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miércoles, 12 de marzo de 2025
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¡Qué la historia sepa!

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Liliana Castro Automóviles
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Saladero 1 El Tanque 0

Porque nunca antes desde que la liguilla es liguilla en la «A» (1978), Saladero fue parte de ella. Nunca protagonista. Nunca como uno más.
En la década pasada orilló esa chance, pero no alcanzó. Y entonces se clavó esa espina, propia de una frustración.
Ayer a la noche, la historia fue otra.


O la nueva historia comenzó a saber de este Saladero del «Ale» Irigoyen metiéndose entre los cuatro mejores de la «A».
Compadrón Saladero, segundo en el Apertura, detrás de Ferro Carril y con 10 equipos por debajo.
Que la historia sepa que esa estocada del final, con influencia de Denis Ferreira en el acecho y Barreto para el autogol. Fue el 1 a 0. Fue el boleto en mano, para que el sur estallara sin dobleces. Sin rendirle cuentas a nadie.
Después en ese segundo tiempo, a veces asociado el bostezo, Saladero fue el de propuesta superior, por lo menos en la actitud del querer, aunque normalmente costó la resolución en medio de la medeja defensiva rival.
Una chance por Cavanna en los 30′ y la restante por José Píriz diez minutos después, mientras El Tanque no dejó de ser equipo de espera y con algún tibio mecanismo de contragolpe.
La verdad sea dicha: a El Tanque le costó más de la cuenta, más allá del impacto por Medina en el palo a los 16′ del primer tiempo, cuando despegó una saludable sintonía en el trámite, hasta ir apagando los dictados de ataque.
Empujó más de lo que jugó y solo de vez en cuando Roger Galeano pintó alguna inventiva desde su talento.
Con Irigoyen moviendo las piezas en la recta final. Acaso un atrevimiento superior, hasta alcanzar mayor autoridad. Mando y trazos de ofensiva, en un trámite que se fue partiendo, con espacios cada vez menos libres, hasta que Denis arrecia para sumarse en la escena del 1-0 definitivo.

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Marcha por la Vida - Viernes 28 de marzo, 19:15hs

Ayer a la noche, la historia fue otra.
El Saladero de esta primera vez. Es seguro que al sur más sur le costó conciliar el sueño.
Después de todo, ¿cuántos años soñando ese sueño?
Días. Meses. Décadas. Y seguro nomás que la historia fue otra. Seguro que lo fue.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-

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