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Juan Andrés Burutarán

“Me gustaría que este sea un año de reencuentro con mis afectos, no le pido mucho al 2022, no soy muy pretencioso”

2021 fue el año de consolidación de Juan Andrés Burutarán como conductor radial y televisivo, con dos programas de radio (uno en AM y otro en FM) y dos programas de televisión en Canal 4 de Cablevisión Uruguay.

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1. ¿Se acuerda de la primera vez que habló frente a un micrófono?

– Era alumno del Colegio Salesiano, donde hice solo liceo. En 1° año teníamos asignaturas optativas (APO), donde había un taller de comunicación, donde tuvimos como ejercicio armar como un programa de radio. Lo hice junto a dos compañeros de clase, presentamos una especie de sketch haciendo como que estábamos en una radio. La profesora en ese entonces estaba vinculada a la Casa de la Juventud, me escuchó hacer ese ejercicio y me dijo que tenía condiciones para la comunicación, y me propuso ir a la Casa de la Juventud que estaban haciendo talleres. Fui, me integré, hice un vocacional con la psicóloga Lucía Minutti. Lucía estaba vinculada con Sarah Ardaix, que en ese momento era catequista en el Salesiano, y me lleva a un espacio de los Salesianos que había en Radio Cultural que se llamaba “Buenas Tardes Salesianas”. Fui para leer un fragmento de la historia de Don Bosco, ese fue mi primer encuentro con un micrófono en una radio, tendría 12 o 13 años.

2. ¿Ese fue el descubrimiento de su vocación o eso vino más tarde?

– Creo que el descubrimiento de mi vocación vino como a los 40 (risas), todos lo sabían menos yo, siempre me fue algo esquivo reconocerme como un comunicador, si bien estuve desde siempre, creo que me consolidé vocacionalmente no hace mucho tiempo, cuando me di cuenta que es esto lo que me hace feliz. De todas maneras, cuando tenía 8 años en 1985, veníamos de afuera con mis viejos, paramos en la estación de la Parada 31 para cargar nafta, y el muchacho de la estación escuchaba la radio que tenía arriba del surtidor, estaba sonando “I just called to say I love you” de Stevie Wonder, y el conductor de la FM que por primera vez aparecía en Salto, John Weston, presentaba esa canción, y a partir de ese momento sentí que eso es lo que me encantaría hacer.

3. ¿Primero estuvo el trabajo y luego llegó la vocación?

– Sí. Nunca encontré la manera de vivir de la comunicación, por desinteligencia, por limitación o por no encontrarle la forma. Siempre tuve las oportunidades de trabajar, pero siempre me fue esquivo el hecho de poder sostenerme económicamente con la comunicación, entonces tuve que priorizar otras responsabilidades, mi pareja, mi hijo y buscar por otros lados.

4. ¿Estuvo más adentro del área publicitaria que de la comunicación?

– Sí, si bien es parte de la comunicación, una de mis grandes pasiones tiene que ver con el marketing. Leo mucho, sigo mucho la temática. Comunicar es vital para la venta, cómo transmitir a un usuario las bondades de un producto, es por ahí que me fui enganchando. Me fue guiando para ese lado la oportunidad económica. Trabajé más con eso.

5. ¿Qué lo hace feliz cuando está en la radio?

– El poder expresar creativamente, porque uno puede leer e interpretar noticias, pero también puede transmitirle a la gente una idea desde lo subjetivo, una historia contada con belleza. Una noticia interpretada desde lo más urbano y cotidiano, dijera Benedetti. Me enamora eso, los paisajes cotidianos que podemos generar en la radio. El empatizar con el oyente que está en su casa que vos mismo lo llevas a hacerlo consciente que está en su cocina, con sus olores y sus cosas, en el patio cuando era niño, o llevarlo al recreo de la escuela o a sus vacaciones tocando apenas dos o tres palabras. Eso es lo que me gusta.

6. ¿Cómo llegó a la televisión?

– Por una invitación de Martín Azurica para hacer un formato periodístico biográfico en un mano a mano con invitados. Me gustó mucho esa idea. Grabábamos en el Bar “El Pibe” en el Cerro, incluso hicimos algún programa en mi casa, fue solo un ciclo de unos quince programas donde entrevistamos a gente que me llenó de satisfacción, conocer historias de vida de personas y personajes de Salto tan distintos, desde Papino Ciocca hasta Don Eduardo Malaquina, por citar algunos ejemplos. Lo que me permitió aprender de tele, porque como ese programa se grababa me permitió hacer mis primeras armas. En 2018 fue la primera vez que hice un programa en tele. Me divertí haciéndolo y aprendiendo.

7. En 2020 llegó la propuesta de “Tardes Informales”, también por Canal 4. ¿Cómo ha sido esa experiencia?

– Te diría que bastante abrumadora, porque de pasar de un programa semanal grabado, en un espacio controlado, a hacer todos los días una hora y media en vivo, es un desafío que por momentos te saca de tu zona de confort, porque hay que hacer notas, hay que pensar juegos, hay que entretener a la gente, hay que buscar compensar un poco los tiempos de cada uno porque junto a Evangelina (Lechini) hacemos la conducción del programa, todo eso es un desafío muy grande. Cuando el año pasado terminamos el ciclo sentí como un alivio porque terminamos muy cansados. Justo ayer comenzamos la tercera temporada del programa.

8. ¿También llegó al Stand Up?

– Tengo un sentido del humor bastante especial, soy bastante sarcástico y de hecho me gusta bastante el humor negro. Con la pandemia y el tiempo libre que tenía en casa, empecé a hacerme aficionado al stand up y a preguntarme por qué no me animaba a escribir algo de tanto bolazo que digo. Un buen día me puse a guionar, muy de autodidacta y atrevido porque no tengo nada de teatro más que algún tallercito, y me tiré al agua. Ahí descubrí dos cosas, que puede funcionar, pero no en Salto. Nuestra gente tiene un humor un poco raro. Fue una experiencia que igual disfruté.

9. ¿Cómo lo trató la pandemia? ¿Cómo la vivió?

– Al principio me asusté bastante, como todo el mundo no sabía qué esperar y tampoco sabía cómo prepararme. No soy un tipo muy metódico para ceñirme a los protocolos, por mi forma de ser, supongo. El encierro me generó una dificultad emocional importante, el no poder encontrarme con mis amigos como hacía habitualmente, si bien tampoco soy de una gran vida social, pero sí de juntarme cada quince días a tomar una cerveza, comer unos chorizos. Eso me afectó. Después a mi vieja le diagnosticaron cáncer de mama en 2020, algo que para toda la familia significó entender que un paciente oncológico tiene otro cuidado, porque es una comorbilidad que la hace más vulnerable al coronavirus. Ahí me cayó la ficha del COVID. Felizmente después le extirparon el tumor que tenía en el seno, no tuvo más ramificaciones, entonces todos dijimos que la sacamos barata, pero que íbamos a cuidar a mamá y a cuidarnos todos porque ella seguía con tratamiento luego de la operación. Esto me permitió acercarme más al compromiso de cuidarme.

10. ¿Cómo espera que sea el 2022?

– Espero que sea un año, en lo personal, que me permita seguir trabajando de lo que amo, que es un descubrimiento. En el 2017 tomé la decisión de alejarme de la empresa donde trabajaba en otro rubro, comercial, y tomé la decisión de dedicarme a la comunicación, así que espero que este año me permita armar un presupuesto del que pueda estar tranquilo. No digo hacer plata porque éste no es un medio que los que estamos sabemos que no es un rubro para hacer plata, pero sí me gustaría seguir viviendo y trabajando de la comunicación porque es lo que amo. Tengo como objetivo algo fuera de lo laboral que es el cuidado de mí mismo. Vengo saliendo de un proceso donde me separé, me divorcié, volví a generar una familia, estoy en un momento más de estabilidad y me gustaría que este sea un año más de reencuentro con mis afectos, con la práctica del deporte que tengo algo relegado. No le pido mucho al 2022, no soy muy pretencioso.

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