Entrevista a Teresa Aishemberg
Teresa Aishemberg es la Secretaria Ejecutiva de la Unión de Exportadores del Uruguay, estuvo esta semana en Salto para mantener reuniones con el Centro Comercial e Industrial de Salto (CCIS) preparando actividades en conjunto, así como también promover que más empresas salteñas se animen a exportar a otros países en este mundo de pos pandemia.
- ¿Cuál es el trabajo que propone realizar la Unión de Exportadores en Salto?
- La Unión de Exportadores hace mucho tiempo tiene relación con todas las empresas exportadoras que están afuera de Montevideo, y en Salto hay empresas exportadoras. Pero además, queremos sacar y formar más exportadores, como las grandes que ya están, citrícolas, madereras, frigoríficos, que son los que lideran el sector exportador, pero también están los exportadores potenciales en Salto. Es por eso que firmamos hace dos o tres años un acuerdo con el CCIS, porque creemos que es una plataforma para captar nuevos y potenciales exportadores, y formarlos, dándoles una mano hasta que se inserten en el mercado externo.
La única diferencia que tiene el mercado externo es que está a más kilómetros de distancia, si bien acá hay una región fronteriza interesante, que hoy coyunturalmente nos cuesta entrar porque estamos como fuera de competencia con Argentina al ser más barata que Uruguay, no tanto con Brasil. Pero el tener una zona fronteriza es muy interesante para los que recién empiezan a dar esos primeros pasos. Por eso, con el CCIS vamos a hacer distintas actividades de capacitación. Nuestra economista hizo ayer un informe muy interesante de coyuntura internacional para todos los socios de la Unión de Exportadores, se lo vamos a brindar también al CCIS la semana que viene de manera virtual.
Por otro lado, se busca detectar empresas que tengan ganas de exportar. Entonces ahí, el CCIS identificarían las empresas y nosotros haríamos las capacitaciones, tratando además de ayudarlos a sortear todas las trabas internas que suelen haber, porque la Unión tiene contactos con todos los organismos del Estado, se trata de un servicio Línea Verde donde primero hacemos contacto con todos los organismos del Estado, tenemos una persona de confianza en cada Ministerio y en cada Ente Autónomo que está conectado directamente con la Unión y con nuestros técnicos, y cada vez que hay un problema, se plantea, se analiza, se determina cuántos miles de dólares significa ese obstáculo, y se proponen soluciones. Con esa hojita vamos a las autoridades y codo a codo, no importa el gobierno de turno que tengamos, tenemos esa conexión para saltar obstáculos en la operativa de la exportación, que en definitiva suelen traducirse en demoras, trámites extras, problemas en el puerto, en la aduana. Todo eso lo vamos solucionando, y todo eso vamos a brindárselo al CCIS como se lo brindamos a todos los que están conectados con nosotros, porque queremos sacar más exportadores.
- Se dice que nos encontramos viviendo en un mundo de pos pandemia, ¿cómo está el mundo en este momento en materia de exportaciones?
- En la pandemia nunca apagamos los motores, Uruguay nunca los paró en el sentido de la exportación. Exportamos menos porque el mundo nos compró menos porque estaban todos con la pandemia, no había funcionarios en los puertos que descargaran nuestra mercadería, que hizo que nuestro comercio exterior bajara, pero con razón, evidentemente no era que no gustaran nuestros productos, sino que no podían recibirlos. Hubo países que necesitaron de nuestros productos porque los frigoríficos de su país no funcionaban y tenían que comercializar carne, y ahí salió Estados Unidos a comprarnos, posicionándose en segundo lugar. Eso mantuvo al motor andando.
En febrero del año pasado no venían ni los barcos. Durante la pandemia las empresas que tenían protocolos sanitarios rápidamente se los pasaron a otras y todas pudimos cuidar a nuestra gente para que pudieran seguir trabajando. Algo que fue nuevo para todos, había que implementar algo y lo hicieron, y si bien se enfermaron algunos pocos, los demás pudieron seguir. Hoy pos pandemia estamos en una recuperación importante de nuestras exportaciones, el mundo empezó a moverse y hay dos actores importantes que son China y Estados Unidos, lo que también trae sus complejidades porque en términos marítimos, durante el 2020, pandemia mediante, disminuyó el comercio como dijimos, y los barcos quedaron sin mercadería para transportar, sobraban y entonces los armadores los sacaron del agua. Empieza a moverse el mundo y no aparecen los barcos de nuevo, por lo que estamos todos peleando por los mismos barcos, eso lleva al aumento exponencial de los fletes. Si antes pagábamos 800 dólares el contenedor, ahora estamos pagando 18 mil dólares. Es una cosa impresionante.
Al faltar barcos faltan bodegas, por lo que estamos haciendo gestiones frente al gobierno para que negocie gobierno a gobierno algunos barcos que vengan más hacia el Río de la Plata para cargar nuestra producción. Tenemos el problema de un cambio en las terminales portuarias, por eso hemos tenido que ver el puerto de Paysandú, que con mucho esmero la ANP lo administra, aunque no podemos hacerlo funcionar por los costos, queremos que los bajen para hacerlo justamente funcionar. El puerto de Montevideo está colapsado, empezaron a venir los barcos, hubo un cambio de modo de terminal, por lo que pasamos a tener una terminal especializada. Hicimos trabajos para demostrar que el puerto de Montevideo era cinco veces más caro que los puertos de la región. Comparamos el puerto de San Antonio en Chile con los de Río Grande de Brasil. Viene la terminal nueva y nos ofrece una baja de tarifa, con eso ahora quedamos tres veces más caro. Mejoramos, pero nosotros queremos competir con San Antonio y Rio Grande porque si no se nos llevan la mercadería, se la lleva al país, al puerto de Montevideo, donde se está haciendo una inversión importante y resulta que vamos por otros puertos, porque digamos las cosas como son, el exportador busca costo-beneficio y se adapta rápidamente para resolver los problemas que se le presenten a través del transporte multimodal.
Entonces, hoy estamos creciendo de nuevo, es una recuperación respecto al año pasado. Ahora, lana y cuero van lentamente porque son productos de moda. Cueros, por ejemplo, para autos eléctricos nuevos que nos compra Alemania, y eso va más lento porque el eléctrico le genera cambiar dónde ponen el cuero y ver cómo salen los autos eléctricos en esos mercados que compran. Así que lana y cuero van más lentos, pero los demás van recuperándose, en particular los alimentos.
- El MERCOSUR cumplió 30 años, ¿qué tanto ha incidido en nuestras exportaciones?
- El MERCOSUR no ha evolucionado como hubiéramos querido. Cuando hace 30 años nos decían, vamos al MERCOSUR, no sabíamos a dónde íbamos como exportadores, pero igualmente dijimos, vamos a apostar, porque si bien se trataba de una rebaja de aranceles interno, eso nos podía generar más dinamismo en el comercio. ¿Qué falló? Falló la internalización de las normas, para lo cual trabajamos mucho los sectores privados del MERCOSUR, entre todos aceptamos y negociamos las normas que se iban a aplicar cuando uno cruza la frontera. Creímos que íbamos a generar una unión aduanera, hubo muchas imperfecciones, a pedido de todos los países hubo sectores protegidos, pero no se internalizaron las normas como hubiésemos querido en tiempo y forma.
Entonces, hoy tenemos una unión aduanera imperfecta, por lo que uno debería pensar en generar facilidades, no que el camión pare en una y otra frontera, que hayan aduanas unidas, todo eso que pasa en Europa acá todavía no pasó. Pasaron 30 años, crecimos como MERCOSUR en exportaciones a Brasil, crecimos en Argentina, las aduanas trabajaron, algo avanzaron, pero no todo lo que quisiéramos. - ¿Qué esperan del MERCOSUR?
- Hoy el MERCOSUR está negociando con la Unión Europea, y nosotros no nos queremos ir del MERCOSUR porque hoy Uruguay tiene 400 empresas que exportan al MERCOSUR. De esas 400, 250 solo al MERCOSUR. Usted me preguntará, ¿y por qué no van a otros países? Porque no dan los costos para ir a otros países. Entonces, lo que es valor agregado va al MERCOSUR, complementación, automotriz, plásticos, medicamentos, en definitiva, una cantidad de productos. Por eso, queremos más MERCOSUR y acuerdo comerciales con todos los países del mundo, que nos lo permitan hacer. Por eso creemos en eso de la flexibilidad que se mencionaba desde Cancillería y del mismo Presidente de la República, es algo que Uruguay necesita.
- Y en caso de no conseguir esa flexibilidad, ¿debemos igual hacer el TLC con China?
- Con o sin MERCOSUR, pero hay mucho diálogo y avances con Brasil y con Argentina. Fíjese que Brasil ya bajó el arancel externo común un 10%, y eso no lo pudo hacer antes, pero entonces eso le da la pauta que yo hago esto y tú puedes hacer lo otro. Te da esa sensación. Entonces, lo que tenemos que hacer a nivel de Uruguay, que es muy importante, es prepararnos para firmar acuerdos con quien sea, más con China. ¿Y cuál es esa preparación? Bajar los costos internos, eso es muy importante, eso es un deber que no podemos dejar pasar un minuto más. ¿Por qué? Porque si seguimos caros y China es más barato, evidentemente, ya lo ha demostrado, sin acuerdos China vende, no importa el arancel externo común que tengamos de protección, entró a Brasil e igual es competitivo. Por eso nosotros tenemos que hacer ese esfuerzo de que cuando vemos en la góndola del supermercado un producto argentino, brasilero o chino y es más barato que el nuestro, ejemplo fideos, quiere decir que es carísimo lo que nosotros ofrecemos y la gente va a comprar lo más barato.
Entonces, nosotros tenemos que bajar los costos de combustibles, bajar las tributaciones y ver como se mantiene un modelo de Estado eficiente y que no cargue tanto el costo en el sector privado, que es el motor de la economía de este país, y que será el que a través de acuerdos comerciales, venderá su producción.
PERFIL DE TERESA AISHEMBERG
Casada. Tiene 4 hijos y 11 nietos.
Es del signo de Virgo.
De chiquita quería ser economista.
Es hincha de Nacional.
¿Una asignatura pendiente? Escribir un libro.
¿Una comida? Cordero.
¿Un libro? «Cartas a un niño que nunca nació» de Oriana Falacci.
¿Una película? Lo que el viento se llevó.
¿Un hobby? Los caballos y la música.
¿Qué música escucha? Blues.
¿Qué le gusta de la gente? El alma.
¿Qué no le gusta de la gente? El egoísmo.
Por: Leonardo Silva