactosa.

Esos eran los grandes temas, parecidos a los de hoy pero claro, en estos tiempos han aparecido nuevas enfermedades.”

Sentimiento de haber cumplido

En el desenlace de esta entrevista el doctor Barreiro dejo muy claro el mensaje de gratitud con aquellos niños que fueron sus pacientes.

“Agradezco mucho a todos los que fueron mis pacientes, me llena de satisfacción encontrar gente conocida y agradecida.

Eso me hace sentir realizado.”

A los pediatras de hoy;

“Que ejerzan su profesión con sacrificio, con amor, eso es lo más importante, disfrutar de su descanso como merecen y ganado como lo tienen. Todo esto después les va a redituar

Todo le volverá con buenos gestos y agradecimientos. Como un gran regalo de la vida.”

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