Tanto se habla de días a esta parte, sobre la respuesta de los aficionados a los partidos de fútbol, que se juegan tanto a nivel de la Divisional «A», como de la «B», mientras la «C» va despuntando en esa dirección. Mientras no fueron faltando apuntes en otra dirección. Sobre todo, de aquellos aficionados que plantean una situación para tener en cuenta.
Solo hay que apelar a uno de los tantos testimonios, porque después de todo se convierte, en síntesis, «porque no se puede desconocer todo lo que está pasando a favor de los que van al fútbol y suman para que las recaudaciones sean buenas, ¿Y qué pasa con nosotros, los que no tenemos conducción propia? Hay que tener en cuenta que los domingos funcionan hasta una determinada hora. A la hora en que los partidos terminan, ya no hay más servicios de ómnibus. Por lo tanto, muchos de nosotros (los de a pie), no podemos ir al fútbol. Por lo menos por ahora. Los que vivimos en Cien Manzanas o Saladero, no podemos ir caminando hasta el Dickinson… ¿se entiende?».
