El hombre es buena medida lo que come y aunque desde hace mucho tiempo los alimentos naturales vienen perdiendo calidad y siendo contaminados de diversas maneras. La ciencia ha permitido disimular las consecuencias de este deterioro disminuyéndolo.
Nadie puede discutir que los alimentos de nuestros días ya no tienen las mismas propiedades y los mismos efectos que los que tenían antaño. Sabido es que no todo lo de antes fue mejor, porque si bien los alimentos naturales tenían muchas propiedades beneficiosas, también tenían consecuencias nefastas, debido a que no hay incidencia inocua sobre el organismo.
Hoy día sabemos mucho más al respecto y hemos podido atenuar las consecuencias negativas, optimizando las beneficiosas.
El Día de la Alimentación celebrado días pasados, nos recordó en este sentido que una alimentación correcta es lo mejor que podemos hacer para vivir mejor y con más salud.
Alimentarse correctamente por lo general significa limitar o dejar de lado por completo el placer de la alimentación, porque hay veces en que lo que más me gusta es lo que más mal me hace.
Los uruguayos somos carnívoros y estamos seguros que si hiciéramos una compulsa sobre cual es la comida preferida de los uruguayos, tendríamos que el asado y las milanesas de carne se hallarían en los primeros lugares.
Sin embargo existen muchas voces que hoy alertan del riesgo que supone el permanente consumo de estos alimentos. Se exhorta a limitarlos, a bajarlos y a reducir su consumo.
En los hechos esto se ha logrado no por convicción personal, sino porque si bien estamos hablando de uno de los alimentos más completos en proteínas, indudablemente estamos hablando también de uno de los alimentos más caros y dañinos para la salud humana.
En nuestros días ha crecido notoriamente la cantidad de personas vegetarianas, a veces porque no les gusta la carne, a veces porque no soportan el hecho que se críe animales para sacrificarlos luego.
También ha crecido, pero en menor número la cantidad de personas (veganos) que no consumen nada origen animal. Existe otro sector de los vegetarianos que comen pescado, pero nada de carne roja o los sub productos con ella elaborados.
En suma, así se viva 100 ó 150 años, el hombre, genéricamente hablando debería de admitir que lo que interesa es la vida, su duración, su salud y todos los elementos que hay sobre la tierra y que tarde o temprano se terminarán, deben ser manejados con el sano criterio de servirnos y de mantenernos sanos y saludables, mientras vivamos.
Depende sólo de nosotros y de lo que hagamos.
A.R.D.
