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Nostalgia: La Fiesta Uruguaya

El Informe del Domingo

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Si hay una fiesta que ha marcado un hito en la cultura uruguaya, es la noche del 24 de agosto, conocida como la Noche o Fiesta de la Nostalgia. Desde su creación en 1978 por Pablo Lecueder, esta celebración ha ido creciendo cada año, convirtiéndose en una noche esperada por generaciones de uruguayos. Durante esta festividad, se revive la música de épocas pasadas, se reencuentran amigos y algunos se animan a vestir la moda retro de esos tiempos.

Un poco de historia:

Pablo Lecueder, el creador de la Noche de la Nostalgia, fue el pionero en establecer este evento. En 1978, comenzó a realizar la fiesta que se convirtió en un fenómeno cultural. EL PUEBLO conversó con Lecueder en varias entrevistas a lo largo de los años, quien recordó: «Es verdad, iniciamos esto el 24 de agosto de 1978; esa fue la primera vez que se hizo oficialmente. Yo tenía solo 21 años, pero desde los 16 ya tenía un programa de radio, Old Hits, donde difundíamos música antigua.»

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Con el tiempo, las fiestas previas al feriado del 25 de agosto fueron aumentando en cantidad y tamaño en todo el país. Pablo Lecueder comentó: «Los cambios son cambios, no son ni buenos ni malos. El tiempo avanza y se suma gente… Primero éramos solo jóvenes que solíamos salir a bailar todos los fines de semana, y un día decidimos escuchar otra cosa, otra música, algo más viejo, y así surgió, con algo tan simple como eso.»

«Tuvimos suerte»

Lecueder continuó narrando: «Creo que todo tiene su parte de creatividad y su parte de suerte. Queríamos escuchar otro tipo de música, pero los locales no nos alquilaban cualquier día. Entonces, pensamos en la víspera de un feriado y surgió la idea de hacerlo el 24 de agosto. Fue algo casual, no estaba necesariamente relacionado con la fecha concreta del feriado, pero la suerte estuvo de nuestro lado, ya que se convirtió en una tradición asociada a esa fecha.»

El origen y la evolución de la fiesta

Al recordar aquel primer 24 de agosto, Lecueder destacó: «Fue un gran éxito. Fue una fiesta muy divertida y a la gente le encantó. Pasaron los meses, y decidimos repetir la fiesta. Así que, ¿por qué no hacerlo de nuevo el 24 de agosto? Inicialmente la llamábamos La Fiesta de Old Hits, pero luego adoptamos el nombre Fiesta de la Noche de la Nostalgia. Aunque a veces se debate si la nostalgia debe asociarse con dolor o pérdida, lo cierto es que la fiesta fue un gran éxito. Nos contactaron distintos locales bailables, sorprendidos de que la gente quisiera escuchar música vieja. La primera fiesta se realizó en el boliche Ton Ton, luego en Lancelot, después en Magique y finalmente en Zum Zum.»


  ¿De qué tienen nostalgia los salteños?

La pregunta es amplia y así, tal cual, con esa amplitud se la transmitió EL PUEBLO a diferentes personas en nuestras calles: “Se viene otro 24 de agosto, ¿de qué siente nostalgia usted?”. Y las respuestas como se verá a continuación fueron muy, pero muy variadas.

-Ángela (48 años):

“Pienso en el desfile del 25 de agosto y tengo nostalgia de otro tipo de desfile, no sé, pero me parece que eran desfiles más chicos pero con más emoción. Últimamente veo que los que van (desfilando) es como que van más por obligación. Antes los que desfilaban, yo me acuerdo de desfilar como niña con la escuela 4, se aprontaban con tiempo. Te digo que siento más nostalgia de eso que de la noche del 24, que la verdad nunca hice nada fuera de lo común”.

-Elda (66 años):

“Creo que todos tenemos nostalgia de cosas que fueron mejores a lo que son hoy en día, ¿no? Y la gente joven dentro de unos años va a sentir nostalgia de lo que es hoy la realidad, me parece que eso siempre va a ser así…Si me dice qué extraño yo (piensa)…y bueno, capaz una ciudad con más vida, con más trabajo, donde calle Uruguay un sábado de noche por ejemplo era una romería, las pizzerías con las mesitas en la calle y llenas, pero lleno todo, hoy no se ve eso. Así podría decir de varias cosas más, pero ahora pensé en las pizzerías (risas)”.

-Julio César (76 años):

“La tranquilidad, pero sin ninguna duda, la tranquilidad que vivía la gente hace treinta o cuarenta años. Eso es lo más importante. ¿Usted ve familias enteras sentadas en sillas en la vereda hasta la madrugada? Difícil, ¿no? Bueno, yo vi eso, lo viví mejor dicho, y con toda la puerta abierta. Si algo tiene que darnos nostalgia a los veteranos es eso. Después…el respeto a los mayores me parece que era mejor, los hombres eran más caballeros, la gente charlaba más en vez de tanto celular…”.

-Fiorella (55 años):

“Nostalgia por los bailes de los años 90 más o menos siento yo…Un poquito antes de los años 90 capaz. Era espectacular aquello, te digo los bailes en general, las discotecas mismo que había, como Papy´s, Oasis, Mac Kennon…y ni que hablar los 24 de agosto, era un baile muy especial, con música vieja, que hacía recordar cuando éramos adolescentes…Después me parece que cambió mucho y me parece que se transformaron en bailes más comunes, como los que se hacen cualquier fin de semana”.

-María de los Ángeles (67 años):

“Los cines que había en Salto, que conocí como tres o cuatro por lo menos…Los circos, ir al zoológico, tiendas como El Triunfo, La Quemazón, un restaurante como La cordillera que para mí fue lo mejor que hubo en comida, menos autos en las calles, ni que hablar menos motos, así que imaginate que era todo más tranquilo…Más o menos eso es lo que se me viene a la memoria si pienso en cosas que viví y ya no existen más…El movimiento que había en la ruta también (Avda. Blandengues) acá sobre la Zona Este, era un comercio pegado al otro, tienda, bares, zapaterías, almacenes…Bueno, no se olvide que ahí estaba Barbieri y Leggire”. 

-Gabriela (37 años):

“Y…yo siento nostalgia de mi niñez, y de la niñez de mis hijos también. Digo por ser tan diferente la mía y la de ellos. Mi niñez fue en el campo, corriendo en el pasto, jugando con mariposas (risas)… y la de ellos nada que ver, fue acá en la ciudad, jugando en un patio cerrado, cuidándolos del tránsito continuamente si salían…Todo cambió, esos cambios que uno ve si se pone a pensar, es lo que trae nostalgia”.

-Lucas (35 años):

“Siento nostalgia del tiempo que no me tocaba tomar decisiones, o sea, como no era adulto, otros decidían por mí, tenía a mi madre por ejemplo. Pero uno crece y cambia todo. Después te puedo decir también que uno siempre tiene nostalgia de la casa donde pasó siendo niño, de la escuela, del liceo, de los compañeros de clase más que nada, más cuando hay gente que no sabés más que fue de la vida”.


Oscar Amaral: “Confieso que a veces me siento un poco solo en la reflexión, porque para mí, la Noche de la Nostalgia tiene los años contados”

Comunicador de vasta trayectoria, Oscar Amaral es un salteño ampliamente conocido por su destaque en medios televisivos y radiales, y quizás antes aún, por su ferviente participación en discotecas. Una persona ideal para hablar de nostalgia: por formas de comunicación que ya no existen, por música que se escuchaba en otros tiempos, en fin…por aquellas cosas por las que siente y por las que no siente nostalgia. Con él también conversó EL PUEBLO para este informe.

-¿Tenés nostalgia por algo cuando estás acá, en tu ámbito de trabajo?

En el área comunicacional, es decir, la radio y la televisión, que son dos medios que conocí desde adentro por mucho tiempo, tengo muy buenos recuerdos, pero no siento nostalgia, al revés, te diría que no sabría cómo trabajar con los elementos técnicos de los 80 o 90´s. Confeccionar una pieza radial o televisiva sea promocional o periodística te podría llevar horas, manipular cintas, discos de vinilo, reproductores y grabadores mecánicos, las grabaciones y las mezclas eran obligatoriamente en tiempo real, es decir, te equivocabas en un detalle y a empezar de vuelta.  Yo realmente no podría volver atrás. Debo reconocer que sí puedo sentir nostalgia del ambiente laboral que se generaba…

-¿Cómo es eso?

Claro, porque los medios necesitaban a mucha gente trabajando, precisamente porque todos estaban muy ocupados en procesos muy laboriosos, y la cooperación y camaradería que se generaba naturalmente en estos lugares hoy se extraña un poco. En la actualidad tres o cuatro personas ponen al aire un medio de comunicación en un determinado horario, y hay otros en que ya todo es automático. Los colegas, los amigos que se cosechan de esas épocas pasadas tienen lazos muy firmes que resisten el tiempo, nos encontramos con la alegría de recordar anécdotas y peripecias para conseguir un producto agradable para el aire de la radio o la televisión.

-Sos hombre de discoteca también, ¿y en ese caso qué recuerdos podrías traer?

Sí, yo provengo de la discoteca. Desembarco junto a Sergio Hornos, en la radio (Tabaré) allá por el 83 y me gustó tanto la experiencia que nunca más me alejé. Somos hijos de una generación que creció escuchando y bailando música anglosajona grabada en discos de vinilo y que copiábamos en cassettes. Conseguir lo último de esa música te separaba de ser bueno o mediocre en la discoteca o en la radio. En la actualidad eso se reduce a comprar una membresía en Spotify. Ya nadie se diferencia por “tenerla antes” o “en exclusiva”. ¿Es más fácil?, sí. Pero la nostalgia se siente porque la aventura por ser el mejor… ya se fue. Todos tienen el mismo acceso.

-¿Qué reflexión te merece “La Noche de la Nostalgia?

Confieso que a veces me siento un poco solo en la reflexión, porque para mí, la “Noche de la Nostalgia” tiene los años contados. ¿Por qué? Porque uno siente “nostalgia” siempre unido a la música. Es un tema musical el disparador de un recuerdo. “Uy…cuando estaba de moda este tema yo estaba…”; esa es una frase común en estos días de agosto.  Ahora bien, en la actualidad la música no genera recuerdos perdurables, porque pasa y se va. Hagamos el ejercicio: preguntemos en un grupo de veteranos de los 80: ¿cuál fue el tema del verano 1982? Ahora preguntemos en un grupo de la generación contemporánea: ¿cuál fue el tema del verano del 2022? No hay una referencia clara, porque la música permanece 15 días o un mes. Entonces si no hay memoria auditiva que dispare recuerdos… ¿Qué nostalgia se evocará en los próximos años? La Noche de la Nostalgia tiene contados sus días. Las nuevas generaciones no se sienten identificadas con ella.

-Pero en tu caso por ejemplo seguirás sintiendo algo especial…

A mí y a muchos de mis colegas y amigos nos seguirán emocionado los recuerdos de cómo cortábamos cintas de grabación profesional con una Gillette para unir las partes después, o como, para conseguir el efecto de sonido de una frenada de auto, teníamos que salir a la calle con un grabador, conseguir el auto, el chofer, cortar el tránsito y hacer que el auto frenara de golpe una y otra vez hasta conseguir lo que queríamos. También recordaré con nostalgia cuando nos juntábamos con amigos para ir a pedir en las estaciones de servicio, latas de aceites de motor vacías para ponerle lámparas dentro y cubrirlos con papel celofán de colores y fabricar así nuestras primeras luces para la discoteca. O armar una bola espejada tomando una pelota de playa, destrozar un espejo, pegarle los pedacitos y después robarle la máquina de helados que mamá guardaba para hacer helado casero cremoso en el congelador de la heladera…el motor de ese electrodoméstico era el único que giraba tan despacito que era ideal para poner a andar la bola espejada. Voy a recordar con nostalgia la diversidad y multiplicidad de boliches que trabajaban simultáneamente en la noche salteña. Cada gusto, cada estilo tenía sus fanáticos. Había opciones para elegir donde ir con tus amigos. Todas estas son cosas que se perdieron, que ya no están… o que se transformaron, no lo sé. Tengo curiosidad por saber si hay lugar para esa experiencia llamada “Nostalgia” en las nuevas generaciones. El mundo se aceleró, se encerró en la tecnología. Veremos qué futuro… tiene el ayer.


José Pedro Bortagaray: “Reabrimos El Peñón en diciembre de 1982 y al año siguiente hicimos la primera Noche de la Nostalgia en Salto”

Muchos recuerdan a José Pedro Bortagaray al frente de una discoteca, que podía ser en un cumpleaños o casamiento, pero muy especialmente en El Peñón, ese boliche bailable que fue un clásico de las noches salteñas durante varios años. 

“Nosotros reabrimos El Peñón en diciembre de 1982 y al año siguiente hicimos la primera Noche de la Nostalgia en Salto. La organizamos ahí en El Peñón, fue un éxito y de ahí en más quedó una tradición de hacerla todos los años. Por supuesto que en Montevideo ya la hacía Lecueder, que fue su creador”, comenzaba diciendo José Pedro en una amena conversación con EL PUEBLO, que prosiguió así:

-¿A quiénes te referís con “nosotros” y qué otros recuerdos rescatás de aquel inicio?

Éramos Ricardo Perrone, Fernando Cesio, Luis Paganini y yo. Después se fue Paganini, más tarde se fue Cesio y quedamos Ricardo y yo, hasta que después le compré la parte a Ricardo y quedé yo solo. Los últimos años del Peñón lo tuve yo solo. Tuve un gran apoyo de Juan Osorio, le apasionaba y entonces era mi mano derecha. En el año 93 se lo alquilo a él, a Cesio y a Luis Gauthier, que trabajaban conmigo ahí. Después de eso, ellos me lo entregan y lo vendo. Pero te cuento, que el mismo día que abre El Peñón, abrió Mac Kennon, eran públicos diferentes y los dos trabajábamos bárbaro. Justo tuvimos la suerte que nos tocara reinaugurar El Peñón y vivir la década del 80, que fue la década de oro en cuanto a material discográfico. No paraba de salir éxitos de todo lo que era pop, rock, era algo impresionante, y eso también requería una importante inversión. Se invertia mucho dinero en material discográfico. No existían las computadoras, no se bajaba ningún tema, yo viajaba muy seguido a Montevideo. Era suscriptor también y me mandaban material de Papers y de Billboard, me mandaban todo lo nuevo que llegaba de Inglaterra, Estados Unidos, Europa. También hacía algún viajecito a Buenos Aires, Uruguayana, a Concordia, para ver si conseguía algunos otros temas de rock argentino.

-Mencionaste Mac Kennon, ¿de qué otros boliches similares te acordás, como para hablar un poco del contexto en Salto?

Después vino Las Rocas en la costanera norte y después Oasis, y se puso muy de moda la costanera. Después surge Córner también, con Miguel Irisrte, en la esquina de Brasil y Grito de Asencio, que era un boliche muy lindo, muy buena música, era más o menos el mismo público que compartíamos, Córner tenía el fuerte los viernes y El Peñón los sábados. También había estudiantina, estudiantes que querían viajar yo les daba entradas y ellos hacían su baile en El Peñón, iban a un porcentaje. Después me acuerdo que abrió “Z”, en la costanera sur, era un boom con toda la tecnología, yo pensé que nos iba a liquidar pero no, fueron dos o tres sábados nomás y El Peñón siguió con su gente. También abrió Calipso, aquel local con forma de barco en la costanera norte, que fue cambiando de nombres. Bueno… Me acuerdo también que Víctor Hugo (Solís) hacía la Estudiantina, una vez yo le hice el sonido y la iluminación…

-Volvamos a El Peñón, ¿qué otros recuerdos? ¿Y concretamente sobre la Noche de la Nostalgia?

Pasaron muchos discjockey por El Peñón, no los voy a nombrar porque son varios, pero toda esa década que estuvimos abiertos, del 80 a principios de los 90 fueron muchos los discjockey. La Noche de la Nostalgia la preparábamos mucho, porque nos íbamos por ejemplo a los años 70, que había mucha música latina…Era todo mucho más difícil, más artesanal, se enganchaban los temas de una bandeja a la otra, con una consola. Por supuesto que después nos fuimos tecnificando cada vez más, fuimos mejorando el sonido, los parlantes fueron sonando cada vez mejor, las luces se fueron tecnificando… Nosotros llegamos a tener las mangueras y la luz negra y las columnas aquellas que había…Después vinieron los equipos láser y todo fue mejorando.


Víctor Hugo Solís: Nostalgia y Recuerdos Inolvidables en la Fiesta de la Nostalgia

La Noche de la Nostalgia, una de las celebraciones más esperadas del año, se acerca. Para profundizar en este evento icónico, consultamos a Víctor Hugo Solís, un referente salteño en música y eventos. Solís comenzó compartiendo la historia de esta noche emblemática uruguaya.

«La Noche de la Nostalgia nació con Carlos Lecueder en Montevideo, quien organizó una fiesta con música de hace diez años, la misma que transmitía en su programa de radio. La aceptación fue tan grande que decidió celebrarla anualmente el 24 de agosto, como previa al feriado. Con el tiempo, este día se ha convertido en una de las fechas más concurridas en Uruguay, superando incluso a Navidad y Año Nuevo en cuanto a la cantidad de gente que sale a disfrutar.»

Para Solís, el 24 de agosto representa una oportunidad para recordar las décadas de los 70, 80, 90 y hasta los 2000. «Estos temas musicales dejaron una marca especial y perduran hasta hoy. Programas de radio, como los que tenemos en la Siglo, siguen basándose en estos clásicos, tanto en inglés como en latín. El rock nacional también tiene su espacio, con bandas como Los Tontos, Buitre y Traidores.»

La nostalgia de la fiesta no solo la sienten quienes vivieron esas épocas, sino también las nuevas generaciones. «Hoy, muchos padres llevan a sus hijos a estos eventos, y la música de antaño sigue viva en los programas de radio y en la nueva música electrónica que remixa los clásicos.»

Solís destaca la singularidad de la noche: «Es una oportunidad para reencontrarse con viejos amigos en un ambiente que no se encuentra fácilmente en la ciudad. Es un momento para revivir la época de Estudiantina y otros eventos históricos, como los de los boliches Ton Ton, Oasis y Planeta X.»

Con una trayectoria que comenzó en 1984 con Radio Cultural, Solís recuerda los grandes referentes de la música disco y los clásicos que definieron su carrera. «Nuestro objetivo es llevar a los asistentes en un viaje imaginario a través de los 70 y 80, presentando también temas actuales para mantener la conexión con el presente.»

Cada año, organizan tres eventos clave: la Noche del Reencuentro, la Noche de la Nostalgia y el aniversario de la radio. «Estos eventos son una oportunidad para celebrar y recordar. Les mandamos un gran saludo y los esperamos en Le Park para compartir esta noche tan especial.»


Tránsito

Le pedimos a la población que si va a tomar, se designe un conductor, eso para nosotros es lo mejor

Miguel Da Costa, Jefe del Cuerpo Inspectivo

El hecho que sea una celebración en horas de la noche, el hecho que esa noche se viva un ambiente de festividad donde la comida y también las bebidas alcohólicas suelen estar presentes, entre otros factores, hacen que el tránsito sea una cuestión a cuidar especialmente. Es por ello que, desde hace muchos años y no solo en Salto sino en todo el país, se realizan operativos con ciertas particularidades a fin de ejercer controles, sobre todo de espirometría. Estos operativos se hacen habitualmente en conjunto entre la división de Tránsito de la Intendencia, la Policía y la Prefectura Nacional (cuando se trata de la costanera, es decir su jurisdicción). Al momento de elaborar este informe, EL PUEBLO conversó con Miguel Da Costa, el actual Jefe del Cuerpo Inspectivo de Tránsito de la Intendencia de Salto.

-¿Ya preparándose para otra Noche de Nostalgia?

Sí, en el marco de un nuevo 25 de agosto cuando se festeja la Noche de la Nostalgia, la división Tránsito siempre se prepara para un desafío de un año más. Siempre ponemos los mayores recursos humanos a trabajar, porque sabemos que genera esa noche una movilidad superior a las normales de lo diario. En ese sentido trabajamos en común con las diferentes instituciones, como el Ministerio del Interior con la Guardia Republicana y su Jefatura, también con la Prefectura y la Policía Caminera siempre trabajamos mancomunadamente para generar la mayor de las garantías posibles, para que esa noche sea una fiesta para todos y que todos puedan volver a sus casas tranquilamente. Como todos los años, ponemos cada institución el mayor de nuestros esfuerzos y siempre se coordinan buenos operativos para tener el control de la ciudad, que eso es lo principal, y generar seguridad en la calle.

-Cuando en uno de esos operativos se detenga a un vehículo, ¿qué se exigirá?

El abordaje que hace el cuerpo inspectivo en cualquier control rutinario, sin dudas que lo principal es tener la documentación del vehículo y de la persona. Me refiero a la propiedad del vehículo, a la licencia de conducir y sin dudas que el vehículo esté totalmente en condiciones. Para nosotros es siempre un desafío que salga todo bien en la noche y estamos siempre abocados a controles de espirometría y drogas también.

-¿Alguna recomendación en especial?

Le pedimos a la población que si va a tomar, se designe un conductor, eso para nosotros es lo mejor, que haya un conductor designado. O que la gente se maneje caminando, o por otras vías como por ejemplo un taxi.

-¿El público que sale a las calles es muy diferente esa noche, con relación al resto del año?

Es una de las fechas muy puntuales, donde siempre hay un público relativamente mayor que es el que sale. Es otro tipo de público sí, es el que aprovecha a salir en esta fecha puntualmente, un público mayor que le gusta ir a todo lo que es cena show y todo ese tipo de cosas. Entonces por suerte se ha mantenido en una cuestión de tranquilidad dentro de ese horario… 

-Justamente le iba a preguntar por la experiencia de años anteriores…

El año pasado por ejemplo no se constató ninguna espirometría positiva, en más de 1.100 que se hicieron. Quiere decir que la gente en esa fecha toma conciencia, designa a un conductor, o elige ir por otros medios, o decide no conducir bajo efecto de alcohol o droga. En realidad puede haber alguien que lo haga, pero va mucho más precavido porque sabe que hay mucho más controles ese día.

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