
La controversia en el boxeo olímpico se intensifica tras el reciente combate entre la boxeadora italiana Angela Carini y la argelina Imane Khelif en los Juegos Olímpicos de París 2024. Carini decidió retirarse a los 46 segundos del inicio del combate, después de recibir un fuerte golpe de Khelif, lo que generó un debate acalorado sobre la participación de atletas intersexuales en competiciones femeninas.

La Federación Italiana de Boxeo (FPI) ha tomado una postura firme al anunciar que no aceptará ningún premio en metálico de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) tras el ofrecimiento de 50.000 dólares a Carini por su desempeño en el combate, y 25.000 para su entrenador y la federación. En un comunicado oficial, la FPI expresó: “En relación con la oferta económica realizada por el presidente de la IBA, Umar Kremlev, la Federación Italiana de Boxeo niega la hipótesis de aceptar ningún premio en metálico”. Fuentes de la federación también confirmaron que Carini no aceptará dinero de la IBA.
La decisión de Carini de retirarse fue motivada por su preocupación por su salud y el impacto de la controversia que rodea a Khelif, quien ha sido objeto de críticas debido a sus niveles de testosterona. En declaraciones posteriores al combate, Carini expresó: “Me duele muchísimo. Nunca había sentido un puñetazo como este”. Su decisión ha generado reacciones diversas, con críticas a la participación de Khelif en el torneo, similar a la situación que enfrentó la atleta sudafricana Caster Semenya en competiciones de atletismo.


El Comité Olímpico Internacional (COI) y París 2024 han defendido que todos los deportistas que participan en el torneo de boxeo cumplen con las normas de elegibilidad y los requisitos médicos establecidos. Sin embargo, la controversia persiste, especialmente entre figuras del deporte como la boxeadora australiana Ebanie Bridges, quien criticó abiertamente la decisión del COI de permitir que atletas intersexuales compitan en la categoría femenina.
La situación ha resaltado la complejidad de las cuestiones de género y la inclusión en el deporte, dejando al descubierto las diferencias entre los estándares de elegibilidad y los derechos de las atletas. A medida que avanza el torneo, la atención se centrará no solo en el desempeño de los boxeadores, sino también en las implicaciones éticas y sociales de sus participaciones.