Evangelina Beltramelli Ferrari es una joven emprendedora que logró por mérito propio consolidarte en su proyecto laboral, luego de ir encontrando los caminos de promoción de sus habilidades en las redes sociales. “Soy manicura y me dedico a hacer trabajos de esmaltado semi permanente y uñas esculpidas… también he incursionado en la estética del pie.
Todos los diseños y dibujos que hago son completamente artesanales, hechos a manos” – nos explica.
Evangelina tiene 31 años y se crió en Colonia Harriague, donde cumplió su ciclo escolar en la Escuela No. 69.
El primer año de Liceo y la mitad de segundo, lo realizó viajando diariamente desde la colonia hasta la ciudad de Salto hasta que finalmente su madre y sus hermanas vinieron a instalarse en el conourbano.

El testimonio de Evangelina es uno de los tantos que muestra la capacidad resiliente de muchas personas que han logrado reinventarse y salir adelante.
Lo que comenzó tímidamente como una actividad complementaria, en la actualidad se transformó en una pequeña empresa que le permite estar más pendiente de su hijo y manejar sus tiempos en forma independiente.
Todo comenzó de forma casual… sin pensar que el curso que realizó le diera paso luego a un emprendimiento que está creciendo día tras día.
“Hace dos años atrás decidí hacer el curso… siempre me gustó pintarme las uñas y crear diseños.
Comencé a llevar modelos para hacer la práctica… llevé primeramente a los familiares y luego a mis amigas.
Las mismas personas comenzaron a contactarme para que les hiciera nuevos diseños y se fueron transformando en mis clientas y así fue que arranqué con el emprendimiento”.
–¿Cuál fue la clave de su éxito?
-”El boca a boca… cuando empecé nunca imaginé que iba a dedicarme de lleno a esta actividad. Es tanto lo que me gusta que se ve en los resultados… me gusta crear y siempre tener una propuesta diferente.
Es extraño, pues en el liceo nunca me atrajo el dibujo, sin embargo he logrado diseños que hasta mí misma me sorprenden.
Siempre tuve buena manualidad y motricidad… supongo que ello me ayudó muchísimo”.
–Antes del emprendimiento ¿A qué se dedicaba?
-”Trabajaba en una empresa nueve horas diarias y cuando salía de trabajar, me dedicaba a atender las clientas, también los sábados todo el día.
Así estuve un año y medio. Por la pandemia en mi trabajo me enviaron al seguro.
Al principio se paró todo por el Coronavirus …. fue un tiempo bastante complicado porque no podía trabajar… pero luego todo se fue calmando comencé a atender nuevamente a las clientas que a la vez traían a otras que quedaban fascinadas al ver el trabajo terminado.
Fue así que tomé la decisión de renunciar a mi trabajo y darle más lugar al emprendimiento, pues vi que era más beneficioso trabajar en mi casa y estar más tiempo con mi pequeño hijo.
Cuando me decidí hice los trámites para estar registrada como empresa y tener todos los papeles en orden y hoy me siento muy conforme con lo que he logrado”.