Entrevista a Matías Alsúa
Ante una llamada atendió inmediatamente, como buen bombero . Pero esta vez no era ninguna emergencia, éramos nosotros para solicitarle una entrevista para EL PUEBLO. Matías Alsúa, Jefe del Destacamento de Bomberos de Salto, nos recibió para contarnos sobre la vida de los bomberos. Luego nos hizo una recorrida por el Destacamento, con particular atención por la plaza de los vehículos, «ve aquel, en aquel rincón», señaló con orgullo, «ese lo rearmaron a nuevo los Voluntarios, hicieron un gran trabajo».
- ¿Desde cuándo está
en Salto? - La propuesta de venirme para Salto desde Fray Bentos, donde estuve de Jefe tres años, sale el año pasado, para lo cual dije que sí porque era una maravillosa propuesta. Para ir interiorizándome me vine a mediados de diciembre. Oficialmente por boletín de órdenes, es a principios de febrero cuando oficialmente tomo el mando del Destacamento de Bomberos de Salto.
- ¿Con qué panorama se encontró en Salto, que es una plaza cinco veces más grande que Fray Bentos?
- Ya había estado en Salto haciendo instrucción, había dado clases de rescate vehicular, acuático, así que ya conocía lo que era Salto. Por ser el Destacamento base y sede de la región, todos los jefes y encargados a lo que comprende la región Salto, Artigas, Paysandú y Río Negro, teníamos reuniones y ya conocíamos lo que era esto. Lo que es cierto es que cambiaba mucho en todo, más gente, más vehículos, más grande la población, mucho más grande la jurisdicción. Acá en Salto se agarra de todo, mucho incendio de campo que son muy lejos, incendios forestales, muchos rescates vehiculares, habla por sí solo, es una ciudad importante. La perspectiva y el panorama que no tenía, era considerado.
- Cuando llegó a Salto, ¿encontró que el número de personal e implementos para trabajar era el adecuado o tenía limitaciones?
- Hace poco tiempo que logramos tener un número de funcionarios suficiente a las exigencias a lo que es un Destacamento de estas características. Ahora también estamos trabajando en conjunto con los Voluntarios, eso suma mucho, son aproximadamente 20 voluntarios, más unos 25 bomberos, nos da un número suficiente como para acudir a todas las intervenciones que estén a nuestro alcance y un poco más también. Con la flota lo mismo, teníamos pocos vehículos, ahora contamos con unos 5 camiones, tenemos un camión nuevo que llegó hace poco, es un hidroelevador donde levanta el brazo hidráulico a 25 metros, que nos facilita tareas de rescate y de incendio.
- Hicieron una demostración en la Expo Salto. Ese tipo de maniobras que realizaron, ¿les exige estar bien entrenados?
- El bombero siempre tiene que estar entrenado, el 90% del ser humano bombero tiene que ser en lo físico, a la hora que se nos exige tenemos que dar mucho sin ver el tiempo del término de las tareas. O sea que tenemos que estar preparados, y en eso estamos. Tenemos un gimnasio y una plaza de maniobras donde ejercitamos. Soy consciente que nunca es suficiente, pero pretendemos estar a la medida.
- Se parte de la base que la función del bombero es apagar incendios y el rescate de personas en situación de siniestralidad vehicular, ¿pero hacen mucho más que eso?
- Bastante más, nos toca también todo en lo que respecta a rescate de animales, inspección en cloacas, extracción de cadáveres…
- ¿De los accidentes de tránsito?
- No solo en accidentes de tránsito o de incendios, también de personas que fallecen y hay que ir a sacar ese cuerpo de la vivienda o de dónde sea. Con nuestros equipos somos los que hacemos esa tarea. Además, cuando la creciente hacemos otro tipo de funciones. También trabajamos mucho en lo que es la prevención, porque no es solo que vamos a los incendios, sino que tratamos la parte preventiva mediante charlas y capacitaciones.
- Nos estamos acercando a la temporada alta de aplicación del Edicto del Fuego que comienza en diciembre donde por lo general no se respeta mucho, ¿ahí es cuando se les multiplica la tarea en el año?
- Exactamente, es un decreto que va del 1° de diciembre al 1° de mayo, abarca toda la temporada de temperaturas altas. Es un decreto que prohíbe las quemas controladas y todo lo que corresponde a camping cuando se hace el famoso y querido asado, donde hacemos que se tengan medidas preventivas. Dentro de poco comienza a regir, y habrá que tener bastante consideración debido a que están anunciando un verano muy seco.
- ¿De dónde sale esa vocación de servicio al extremo de estar al borde de arriesgar la vida para salvar otras vidas?
- Se nace, creo, al menos en mi caso fue así. Pero a medida que van pasando los años uno va adquiriendo mayor experiencia. Hoy trabajamos mucho con el tema seguridad, tenemos buenos equipamientos que nos permiten estar un poco más protegidos. Es una función que hay que tener cuidado, hay que estar preparado, pero el que nace con esto le gusta, así que como dijo Kesman, es lo que hay.
- Dentro de la tarea de prevención está la tarea de habilitación de locales, supongo que ahora con esto de la pandemia está todo mucho más tranquilo…
- No crea que es tan así. Tenemos semanalmente cursos, capacitaciones a empresas sobre las habilitaciones, charlamos mucho sobre los accidentes del hogar y sobre las formas de prevenir, y eso ha ayudado a que el pueblo uruguayo haya disminuido considerablemente la cantidad de siniestros o de accidentes en el hogar.
- Una vez, un colega suyo me contó que si bien se parte de la base que las oficinas públicas deberían estar en perfecto orden, no todas estaban habilitadas por Bomberos. ¿Cómo está eso hoy en Salto, se cumple con los requerimientos mínimos?
- En su mayoría cumplen, como así también las privadas. Pero se está trabajando mucho en eso. La sociedad lleva a que haya una certificación, a estar tranquilos a la hora de que, dios no lo permita, suceda algo, entonces últimamente son más los locales que están realizando las certificaciones y la habilitación. No solo a nivel de Salto, sino que también está pasando eso en el país.
- En la ciudad hay un estándar en la altura de las viviendas, pero hay edificios que claramente sobrepasan ese estándar. Si se produce un incendio en el último piso de uno de esos elevados edificios, ¿Bomberos tiene la capacidad de poder actuar a esa altura?
- Tenemos la capacidad, tenemos los vehículos. No pretendamos con esto que un vehículo por el lado de afuera levante una escalera 70 metros, pero sí contamos hoy con un vehículo que aproximadamente llega a unos 25 metros, pero tenemos técnicas para trabajar dentro del edificio. Hay que tener mucha resistencia física y equipamientos tenemos, contamos con equipos de protección respiratoria, con muchos metros de mangueras, vehículos modernos a los cuáles el cuerpo de bomba ayuda a que podamos llegar con presión suficiente de agua a lo que son los edificios más altos de Salto. De eso siempre hay que tener cuidado porque no es una tarea fácil, pero para eso estamos y nos instruimos.
- En situaciones límites, un bombero tiene que cuidar las espaldas de su compañero, ¿cómo es esa convivencia de muchas horas y cuidarse mutuamente de las distintas situaciones que se les presentan?
- Desde el momento que ingresamos a Bomberos, trabajamos en equipo. Acá ninguno por sí solo es fulano o «el» bombero, acá somos «los» bomberos. Dependemos en un incendio de lo que nos lleve el chofer de un camión, dependemos del que nos reabastece, dependemos del salvamento uno o salvamento dos para concretar la tarea de forma perfecta, dependemos del que atiende el teléfono, de quien recibe la llamada. O sea que desde que estamos, desde que llegamos a primera hora de la mañana hasta el otro día, turnos de 24 horas, estamos en familia y unidos, y a la hora de trabajar, siempre es un grupo que trabaja en equipo.
- ¿Cómo es el día de un bombero?
- Sos bombero toda la vida, una vez que entrás a Bomberos es difícil que dejes de serlo. El horario que se trabaja son turnos de 24 horas por 48 horas libres. El horario de presentación de entrar a la guardia es de 8 a 8 del otro día. En la mañana se hacen tareas de mantenimiento tanto edilicia como de nuestros materiales, de dejarlos en condiciones y de estar prontos por si toca la alarma. Al mediodía, confección de alimentos, cocinamos acá. Hay un horario que es de descanso, que es en la tarde, un par de horas. El bombero siempre tiene que estar descansado porque los incendios no son de 9 a 10 de la mañana, no, el incendio es a cualquier hora, hay horarios que hay que cumplir, y a partir de la noche, a partir de las 11 también se procede al descanso. El resto del día se hace instrucción, se hace deporte, se convive como una familia.
- ¿Alguna vez tuvo que enfrentarse a un momento límite?
- Llevo 20 años, estuve prácticamente 12 en el Cuartel de Bomberos de Montevideo, así que sí los tuve, no solo en incendios sino también en algo acuático. De hecho, hay ahí (señala la pared del fondo de la habitación) un premio al heroísmo que no fue muy linda la acción, que la vi medio fea, y en incendios me ocurrió de ver la cosa fea, pero bueno, acá estamos.
- ¿Qué pasa en ese momento por la cabeza? ¿Es cierto que ve pasar su vida en segundos?
- Cuando hice el rescate acuático sí, me pasó la vida en un segundo, vi a mis hijos, mi familia, la verdad que sí, me pasó, eso es en serio, esas cosas te pasan. Pero en las otras como que yo estaba convencido porque estaba entrenado para eso, que si bien estaba fea la situación, se sale. Me refiero a dos incendios, me acuerdo clarito, una fue en un barco donde perdimos la salida, pero tuvimos la suerte de encontrarla cuando nos quedaba poco aire en los cilindros, y otra fue un incendio en un tercer subsuelo de un edificio donde también se nos complicó.
- ¿De dónde sacan fuerzas en ese momento?
- Es cuando recordamos una frase bien linda, «para atrás solo para tomar impulso». Pero bueno, estamos vivos y gracias a dios. Éramos muy jóvenes, que es cuando nos creemos que nada malo nos puede pasar. Hoy con 40 y pico, ya mido mucho más, estoy más consciente de los riesgos que en esa época. Tuve la suerte de estar en un curso en Chile de 15 días, donde nos llevaron al límite, y vino un instructor americano que nos dijo que el bombero estaba pronto a los 40 y pico de años, que tenía la meta de volver a su familia, de ver a sus hijos y dejar de ser el héroe, de jugársela sin sentido, como que los años te llevan a que midas más eso.
Aprovecho la ocasión para agradecer al pueblo salteño por cómo nos está tratando, las puertas han estado abiertas, ha venido mucha gente, lo de la Expo fue fabuloso, todos tuvieron que ver con nuestro estand, todos se interiorizaron, empezaron a ver que en un rincón de esta ciudad hay un hermoso Destacamento con un grupo de bomberos fabuloso, porque es fabuloso trabajar con estos muchachos. Se agradece enormemente a la sociedad y ni que hablar al grupo de bomberos con el que hoy cuento como su jefe, y ni que hablar tampoco con los Voluntarios, a ese grupo de muchachos que vienen por voluntad propia, el agradecimiento eterno.
PERFIL DE MATÍAS ALSÚA
Casado, tiene tres hijos. Es del signo de Capricornio. De chiquito quería ser bombero. Es hincha de Peñarol.
¿Alguna asignatura pendiente? Varias.
¿Una comida? El asado.
¿Un libro? De Paulo Coelho, cualquiera.
¿Una película? Cualquiera de bomberos y las de Stallone y Schwarzenegger.
¿Un hobby? El fútbol.
¿Qué música escucha? Rock.
¿Qué le gusta de la gente? La sinceridad.
¿Qué no le gusta de la gente? El abuso.
Por: Leonardo Silva