Un lote de años en que Ferro Carril no derrotaba a Universitario. El hincha ya no toleraba ese alud estadístico que lo abofeteaba una y otra vez. Y aunque Fabricio Bassa no fue parte de esa historia de estos últimos años, sabía bien cómo era la cosa.
Que desde lo estadístico y desde lo emocional, Ferro tenía que ganar. Porque además era su estreno en el mando y la condición de local que hasta puede pesar.
Por lo tanto para Ferro Carril, el negocio era ganar. Y ganó. ¿Lo demás es cuento? ¿Queda registrado el más que generoso Ferro del primer tiempo y su fútbol entre confusiones en la recta final, más allá de ese transitorio 2 a 0?
Porque al cabo del partido, Emilio Silva admitió que Universitario fue exposición débil en los 45′ de arranque, que le costó articular, cayendo en desventuras: manejando la pelota o pidiendo pista en misión de ataque.
A Univertsitario le costó más. A Fero Carril le costó menos, por la influencia de los volantes y ese Javier Quintero debutante, para la utilidad permanente. Martín Lima (FC) metió un balazo en el travesaño y Gabriel Tabárez (U) dispuso de una chance neta. Ferro fue entonando un poder de llegada superior, con la pretensión del ensanche de cancha, evitando que los espacios se limitaran. Ganó por las bandas y Vera se atrevió en el mano a mano, hasta que antes del final del primer tiempo, la pelota le quedó en bandeja para el fusilamiento de Martín Lima. Y fusiló.
ESO DE ANDAR BUSCANDO
Cantado. Para el segundo tiempo, Emilio Silva debía mover la banca. Mandó a la cancha, a Alexander y al «Tanque» de George Dos Santos. Pero en los 7′, la elaboración ofensiva de Ferro, la justeza del remate del «Juanchi» Iriarte. La midió notable y las piolas heridas, ejecutas. Fue el 2 a 0. El negocio de ser práctico. ¿No es cierto, Ferro Carril?

En los 11′ llegó el descuento. Llama ganó posiciones centrales y disparó infalible, al palo donde Dos Santos no llegó. Fue el segundo tiempo de la distorsión. 10 cambios en total.
Una grieta a lo funcional, a lo orgánico.
¿Como es posible el reacomodo con tantas variantes acumuladas? Ferro se partió con facilidad, apareció aisladamente en materia ofensiva.
Universitario resultó fabricante de situaciones menos confusas, Martín Silva fue táctico por excelencia y reventó el horizontal con un guadañazo. George Dos Santos llegó mal perfilado a una segunda pelota y la desvió. Ferro terminó sin los tres delanteros titulares y al ingresado Ricardo Velásquez no le llegó una pelota como la gente, en el imperio mismo de la división.
Ferro Carril ganó. No es necesario justificar ese 2 a 1.
Porque ganar para Ferro era el negocio. Sabía que tenía que ganar. Sin quererlo, Bassa se sacó una mochila de encima.
Una mochila pesada. Le ganó el vale cuatro a la estadística. Y no es un tema menor. Para nada menor. Para nada.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-