Ahí entró Libertad. A la cancha misma de las decisiones, con BRUNO ROLDÁN como uno más y desde el arco. Tiene años en el club, pese a que la madurez en la Cédula de Identidad no ha llegado aún. Pero debajo de los palos, la respuesta que no le faltó.
Cuenta la historia de esas últimas horas antes de la partida al estadio, que desde el Director Técnico, Cristian Lentinelli y desde quienes apuntalaron esa misión, como en los casos de Ignacio «Nacho» Cabeza y David Fernández, las palabras coincidieron frente al plantel, «porque hoy es el día en que el ascenso no se nos puede escapar».
Los directivos entonaron la misma fe y la transmitieron también. Los jugadores fueron resueltos a decidir y el convencimiento fue uno: «si la justicia existe y está del lado nuestro, el ascenso tiene que ser para quien lo mereció».
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Igualmente cuenta la historia de esos últimos días que al haberse pronunciado el Tribunal en pro de Fénix y el partido debía jugarse, «se habló lo necesario, porque de los que se trataba era de entrenar de la mejor manera, para responder y ganar. No queda otra. Con manijear no hacemos nada. Sabemos lo que pasó y lo que pasó no fue justo. Pero por el barrio y por Libertad, hay que dar vuelta la página y volver a creer en nosotros»,.
En esta última semana ya el plantel adiestró a pleno convencimiento. A la hora de jugar no faltarían los claves: Bruno Roldán, Ruben Romero, Alan Amaro, Facundo González, Gabriel Suárez y Jonatan Rosas. Mientras que un arma de contragolpe podría volver a plantearse: Pablo Lima. Y el delantero volvió a ser fiel consigna como en el primer gol, cuando metió velocidad y la última gambeta para dejar expuesto a Luciano Díaz y tocar al arco desierto. Fue el 1 a 0, como para alumbrar ese nacer del tiempo querido….
EL ASCENSO CONSUMADO
Cuando llegó el descuento de Fénix a los 42′ del segundo tiempo, las cartas parecían echadas. Ya no había tanto tiempo como para una segunda sorpresa, después de lo que pasó con el reclamo albivioleta. En los últimos minutos, el manejo de Libertad, su creencia en que ganar era consecuencia inevitable y las variantes no traicionaron la actitud: redoblaron simplemente la búsqueda.
Fénix fue endeble, frágil en la pretensión de ataque, sin argumentos a mano, más una condición física general que también jugó en su contra.
Al fin de cuentas fue otra vez la noche de Libertad.
¡100 veces en el barrio Cien Manzanas ese nombre retumbó y no fue para menos!
La justicia no tardó tanto y llegó también.
La definitiva justicia. Y en nombre… de Libertad.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-