Nacional, flamante Campeón Uruguayo, jugó la Copa Carlos Gardel el sábado a la tarde. Se impuso 1 a 0 a Tacuarembó, el que fue primero en la Primera División Amateur. El amistoso del estadio «Ing. Raúl Goyenola» congregó a 8.000 aficionados. Fue emitido en directo por VTV y a partir de ello, por estos lares salteños también, la comprobación del espectáculo montado.
Del disfrute que supuso la presencia de Nacional, con la actitud de los futbolistas tricolores, de cara a la gente. Todo el repertorio: fotos y firmas.
Ningún detalle dejó de ser contemplado. Fue una fiesta en el norte. La fiesta de ellos. Como tantas veces de aquí, solo queda mirar la TV. No hay otra.
LO QUE NO SOMOS
Tan cercano geográficamente Tacuarembó respecto a Salto, y sin embargo tan lejos ellos….de lo que nosotros no tenemos.
1) No tenemos un estadio con determinada capacidad locativa como para albergar un mínimo de 10 mil personas. Lo tienen Paysandú, Rivera, Colonia, Maldonado, Cerro Largo.
Pero nosotros: no.
2) No tenemos un equipo que sea competitivo y que trascienda en la divisional de AUF que fuese. Para Salto Fútbol Club este año, menos que lo producido en el 2021 en que se alcanzó una plaza en la segunda rueda. En este 2022, ya en la primera fase, la eliminación fue consumada.
Tacuarembó ha tenido un equipo con propuesta y fue campeón ascendiendo. Pero nosotros: no.
3) El fútbol salteño fue padeciendo un mal en el tiempo: no levantar vuelo para descubrir otros horizontes. No por nada transcurrieron 17 años con Salto Fútbol Club al margen. Plazas del Interior que comenzaron a trascender, mientras el perfil nuestro, se estacionó en lo doméstico, limitando el mañana a alguna consagración a nivel de selección o de clubes en OFI. Pero en ese otro fútbol, ellos como Tacuarembó, Colonia, Maldonado y Cerro Largo, definitivamente así.
Pero nosotros: no.
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De lo que no hay dudas: la lejanía «naranjera» es cosa manifiesta.
Y no se trata lo de Tacuarembó, de «sana envidia» nuestra.
No es envidia de ninguna naturaleza. Es tan solo admitir que algunos levantaron vuelo en el tiempo. Crecieron. Se potenciaron.
Pero nosotros: no.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-
