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viernes, 7 de febrero de 2025
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«No es que nadie es profeta en su tierra, nosotros profetizamos aquí… Entonces éramos los raros, los tipos diferentes, los bichos raros del pueblo»

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Néstor Hugo Balbuena:

¿Qué es de la vida de Néstor Balbuena? Hay quienes lo recuerdan por el Instituto Eureka, otros como músico y bailarín, otros por el tiempo en que estuvo al frente del boliche Classic, en fin, polifacético este salteño que una vez decidió dejar esta tierra para radicarse en Estados Unidos y más tarde en Ecuador, donde vive actualmente (en Guayaquil) dedicado a la producción de eventos artísticos. Pero la semana pasada anduvo por Salto y EL PUEBLO conversó con él. Este domingo ya se fue otra vez, viajó rumbo a Argentina y después irá a reencontrarse con su pareja en Ecuador, y entonces «no sabemos si hacemos un recorrido por Argentina y Chile, o por Europa, porque estoy trabajando mucho desde afuera; voy a Ecuador, firmo algunos papeles y después manejo todo desde otros lados». Néstor Hugo Balbuena nació en Salto el 17 de octubre de 1962. «Mi mamá se llamaba Gladys y murió muy jovencita, te diría que a mí desde el primer día me crió mi tía Camila, que fue como mi mamá», es parte de lo que empieza contando. Y así prosigue el diálogo:

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1- Cuando venía para acá, una persona me dijo: «Ah, vas a entrevistar al Topo», ¿cómo es eso?

(Risas)… Mirá, acá en Salto había una verdadera «escuela» para muchos músicos, que era El Sótano (whiskería en calle 19 de Abril), con «Palito» (Da Silva Etchamendi) al frente… Una vez a un hombre, en el boliche no le habían dicho que habían cambiado el músico de la batería, en ese momento tocaban músicos como el «Perro» Méndez, Sancristóbal, entre varios más por supuesto. Esa noche estaba yo en la batería, tenía 16 o 17 años cuando mucho. Tenía pelo largo y las orejas muy paradas. Así que el hombre se da vuelta y cuando vio que no era el «Charo» Sancristóbal el baterista, dijo: «está el Topo en la batería», por mis orejas, y de ahí quedó… Y los músicos, la gente que siempre anduvo en la noche, siempre me dijeron Topo o Topito.

2- Ya volveremos a lo artístico, pero quiero decirle que muchos lo identifican por el Instituto Eureka. Muchos otros por la discoteca Classic…

Y sí, porque Eureka marcó una época, hasta finales de los 90 que estuve yo, fue una institución importante no solo a nivel local, por los locales que tuvo acá y demás, sino también a nivel nacional porque nosotros fuimos en su momento el instituto con más cursos de reconversión laboral en todo el país, que tenía con el Ministerio de Trabajo creo en aquel momento. Y Classic fue otra de las cosas que hice aquí. Es todo una historia. Me acompañó en ese proyecto Vicente Cisa, mi ex cuñado y gran amigo del alma, que cuando estoy en Salto lo voy a ver todos los días al Palacio de la Música. Estábamos comiendo un día y le digo: “Mira, se va a vender Makenon, lo voy a comprar y necesito un socio”. Él nunca había entrado en bailes, discotecas, nada de eso, y me dijo: “Vos sabés de eso, me voy con vos”. Y se vino conmigo y tuvimos 5 años de éxito absoluto.

3- Además de músico, se destacó también como bailarín, ¿verdad?

Justamente lo comentaba el otro día con el Bocha (Ardaix), que yo tenía condiciones para el folclore, para el baile clásico, todo eso, y el Bocha me descubre cuando yo era un niño de 10 años más o menos, me descubre en la Escuela 2, donde me ve bailar, me agarra y me dice: «Vení niño para acá, que te voy a presentar a un amigo». Ese amigo era Eduardo Piñeyro. Así que ahí empiezo a bailar en el grupo Ibirapitá, donde bailé gran parte de mi vida profesional. Luego pasé por clases con Yiya Migliaro haciendo Jazz y con las hermanas Gaudín (Ana Ma. y Ma. Cristina) haciendo Flamenco. Todo esto marca parte de mi vida por lo que vino después…Por ejemplo en Estados Unidos, que entro al Boston Flamenco Ballet, como Director Artístico, luego como Tour Manager (director de giras de conciertos), y después me voy a Ecuador por esas casualidades de la vida…

4- ¿Por qué llega a Ecuador?

Llego a trabajar como jurado de las competencias más importantes…Arrancando con «Bailando por un sueño» de 2006 a 2012, de ahí paso al programa «Soy el mejor», luego voy a otro programa que ahora no recuerdo bien el nombre y después vuelvo a «Soy el mejor» hasta el año 2021, que es cuando ya me retiro por el tema del cáncer y todo eso…Había estado 6 años en EEUU; estaba muy bien pero muere el director de la compañía donde yo estaba. Además yo estaba saliendo con una chica ecuatoriana que es mi actual pareja, ella me invita a conocer Ecuador, me enamoro de esa ciudad, entro a “Bailando por un sueño” y desarrollo mi carrera ahí.

5- Precisamente iba a ese tema; ahora se lo ve bien, pero hace poco le tocó vivir momentos difíciles en cuanto a la salud…

Sí, pero no diría momentos difíciles, te diría que fue una época desafiante. Son esos momentos en que tienes que enfrentarte contra la naturaleza, o sea contra tu propia naturaleza. El día que en el instituto del cáncer más importante de América Latina me dicen que tengo un tumor en la garganta, que es un carcinoma, pero que no me preocupara porque me iban a ayudar, yo le dije a mi doctora: «Preocúpate tú, yo me voy a ocupar». Porque ¿para qué me iba a preocupar? Yo tenía que ocuparme de lo que tenía que hacer. Ahí me dijo: «Mira, acá hay dos caminos; no hacer nada y te mueres en 12 años o atacar este tumor como se debe atacar y si no estás preparado para esto física y psicológicamente, te puedes morir en 1 año, porque el tratamiento es muy invasivo”. Hice 6 sesiones de quimioterapia, estando internado con Cisplatino, durante 7 días y 21 de descanso, 7 días más y 21 de descanso… Zafo eso y entro a 35 sesiones de Radioterapia y Radio Quimio. Era Radio todos los días durante esos 35 días y una Quimio semanal. Llegué a pesar 59 quilos.

6- Vuelvo para atrás en el tiempo, ¿cuándo y por qué se va de Salto?

Me voy de Salto a finales de los años 90. Año 1999 si mal no recuerdo. Ahí me voy para EEUU. No me voy por problemas económicos como se puede pensar, porque después viene la gran crisis, pero fue más adelante. Yo me voy antes, y me voy buscando un mercado más amplio, como músico, como artista, como persona sobre todo. Porque creo que Salto es un mercado muy limitado y el Uruguay también lo es. Limitado por todos lados…Económicamente, geográficamente, y muchas veces limitado mentalmente también, porque acá la verdad que la mitad de nosotros somos muy limitados, y la otra mitad son genios. O sea,hay dos tipos de pobladores en Salto. La gente limitada, por no utilizar alguna otra palabra ofensiva, gente que tiene una visión muy corta y no puede ver más allá de la nariz, y la gente que tiene una visión increíble que puede hacer brillar… Como hemos brillado cantidad de artistas de esta ciudad, que hemos nacido acá… Pero ¿por qué?…

7- Justamente iba a preguntar eso, ¿por qué? Es decir, ¿cuál es la clave?

Porque no le hacemos caso al detractor. Aquel que me veía con las mallas de ballet y me decía que yo era un maricón, sigue estando en el mismo lugar, comiendo las mismas cosas y sin hacer más nada que gastarse la herencia que le dejaron sus abuelos. Eso es el 50% de la sociedad salteña. El otro 50% es la gente que te admira, que te apoya, que te da herramientas, que te llena de vivencias y que te hace brillar… ¡en el mundo!

8- Me hizo acordar de una entrevista de Ramón Mérica a Marosa di Giorgio, donde ella cuenta que en Salto la criticaban y le llamaban “la rara”, pero ella seguía adelante…

Exactamente, siempre tan criticada, las cosas que decían de ella algunas personas cuando la veían sentada en un bar…Sin embargo Marosa es Marosa y ya era Marosa en ese momento, en cambio los que la criticaban, ¿qué son? Nada. Creo que nosotros profetizamos en nuestra tierra, eso fue lo diferente. No es que nadie es profeta en su tierra, nosotros profetizamos aquí en nuestra tierra. Hicimos lo que mucha gente no hizo. Entonces claro, éramos los raros, los tipos diferentes, éramos los bichos raros del pueblo. Y la realidad no es esa, la realidad es que cuando te ve el mundo te das cuenta que los que estaban equivocados son todos esos que solo criticaban, y no uno.

9-Cuando vuelve a Salto, ¿siente que la gente lo recuerda por cosas que hizo acá?

Sí, creo que sí, creo que no pasamos en vano por Salto. Yo amo esta ciudad y siempre estoy agradeciendo a mis maestros….Siempre. Como te decía, al Bocha Ardaix, pero a toda la gente de los medios de comunicación que vio en mí algún talento, y a Yiya, a las hermanas Gaudin, la Escuela 2, el Liceo IPOLL.

10-¿Cuánto hacía que no venía y cómo encontró la ciudad?

Hace 5 años que no venía. Noto todo igual, que los pozos siguen estando en los mismos lugares…(risas)…que si te vas del Centro por calle Treinta y Tres hacia el sur están las mismas baldosas flojas, lo mismo por Sarandí… Yo estoy caminando mucho, por temas de salud tengo que caminar cuatro o cinco quilómetros diarios, imaginate que me doy vuelta la ciudad caminando, y encuentro todo igual. Sí he encontrado, por las casas de mis amigos y familiares, que generalmente sigue estando la parte exterior de las casas igual que siempre pero que las han remodelado por dentro, y están muy lindas. Me parece que acá siempre fue así, eso de no darle mucha importancia a las fachadas y sí al interior, cosa que en el mundo es al revés.

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