Diferentes personas vinculadas directamente con la actividad turística del departamento, conversaron ayer con EL PUEBLO para dejar sus primeras impresiones sobre las vacaciones que acaban de quedar atrás.
En general, hay coincidencia en que los niveles de ocupación fueron buenos, pero no así el trabajo de la gastronomía, rubro en el que había mejores expectativas.

BALANCE SATISFACTORIO
«La primera semana, que es cuando está la mitad de la gente de vacaciones, estuvo un poco flojo en general, con números inferiores a las medias históricas, pero con las perspectivas de que mejorara en la segunda semana», comenzó afirmando Carlos Beasley, integrante del Departamento de Turismo de la
Intendencia de Salto, para luego agregar que «el cambio sustancial fue, por ejemplo, en que las reservas, que antes de la pandemia se hacían hasta con dos meses de anticipación, empezaron a hacerse con un par de días de anticipación, y eso hacía que estuvieran un poco nerviosos los operadores; pero en definitiva terminamos esa semana con un fin de semana de alta o ocupación, con altos porcentajes de ocupación en Arapey, en Daymán y en el centro de la ciudad…Hubo una muy buena afluencia de público a Termas del Daymán, lo que se vio con las entradas vendidas, y también en el centro privado que hay allí en Daymán».
Sin embargo, «otra realidad ha sido la de los operadores gastronómicos», puntualizó Beasley, y explicó que en ese caso «no se han visto colmadas las expectativas, debido esto por supuesto a la situación económica en nuestro país y la baja en el poder adquisitivo. Eso hizo que la gente destinara sus recursos
más a alojamiento que a gastronomía y entretenimientos».
Pese a esto, concluyó que «en una evaluación primaria, podemos decir que el balance es satisfactorio».
TURISMO FRENTE AL ESPEJO
Además EL PUEBLO habló con Pablo Ferreira, integrante de la Comisión de Turismo del Centro Comercial y ex Presidente (renunció recientemente) de la Liga de Turismo de Arapey. Que la ocupación fue buena pero no se colmaron las expectativas en gastronomía, fue también lo primero que dijo. Y manifestó su convicción de que se necesita «un intercambio participativo que pueda generar la sinergia de cambio necesario, más allá de las disconformidades lógicas ante resultados adversos a los intereses del sector; o nos juntamos para proponer y ejecutar cosas diferentes o la brecha seguirá creciendo». Pero además, quiso compartir con los lectores de este diario estas líneas de reflexión sobre el tema, con el título Turismo frente al espejo:
«El producto termal tiene una propuesta consolidada, que le posibilita tener una oferta válida todo el año, pero que sabe de puntos altos en fechas puntuales: Carnaval, Semana Santa y vacaciones de invierno. Esta que culminó ha sido la primera luego de la pandemia con frontera abierta. Llegan ahora los tiempos de balances y evaluaciones, más que nada como forma de mirarnos en un espejo que inspire superar las imperfecciones y encontrar el modo de hacer las cosas de mejor manera. Más allá de datos, que suelen ser hasta previsibles, sobre todo porque al repetir procedimientos, es muy difícil obtener resultados diferentes. Condenados a situaciones coyunturales que puedan resultar favorables, en la búsqueda de compensaciones, beneficios, exoneraciones, si así no se interpretara que resulte. Pero sin definir un rumbo a mediano y largo plazo. Con el objetivo claro de superar inconvenientes, mejorar lo bueno, perfeccionar todo lo posible, apropiándose desde las ideas mismas del futuro pretendido para el sector, con el protagonismo imprescindible, sin derivar ni buscar culpables. No se visibiliza en los hechos este rubro, como movilizador, generador de riquezas genuinas y sobre todo de empleos en esta realidad tan adversa para nuestro departamento.
Una de las cosas más curiosas que están pasando en estos últimos tiempos es que parece que todo el mundo conoce y tiene exactamente detectado «el problema», y pasamos, hablando de él, dando muestras suficientes de conocerlo, de tener toda la información, todos los pros y todos los contras, los datos, las cifras…Una mareante cantidad de información que todo el mundo tiene perfectamente definida. Pero por desgracia se repite una y otra vez la misma situación.
Se aporta la visión para solucionar, desatascar o buscar vías para salir del problema. Sin embargo resulta que todo el mundo trabaja y piensa de una forma reactiva, tapando agujeros. De alguna forma el mensaje que llega es que ya lo solucionará alguien, ¿pero quién?
Hay que asociarse, porque solos somos débiles, dialogar, comprometerse, participar, organizarse, confrontar, opinar. Hacen falta propuestas reales, soluciones concretas alejadas de la utopía, ilusión y entusiasmo que contagie la alegría de hacer, y la suma de muchísimas individualidades preparadas, cada una para aportar miles de pequeñas soluciones a un evidente problema. La circulación de las ideas es el motor que puede dinamizar el sector, así como la sangre bombeada por el corazón recorre el cuerpo humano, dándole vida. Comenzar por sincerizar la información, alejarse de lo políticamente correcto, despojarse de prejuicios y no temer al éxito que puede ocasionar intentar hacer las cosas de otro modo».
