Me gustaría ver la carrera de la comunicación instalada en Salto en la Universidad de la República
Juan José Díaz
El mes que viene Juan José Díaz Cattani cumplirá 49 años de haber iniciado este camino de la comunicación y el periodismo, casualmente fue en diario EL PUEBLO. Veamos algunos aspectos de su vida y trayectoria que lo llevó también por la radio y la televisión.
1. ¿Cómo fueron esos primeros años de su vida?
– Nací en el barrio Lazareto, después nos mudamos, vivimos en calle Artigas casi Morquio, después volví al barrio Lazareto en Viladerbó y Piedras, y luego viví un poquito más arriba en Vilardebó 1245, en pleno corazón del barrio Almagro. Fuimos una familia con siete hermanos, de los cuales quedamos solo dos, y una tía de papá que vivió muchos años con nosotros, la tía Luisa. Una familia en donde por aquel tiempo solo trabajaba el padre como jefe de familia, y de todas maneras podíamos mantenernos. Soy el más chico de mis hermanos, el mayor en ese entonces ya estudiaba y trabajaba, Carlos, que por él entré en la comunicación. Él trabajaba en diario EL PUEBLO, y de a poquito me fui acercando porque de noche le llevaba la cena al diario. Así fui conociendo a sus compañeros y viendo cómo se trabajaba en el diario.
2. ¿Comenzó muy joven?
– Sí, era adolescente cuando entré a trabajar en los talleres de Editorial Sarandí en ese tiempo, que durante el día era una imprenta y en la noche se hacía el diario. La mamá de Luis y Ángel Batalla trabajaba en la imprenta, era la que armaba los libros, hacía la encuadernación. Ella y su hermana Lala, y con ella trabajé como su ayudante, compaginando los libritos de catequesis, porque había una muy fuerte vinculación con la iglesia católica, con la Diócesis de Salto, tanto la imprenta como el diario. Entré a diario EL PUEBLO en octubre de 1975.
3. ¿Cómo llegó luego a la redacción del diario?
– Fue por la profesora de Filosofía Rosario Mijalowski, que daba clases en el segundo año de Preparatorio. A ella le gustaba como escribía y como hablaba, y me avisó que había un llamado en diario EL PUEBLO para el cargo de cronista, me preguntó por qué no me presentaba. Fui, me presenté en el diario, el escribano Enrique Cesio me hizo una prueba, y empecé como aprendiz de cronista. En este octubre se estará cumpliendo 49 años.
4. ¿Cómo era trabajar en el periodismo por aquellos años?
– Era bastante difícil para obtener información, ni qué hablar que no teníamos ni celulares, ni siquiera teníamos grabadoras como tenemos ahora. Teníamos que sacar apuntes en una libreta y luego transcribirlo en máquinas de escribir, eso iba a las linotipos donde trabajaban con una aleación de plomo y estaño, se armaban las líneas, todo muy rudimentario que ya quedó en el olvido. Teníamos que programar las entrevistas, teníamos que ver qué cosa hacíamos, qué temas podíamos tratar. Ahí en la redacción además de mi hermano Carlos estaba Francisco Arizcorreta, papá de Sergio, que tenía una capacidad impresionante para escribir. A veces le llevaba dos o tres comentarios, “mirá que estuve con fulano que me dijo tal cosa”, y él se mandaba una media página con eso (risas), era increíble. Siempre dije que tuve la suerte de trabajar con un fotógrafo que tenía el diario, Darío Ferreira, que era súper conocido de todo el mundo en Salto, y prácticamente me llevó de la mano. Yo era bien jovencito, me decía, “mirá, allá viene fulanito que pertenece a tal institución, podés preguntarle tal y tal cosa”, y así salían las entrevistas. A través de él me gustó la campaña, porque íbamos a cubrir informaciones de jornadas de desarrollo que se hacían de mejoramiento ovino, viajábamos mucho a Valentín y a otros lugares, así me fui metiendo en el tema y me empezó a gustar la campaña. En aquel tiempo venías de afuera y tenías que ir al diario a escribir a máquina, aquellas Remington viejas que había que teclear fuerte para que quedara en la hoja, y después nos íbamos para casa. Se perdía mucho más tiempo que ahora. Al principio si no les gustaban mis notas las rompían delante de mí e iba a la papelera, “es una redacción infantil”, te decían.
5. ¿Qué vino después, la radio o la tele?
– Después vino la radio, empecé en Cultural en “La Revista Hablada”, donde estaba Rodríguez Cristaldo, Diego Yañez, el doctor Hertz Ganzo, Titina Mastandrea, el Padre Martín Ponce de León, Alfredito Honsi. Ahí empecé haciendo alguna cosa agropecuaria, luego vino la apertura democrática y empezamos a cubrir la Junta. A fines del 91 vino la posibilidad de entrar en el canal con un grupo grande de comunicadores haciendo una coproducción con canal 8.
6. ¿Estuvo 11 años al frente de Salto Visión?
– Sí. Éramos unos cuantos primero, pero se fueron yendo algunos compañeros porque era bravo repartir entre tantos. Yo trabajaba en el diario, hacía alguna otra cosa en la radio. En la tele me fui quedando hasta que quedamos con Pablo Texeira y Silvia Da Silva, los tres. Después Pablo se casó y se fue, seguí con Silvia un tiempo y luego seguí solo, junto a la gente del canal que me daba una mano grande.
7. ¿Y la que siempre aguanta todo es la familia?
– Sí, sin duda. Siempre comenté que me perdí los cumpleaños de los gurises o aquellos momentos gratos en el jardín o en la guardería o en la escuela, esos momentos de actividades de los chiquilines porque yo estaba solo, tenía que salir a cubrir la noticia con el camarógrafo. Y a veces los fines de semana tenía que ir a cubrir el fútbol comercial, el fútbol senior, la A, la B, el billar los jueves o viernes de noche, cuando había basquetbol en la noche tenía que ir yo, porque como era una coproducción, yo tenía que pagar al camarógrafo, y para ahorrar un poco el gasto tenía que ir yo para que me rindiera. En ese tiempo se vendía algo de publicidad, no mucha pero por lo menos se podía vivir. Hoy la cosa está un poco más complicada porque hay muchos más medios, más programas, lo que dificulta poder vender publicidad.
8. ¿Cómo ve hoy a los medios de comunicación, y el trabajo de periodistas y comunicadores locales?
– Hay muchos programas, incluso no alcanzo a tener conocimiento de todo lo que hay en algunas radios, sobre todo en FM que no escucho prácticamente nada. También están esas FM que se llaman comunitarias, que hay una cantidad, sumado a todo este fenómeno de los medios digitales, que es otra novedad que antes ni siquiera se pensaba. Lo que veo es que a veces hay mucha premura por dar una información pero no se cuenta con lo básico de la noticia de decir dónde sucedió, a qué hora, qué es lo que está pasando, y te dicen, “primero en tal lado” te muestran algo y la gente empieza a preguntar en las redes sociales “¿y dónde fue?”, “¿qué pasó?”, “¿hay lastimados?”. Es lo que veo, como que le está faltando ese detallecito de brindar información de lo que está sucediendo en pocas palabras.
9. Hoy nos encontramos en plena campaña electoral, ¿los medios estamos cumpliendo con nuestro rol?
– Es muy difícil porque hay mucha cosa, andan muchas noticias falsas y ahora con esto de la Inteligencia Artificial sacan tu voz y te hacen decir cosas que ni siquiera pensaste. Hay que tener mucho cuidado, también hay mucha manija de todos lados, en cada grupo siempre hay alguna persona que intenta sacar alguna ventaja y lo que hace es complicar la cosa. Hay que tener mucho más cuidado que antes.
10. La última palabra es suya.
– Una de las asignaturas pendientes que tenía la pude cumplir gracias a la última entrevista que me hiciste en diario EL PUEBLO, cuando te dije que desde que tenía 11 años quería aprender a tocar el piano porque nunca pude, y después que salió publicada la nota, a los dos días me encontré acá en el centro con una profesora de piano, Susana Bertolotti, que había leído el diario y me dijo “andá por casa que te voy a enseñar, pero no sé si vas a aprender con la edad que tenés” (risas). Lo cierto es que en menos de un año pude tocar una cantidad de piezas con las que soñaba (se emociona). Ahora me gustaría ver la carrera de la comunicación instalada en Salto en la Universidad de la República.