Héctor Trinidad, el presidente y Gladiador que recala en el plan que anima
Es el nuevo período de la Comisión Directiva de Gladiador. Las manos y el corazón se tienden otra vez por la causa. El presidente reconoce que el 2020 fue complicado «por todo lo que pasó, lo bueno es que a nivel del Consejo Único Juvenil logramos meternos en la liguilla. No faltó el protagonismo buscado, porque además en el club no deja de primar el interés por las divisiones juveniles. Es una política deportiva para insistir. No por nada hemos logrado tender ese puente con Peñarol de Montevideo y de futuro al vínculo lo vamos a profundizar.
Si nuestros jugadores pueden ir a Peñarol, mostrarse, practicar, que lo hagan. Ya hemos dicho que no vamos a exigir ningún dinero previo. No cerrar la puerta a ninguna posibilidad que surja».
«NO DEJAMOS
DE VALORARLO»
El presidente de Gladiador, HÉCTOR TRINIDAD no varía el enfoque en
EL PUEBLO.
Cuando asumió la función, no ha de persistir en determinados lineamientos, mientras apela a la sensibilidad del hincha, del vecino del barrio, »porque esto es entre todos».
Tampoco deja de apuntar a un nombre… »si no fuese por Milton Albernaz ninguno de nosotros seguiría en la Comisión Directiva. Por razones particulares no puede sumarse al núcleo, pero su apoyo es tan importante como siempre. Por eso no dejamos de valorarlo».
ELEVANDO LA MIRA
En el caso de Gladiador, no se aparte del fin »de jugar el campeonato que fuese», pero los objetivos se prolongan puntuales, sobre todo en el escenario de fútbol. En este caso, con la zona de vestuarios en la mira.
Para el presidente, no se altera la necesidad fundamental: »la de seguir convocando al hincha, al socio. Hemos sostenido la base en materia de Comisión Directiva, pero no faltan incorporaciones y en el caso de Carlitos Díaz por ejemplo, se trata de quien por años fue jugador de Gladiador. Al fin de cuentas no dejamos de ser un club de puertas abiertas. Tenemos limitaciones como tantos, pero tenemos potencialidades también y como directivos, el reconocer que no estamos solos y si un barrio no esté al margen, es lo mejor que puede pasarnos»
