¿Cuán seguros estamos cuando circulamos por las veredas? Salomón nos relata su experiencia vivida en Ecuador
A raíz de un dolorosísimo hecho que se vivió en nuestra ciudad días atrás donde una pequeña niña perdió la vida al ser embestidas – ella y su madre – por un vehículo que subió a la vereda, Salomón Reyes recordó una experiencia vivida en Ecuador, donde casi pierde la vida a causa de un bus que perdió el control y también subió la acera, poniendo en peligro varias vidas.
“Nos preguntamos qué chances tenemos de experimentar un accidente grave cuando caminamos por una vereda… es una pregunta que ha girado en mi cabeza en esta última semana… lo cierto es que hay muchos riesgos. Las veredas no son lugares seguros siempre han pasado muchas cosas arriba de ellas. Algunas tienen que ver con el tránsito, con los accidentes automovilísticos y de moto”.
– ¿Significa que existe un índice importante de probabilidades de sufrir un imprevisto?
– “Efectivamente; no se puede estar seguro en una vereda y las probabilidades de morir en ella no son bajas.
Voy a contar una anécdota que me ocurrió hace algunos años en la ciudad de Quito, Ecuador.
Es un excelente país, que tiene un montón de recursos naturales bellísimos y la gente es maravillosa pero tiene un pequeño problema que no es privativo de Ecuador, pues ocurre también en otros países. Los choferes de los buses suelen ser violentos en indomables. En una ocasión recuerdo que viajaba de Machala a Quito y me tocó ir en un ómnibus que venía corriendo como loco en una ruta espantosa.
Le toqué la puerta al chofer y atiné a decirle un par de groserías mexicanas.
El hombre se rió y aunque aparentó hacerme caso, a los dos minutos volvió a acelerar como desesperado.
Es algo de no creer, pero es verdad. Los autobuses corren a todo lo que dan y pelean entre ellos… también hacen competencias”.
– ¿Sintió que su vida estuvo en riesgo?
– “Así es… días después viví un suceso en donde casi muero.
En esa oportunidad estaba en compañía de Verónica, una amiga. Estábamos caminando afuera del campus de la Universidad Nacional en Quito.
No recuerdo bien a dónde íbamos… y más o menos a unos 100 metros adelante vimos que venían dos ómnibus de pasajeros en sentido hacia nosotros, haciendo literalmente una picada con gente adentro.
Percibimos con terror, cómo uno de los ómnibus rebasó al otro reduciéndole el carril. Al otro no le quedó más remedio que subirse a la vereda, viniendo hacia nosotros.
Atiné entonces a empujar a mi amiga hacia atrás y por milagro nos salvamos.
Pero el shock experimentado nos duró como una semana.
No es la primera vez que hay accidentes arriba de una vereda y éstos pueden ocurrir por muchas razones”.
-¿Qué piensa de la seguridad de nuestras veredas?
– Una de las cosas más curiosas es que aquí te puedes caer en las veredas de tanto pozo que tienen… están en muy mal estado.
Creo que la ley es un poco absurda. El cuidado de las veredas les corresponde a los vecinos.
Lo cierto que las veredas son espacios públicos y al ser tales su gestión le debería corresponder a los gobiernos locales.
Obviamente el vecino debe asumir la responsabilidad de cuidar la acera, pero si no tiene plata o no tiene voluntad o medios para hacerlo.
Qué pasa si un abuelito o una persona mayor se cae y se golpea la cabeza… ¿De quién es la responsabilidad?
Hay vecinos que son responsables y que siempre están pendientes del buen estado de la vereda, en cambio a otros ni les interesa el tema. Cuando era niño siempre me decían que caminara hacia el cordón de la vereda porque cuando pasaba por lugares peligrosos los asaltantes podrían salir de esas casas y atacarme. El hecho de caminar cerca del cordón podía darme más tiempo para escapar de la situación, salvándome el pellejo. Era una práctica que muy a menudo nuestros padres y vecinos nos la recordaban.
Es muy lamentable lo que ha sucedido con la niña pequeña. Son hechos que hay que buscar la forma de que no vuelvan a suceder
Vivo cerca de una esquina en donde a cada rato hay siniestros y los autos se suben a la vereda.
Pienso que la norma de convivencia urbana tiene que contemplar esta situación y que la gestión de las veredas pase a ser exclusivamente cuestión de las esferas de gobierno”.