El 0-0 clásico no sólo le dejó a Peñarol el sabor amargo del resultado, sino también preocupación por dos de sus principales figuras, que terminaron maltrechas. En el caso de Facundo Torres, que estuvo en duda durante toda la semana por un esguince del tobillo izquierdo, salió a los 73’ sentido en el tobillo derecho. Según la sanidad mirasol, lo que sufrió fue “un traumatismo”. El parte médico también habla de traumatismo en el caso de Agustín Álvarez Martínez, aunque en su caso es de cráneo por la última jugada del partido en la que chocó la cabeza con Gonzalo Bergessio. Al delantero aurinegro se lo llevaron a la Asociación Española de Socorros Mutuos para someterlo a un estudio de imagen. “Perdió el conocimiento. Le hablé y estaba con el collarín puesto y preocupado porque no podía mover los brazos. Después ya los estaba moviendo y nos había reconocido. Los padres estaban llorando y muy nerviosos”, contó Ignacio Ruglio, presidente de Peñarol, a Radio Oriental.
