Entre 2015 y 2019 Uruguay otorgó 60.885 residencias, la mayoría fue a personas de Venezuela, seguido de argentinos y brasileños. Muchos de los que llegan ahora vienen con familias enteras, varios pasan desde la frontera con Rivera a la capital del país. Ha sido un cambio, ya que en el país la mayoría de los migrantes hasta el momento provenían de Argentina, Brasil y España.
Los procesos migratorios se dan como consecuencia de decisiones políticas, económicas y sociales, el Estado está obligado a proteger y garantizar los derechos de todas las personas, sin importar el estatus migratorio o administrativo.

Migrar es un derecho, por lo que los estados deben garantizarlo. Es necesario la igualdad de trato y goce de derechos de las personas migrantes. Es un reto, lograr una verdadera integración sociocultural, basada en el respeto a la diversidad e identidad cultural; y dar protección integral a los grupos de migrantes en situación más vulnerable.
Las migraciones dan lugar a la interculturalidad social, donde varias culturas con diferentes identidades específicas, tienen el desafío de lograr la convivencia en condiciones de igualdad.
En Uruguay, en el marco de la Ley 18.250, el Decreto y la Resolución del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), tiene como objetivo garantizar el acceso de los migrantes al sistema educativo. Se busca promover la educación intercultural en los distintos centros educativos, tanto formales como no formales. También atender y asesorar a migrantes en temas educativos.
Aprender y enseñar el respeto hacia la cultura de los demás es imprescindible para una interculturalidad real y positiva. Los Derechos Humanos son tomados como base para estas acciones, buscando un dialogo horizontal.
El objetivo es aprender a convivir en armonía. Preservar la cultura con la que se ha venido, ya que forma parte de la identidad de la persona y lograr adquirir las del nuevo lugar de residencia.
Yendo al plano educativo en concreto, logrando acciones positivas, los alumnos estarán preparados para interactuar con diferentes culturas, y eso es un gran valor agregado en sus vidas.
Los docentes involucrados deberán lograr curriculas adaptadas a todos los alumnos, involucrando las diferentes culturas presentes en el aula. La educación intercultural, supone una valoración positiva de la diversidad y respeto por las personas. Cada ser humano es transmisor de su cultura, la cual se expresa como parte de su identidad.
Para promover la interculturalidad, el centro educativo debe estimular el respeto y valoración por el otro, cuyo objetivo es igualar las oportunidades de todos.
Para lograr aulas inclusivas interculturales, es necesario introducir estrategias en la dinámica del centro educativo. Siendo importante comenzar a trabajar la Educación Intercultural desde la etapa de Educación Inicial. Lograr implicar de forma activa de todo el profesorado en la elaboración y desarrollo de actividades que involucren las diversas culturas en un marco de respeto. Es necesario introducirlas en los programas de aula, para que sea un trabajo continuo y permanente. Así mismo como planificar acciones en las que involucren toda la comunidad educativa.
La importancia de atender el desafío que presenta la migración, se ha visto reflejada en la incorporación del Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 10.7 de la Agenda 2030 de UNESCO. Este objetivo busca, «Facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, entre otras cosas mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas». De esta manera, la migración pasa a formar parte del ámbito principal de las políticas de desarrollo mundial
Arq. Irene Barla Zunini. Diplomada en Innovación y Creatividad en Educación. Dipl. en Defensa Internacional de DDHH. Dipl. en Diseño de Políticas Públicas.