Debido a la explotación extrema de los recursos naturales, sin atención alguna a la preservación que existe en muchos lugares del mundo, hoy algunos de estos recursos están en riesgo de agotarse.
Grandes extensiones de tierra fértil se han convertido en desiertos, debido a que el abuso y el mal uso del recurso, con exceso de agroquímicos, terminó por arruinarlo.
El mundo corre riesgo de enfrentar grandes dificultades para abastecer de alimentos, agua dulce y energía suficiente a los 7 mil millones de habitantes de hoy.
Lo que pocos saben es que en virtud de esta situación, las naciones ricas y poderosas han concebida una nueva forma de «apropiación» de estos bienes que aún subsisten en alguna medida en naciones del denominado tercer mundo.
En primer lugar, lo que ha estado más al alcance, ha sido África, debido a que muchos de estos pueblos y sus gobernantes siguen sumergidos en la mayor ignorancia en cuando a los intereses económicos y a la situación que se vive en el contexto de las naciones desarrolladas.
Precisamente los recursos naturales en estos países se han conservado debido a que no han sido explotados hasta el agotamiento y por lo general la explotación mayor ha sido y sigue siendo por parte de naciones extranjeras, que envían las materias primas a sus centrales, pero no han podido hacerlo hasta el extremo.
En otras palabras, esto se ha logrado a costillas de la pobreza de esos pueblos que siguen en la mayoría de los casos sumidos en necesidades humillantes que atentan contra toda concepción humanitaria.
Aún así algunos de ellos no han escapado a los desarreglos de las multinacionales del primer mundo que han explotado también allí los recursos, como lo hicieron antes en sus propias naciones y por lo tanto, el agua dulce, por ejemplo, hoy escasea, está contaminada o sencillamente ha desaparecido, dejando grandes extensiones desérticas.
Hoy Uruguay está enfocando este tema y él tiene mucho camino para recorrer. La ley de suelos, que obligará a cada propietario de más de 2 mil hectáreas a presentar un estudio y un plan de explotación a ser aprobado para el uso del recurso es una medida oportuna.
En otra área, todavía existen grandes déficit. Uno de ellos, es el desperdicio del agua dulce que existe en nuestro país. El agua de lluvia tan deseada en otras latitudes aquí cae y escurre libremente hacia el mar, sin que se haya hecho absolutamente nada para almacenarla o aprovechar mejor.
La política agropecuaria está apuntando en este sentido y seguramente que está en la senda apropiada.
Debido a la explotación extrema de los recursos naturales, sin atención alguna a la preservación que existe en muchos lugares del mundo, hoy algunos de estos recursos están en riesgo de agotarse.
Grandes extensiones de tierra fértil se han convertido en desiertos, debido a que el abuso y el mal uso del recurso, con exceso de agroquímicos, terminó por arruinarlo.
El mundo corre riesgo de enfrentar grandes dificultades para abastecer de alimentos, agua dulce y energía suficiente a los 7 mil millones de habitantes de hoy.
- espacio publicitario -![ASISPER]()
Lo que pocos saben es que en virtud de esta situación, las naciones ricas y poderosas han concebida una nueva forma de «apropiación» de estos bienes que aún subsisten en alguna medida en naciones del denominado tercer mundo.
En primer lugar, lo que ha estado más al alcance, ha sido África, debido a que muchos de estos pueblos y sus gobernantes siguen sumergidos en la mayor ignorancia en cuando a los intereses económicos y a la situación que se vive en el contexto de las naciones desarrolladas.
- espacio publicitario -![UNICEF]()
Precisamente los recursos naturales en estos países se han conservado debido a que no han sido explotados hasta el agotamiento y por lo general la explotación mayor ha sido y sigue siendo por parte de naciones extranjeras, que envían las materias primas a sus centrales, pero no han podido hacerlo hasta el extremo.
En otras palabras, esto se ha logrado a costillas de la pobreza de esos pueblos que siguen en la mayoría de los casos sumidos en necesidades humillantes que atentan contra toda concepción humanitaria.
Aún así algunos de ellos no han escapado a los desarreglos de las multinacionales del primer mundo que han explotado también allí los recursos, como lo hicieron antes en sus propias naciones y por lo tanto, el agua dulce, por ejemplo, hoy escasea, está contaminada o sencillamente ha desaparecido, dejando grandes extensiones desérticas.
Hoy Uruguay está enfocando este tema y él tiene mucho camino para recorrer. La ley de suelos, que obligará a cada propietario de más de 2 mil hectáreas a presentar un estudio y un plan de explotación a ser aprobado para el uso del recurso es una medida oportuna.
En otra área, todavía existen grandes déficit. Uno de ellos, es el desperdicio del agua dulce que existe en nuestro país. El agua de lluvia tan deseada en otras latitudes aquí cae y escurre libremente hacia el mar, sin que se haya hecho absolutamente nada para almacenarla o aprovechar mejor.
La política agropecuaria está apuntando en este sentido y seguramente que está en la senda apropiada.
- espacio publicitario -![Bloom]()