Entrevista a Ruperto Long
Ruperto Long, ingeniero civil, político del Partido Nacional, escritor y desde el pasado mes de julio, nuevamente al frente del LATU. Aceptó dialogar con EL PUEBLO a través del zoom, herramienta fundamental que nos permite acercar distancias.
«Siempre me he sentido en casa cada vez que he ido a Salto –comenzó diciendo Long-, pero por supuesto también con la gente de diario EL PUEBLO. Tuvimos el gusto de presentar algunos libros, de compartir unos cuantos momentos muy gratos y también de reflexión sobre temas diversos. Así que me siento como en casa».
- ¿Cómo ha visto al país en un año que cambió casi todo desde el 13 de marzo?
- Como un año de prueba, de la que la Humanidad ha tenido unas cuantas a lo largo de su historia, y sin duda que este lo ha sido también, por un tema de salud, de riesgos de no saber cuándo hablamos con alguien, y lo empezamos a ver como a un extraño con el cual hay que tomar distancia y cuidados, aunque sea un amigo. Entonces, es todo un cambio cultural, hasta la forma de relacionarnos, el clásico abrazo nuestro del cual siempre estamos muy orgullosos porque es algo muy propio, y que ahora ha quedado en un golpecito de puño. Es sin duda todo un fenómeno que nos sacude desde diversos puntos de vista.
Tenemos que darnos cuenta de la fragilidad humana, a veces nos creemos muy superpoderosos, que podemos hacer lo que queremos en el planeta, y no, aparecen cosas que nos hace pagar precios por temas que a veces en su momento no se manejaron bien y que ni siquiera sabemos cómo han sido. Entonces, está la fuerza del ser humano para salir adelante a pesar de todo, pero además la conciencia de la fragilidad, que no nos podemos hacer tanto los vivos en este planeta, sino que hay que tener mucho cuidado para manejarse.
- En esta nueva oportunidad que tiene de estar frente al LATU y en el marco de una pandemia global, ¿cuáles han sido los principales objetivos trazados para trabajar?
- Asumí el 8 de julio, en plena pandemia y con casi un semestre perdido. En este segundo semestre hemos podido trabajar con mucho cuidado y con medidas que hemos tenido que tomar, eso lleva a perder tiempo, pero al menos las cosas se pueden hacer. También eso es una lección. Hemos podido desarrollar algunas líneas que nos interesan mucho. Tenemos una base, ahora proyectémonos, quiero pensar en pegar el salto, que Uruguay de aquí a una generación, sus hijos, mis hijos y mis nietos puedan ver a otro Uruguay como hoy en día vemos a Finlandia y a Irlanda, que hace 30 años todo el mundo los miraba medio por arriba del hombro y ahora son un referente. ¿Por qué Uruguay dentro de un par de décadas no pueda serlo?
Entonces, tenemos que apostar fuertemente a algunas cosas. Una línea de trabajo en el LATU es consolidar el Parque Tecnológico, que nació hace ya unos cuantos años, en el 93 inauguramos las primeras partes y ha ido creciendo. Hoy tiene pantalones largos y allí hay varios miles de personas, de las cuales muy poquitas son del LATU porque la gran mayoría son de empresas, de centros de estudio, de una incubadora que tenemos con pequeñas empresitas que tienen ideas muy innovadoras, algunas de las cuales están incluso ganando premios internacionales. ¿Qué estamos haciendo? Poniéndole la última tecnología 5G, buscamos poder instalar industrias del tipo 4.0, de las que trabajan en lo que se llama el internet de las cosas, un paso más allá en el cual se producen una cantidad de fenómenos que por supuesto el responsable sigue siendo el ser humano, para bien y para mal, pero en el cual hacemos trabajar también a todos estos aparatos, que va a permitir muchas cosas, algunas que van a ser visualmente interesantes, como que circulen vehículos sin chofer por primera vez en Uruguay, lo que nos permitirá empezar a soñar en cosas de otro tipo.
También vamos a consolidar la parte universitaria. Hoy tenemos las oficinas de la UTEC, que básicamente trabaja en el interior. Tenemos una parte educativa de la UTU, pero ahora sí vamos a tener a una Facultad de Ingeniería, concretamente de la Universidad de Montevideo que se traslada en su totalidad este año al Parque Tecnológico. De modo que vamos a tener un poco esa mezcla que en otros países ha funcionado mucho entre emprendedores jóvenes, consagrados, técnicos de investigación y laboratorio, estudiantes, de todo un poco, toda gente con ganas de saber y progresar.
- Como escritor, a fines del 2020 presentó su último libro. ¿La pandemia le ha dado más tiempo para poder investigar y escribir?
- De alguna forma sí, pero por otro lado como parte de eso es conocer gente, viajar, visitar archivos, esa parte ha quedado trunca. Felizmente en el libro que acabo de publicar, «Éramos tres niños perdidos en la niebla», y que espero poder encontrarnos con los amigos de EL PUEBLO cuando nos lo permita la pandemia para hacer una presentación, había completado el trabajo de investigación, entonces solo algunos materiales más que los conseguí porque todavía se pueden enviar. Sin duda que esa aislación de todas maneras dificulta el trabajo. En teoría, uno tendría más tiempo para concentrarse, pero en la práctica lo que gana por un lado lo pierde por el otro. También se pierde porque no pudimos presentar el libro, lo cual corta ese diálogo tan lindo que hay con el lector, pero bueno, ya lo haremos. Por ahora es más lo que hemos perdido que lo que hemos ganado, supongo que a los demás autores les pasa más o menos algo por el estilo.
- ¿Cómo ha visto este 2020 que acaba de culminar?
- Inevitablemente por todo lo que ha pasado, ha habido cosas que han quedado en el tintero, que no se han podido hacer, pero diría que en lo que tiene que ver con lo que está más relacionado con el LATU, que es la producción de bienes, servicios, informática, de exportaciones, algunas muy tradicionales y otras muy novedosas, pero bueno, ese es el mundo del LATU, Uruguay ha seguido caminando. Ha bajado un poco su PBI, ha bajado en sus exportaciones, pero está muy lejos de que se haya deteriorado el aparato productivo. Visito empresas y veo que están andando. Por ejemplo, he estado en la zona litoral, en Río Negro y Soriano, he estado también en Salto, y las empresas están produciendo. El tema es que esto termine y podamos volcarnos al mundo donde podemos tener un crecimiento fuerte en los próximos años.
El hecho que Uruguay haya quedado, como se suele decir, en el podio o lugar de destaque en el manejo de este tema, nos deja una buena posición, ahora, tenemos que rematar esa tarea, que no ha terminado, estamos aguantando el chaparrón en un momento complejo, pero tratando que eso no se escape de control. Y si Uruguay llega a la vacuna manejando las cosas con mucha seriedad, va a reafirmar la posibilidad de pegar un estirón hacia adelante. Creo que están dadas las condiciones. No ha pasado como en otros países que se han resquebrajado en este tramo. La gente está trabajando, un poquito menos, pero en términos generales, el aparato productivo sigue andando.
- Hay quien ejemplifica a esta pandemia como a un partido de fútbol, eso me recordó el último clásico, donde comenzó ganando cómodamente Peñarol 2 a 0 y de pronto Nacional le empata, y quedamos con la sensación de que el que hiciera el último gol ganaba, que fue lo que terminó pasando. El tema entonces es ver quién hace ese último gol, o lo hacemos nosotros o lo hace el COVID 19, esto tiene que ver con el debate de lograr el justo equilibrio entre mantener a una economía abierta y la salud de la gente, ¿cree que Uruguay ha logrado ese equilibrio o quizás lo haya perdido últimamente?
- Haber mantenido al país funcionando en términos generales con sus limitaciones, es mérito de mucha gente, no hay que situarlo solo en el plano del gobierno, también de la gran mayoría de los uruguayos, es una hazaña verdaderamente. Uno ve que muchos países importantes, con sistemas de salud muy buenos, con desarrollo, tuvieron que confinarse una y otra vez, algunos están entrando en su tercer confinamiento. Pusieron en marcha la maquinaria y de nuevo tuvieron que cerrar. Eso acá no ha pasado, hemos seguido andando. Obviamente que cuando el tiempo pasa, las posibilidades de riesgo, y simplemente por estadística, va aumentando. Y que hoy en día estemos, como usted dice, en una situación de empate, nos pone a todos muy nerviosos y preocupados.
También es verdad que aquellos países que apostaron al confinamiento total no tuvieron éxito. Habremos unos cuantos uruguayos que no tendremos problema en encerrarnos voluntariamente, vamos a ser muchísimos, pero también es cierto que habrá otros uruguayos que no estarán de acuerdo con eso, generando así cierta tensión, que ya hemos visto en otros lados. Si Uruguay logra zafar y llegar al final de todo esto sin haber generado tensiones sociales de enfrentamiento, sería muy importante. Por eso pienso que por ahora venimos llevándola. Por ahora ha sido todo muy razonable, el equilibrio que se ha hecho ha sido muy adecuado.
- ¿Hay alguna novedad del LATU referida a Salto?
- Tomamos la decisión que tenemos que acercar mucho más el LATU a lo que es su razón de ser, que son los sectores productivos. Si bien ese acercamiento existe desde su nacimiento, queremos pegar un salto, porque eso no alcanza. Hay que estar mucho más cerca, para eso estamos implementando una cantidad de nuevos proyectos y servicios, en particular tomamos la decisión de tener presencia en todo el país. La persona que está produciendo en Salto no tiene que venirse hasta Montevideo, sino que pueda tener alguien allí a quien recurrir para trasladarle su problema o inquietud, «quiero exportar», «quiero importar», «quiero producir algo nuevo», «¿cómo me pueden ayudar?»
Entonces, tenemos una infraestructura muy fuerte en Montevideo, tenemos una regional importante en Fray Bentos, y ahora vamos a abrir la primera de una serie de oficinas para estar a pie de fábrica o a pie de negocio o emprendimiento, y la primera que vamos a abrir es en Salto, estará adentro de lo que ahora se llama Parque Tecnológico Binacional emplazado en el predio de la Represa de Salto Grande, así no tendrá que hacer 500 kilómetros para hacer algún trámite en el LATU. Todos los servicios del LATU estarán al alcance de la mano de productores y emprendedores de la región con sede en Salto a partir de los primeros meses de este año.
PERFIL DE RUPERTO LONG
Casado. Tiene dos hijos y tres nietos. Es del signo de Capricornio. De chiquito quería ser arquitecto y astronauta. Es hincha de Nacional.
¿Alguna asignatura pendiente? Haber subido alguna montaña más haciendo alpinismo.
¿Una comida? Las milanesas.
¿Un libro? El Quijote.
¿Una película? El ciudadano y Babel.
¿Un hobby? Los ferrocarriles eléctricos.
¿Qué música escucha? Desde la música clásica a la contemporánea, como Piazzola, Luis Eduardo Aute y Leonard Cohen.
¿Qué le gusta a la gente? Me gusta la gente que tiene buena onda, alegre, simpática.
¿Qué no le gusta de la gente? La prepotencia.
Por: Leonardo Silva