Uruguay se vistió de luto este lunes tras conocerse el fallecimiento de José “Pepe” Mujica, a los 89 años, en su chacra de Rincón del Cerro. El expresidente, exguerrillero y referente de la izquierda latinoamericana murió rodeado de su esposa, Lucía Topolansky, y de allegados, tras una larga lucha contra el cáncer de esófago.
La muerte de Mujica marca el cierre de un capítulo único en la historia política del país: el del hombre que pasó de estar 14 años en prisión durante la dictadura a ser Jefe de Estado, y que eligió vivir como campesino aún en la cima del poder.
UNA VIDA DE TRANSFORMACIÓN Y SIMPLICIDAD
Nacido el 20 de mayo de 1935, Mujica fue una figura emblemática de la política uruguaya. En su juventud, integró el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, un grupo guerrillero de inspiración marxista. Tras ser detenido por las fuerzas del orden, una vez llegada la dictadura cívico-militar (1973-1985), pasó casi 14 años en prisión en condiciones inhumanas padeciendo torturas y vejámenes. Con el retorno a la democracia, Mujica se reincorporó a la vida política, siendo elegido diputado, senador y ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca. Entre 2010 y 2015, ejerció la Presidencia de la República, destacándose por su estilo de vida austero y su enfoque progresista.
Su vida personal también fue un ejemplo de coherencia con sus ideales. Renunció al uso de la Residencia Presidencial de Suárez y Reyes, residiendo en una modesta chacra junto a su esposa, Lucía Topolansky. Donó alrededor del 90% de su salario a organizaciones benéficas y se desplazaba en un Volkswagen Escarabajo de 1987.
OBRA Y LEGADO
Durante su mandato, Mujica impulsó reformas que posicionaron a Uruguay como un referente en América Latina: Legalización del cannabis: en 2013, Uruguay se convirtió en el primer país del mundo en legalizar la producción, comercialización y consumo de marihuana. Matrimonio igualitario y derechos reproductivos: aprobó leyes que permitieron el matrimonio entre personas del mismo sexo y la legalización del aborto. Energía renovable: fomentó la inversión en energías limpias, logrando que más del 90% de la electricidad del país proviniera de fuentes renovables.
Tal vez su despedida pueda resumirse en sus propias palabras, dichas años atrás:
“Prefiero que me recuerden como un viejo terco que intentó sembrar algo bueno en este mundo tan loco.”
REPERCUSIONES Y DESPEDIDA POPULAR
La noticia de su fallecimiento conmovió profundamente a Uruguay y al mundo. Miles de personas se congregaron en Montevideo para rendirle homenaje. El cortejo fúnebre, encabezado por un carro tirado por caballos, recorrió las calles hasta el Palacio Legislativo, donde se instaló una capilla ardiente para que los ciudadanos pudieran despedirse.
El Presidente de la República, Yamandú Orsi, declaró tres días de luto oficial y destacó la figura de Mujica como un símbolo de humildad y compromiso con el pueblo. Organizaciones políticas y sociales expresaron su pesar y agradecimiento por su legado.
La figura de Mujica trascendió fronteras. Fue invitado a disertar en Naciones Unidas, universidades europeas y foros mundiales. El Papa Francisco lo recibió con admiración. Líderes de América Latina y Europa elogiaron su coherencia, su autenticidad y su humildad sin artificios.
Tras su muerte, personalidades como Lula da Silva, Gustavo Petro y Gabriel Boric manifestaron su pesar. «Hoy América Latina pierde a uno de sus mejores hombres», escribió Evo Morales. En redes sociales, el hashtag #GraciasPepe se volvió tendencia global.
José Mujica deja una huella imborrable en la historia de Uruguay. Su vida y obra son testimonio de que la política puede ser un instrumento de transformación social, guiado por principios éticos y humanos. Su mensaje de humildad, justicia y amor por la libertad continuará inspirando a futuras generaciones. Como él mismo expresó en su última entrevista: “El guerrero tiene derecho a su descanso”.
PENSAMIENTO DE MUJICA
El pensamiento de José “Pepe” Mujica trascendió las fronteras de la política tradicional. Su visión del mundo, marcada por la austeridad, la libertad y la justicia social, lo convirtió en una figura ética global.
Humanismo y libertad
“Ser libre es gastar la mayor cantidad de tiempo de nuestra vida en aquello que nos gusta hacer.”
Mujica concebía la libertad no como una cuestión legal, sino como la capacidad de vivir de acuerdo con los propios valores, sin ser esclavos del consumo ni de las apariencias.
Crítica al consumismo
“Nos pasamos la vida trabajando para comprar cosas que no necesitamos.”
Fue uno de los pocos líderes mundiales que denunció de forma frontal el modelo de desarrollo basado en el hiperconsumo y el crecimiento sin límites. Para él, el bienestar debía medirse en tiempo, no en dinero.
Solidaridad y justicia social
“El mundo tiene recursos para todos, pero no para la avaricia de unos pocos.”
Creía firmemente en la redistribución, en el rol del Estado como garante de derechos y en la economía puesta al servicio de las personas, no de los mercados.
Simplicidad voluntaria
“No soy pobre. Pobres son los que precisan mucho para vivir.”
Su forma de vida —austera, sencilla, sin lujos— no era una pose, sino una decisión ética. La austeridad para Mujica era un camino hacia la coherencia, no una obligación.
Internacionalismo ético
Fue un defensor del multilateralismo, la integración regional latinoamericana y el diálogo como forma de resolución de conflictos. Criticó duramente la hipocresía de los países ricos en foros como la ONU y defendió la causa ambiental con fuerza.
Sabiduría desde la experiencia
“Nadie es más que nadie.”
Su tono pausado, con lenguaje popular, lo volvía cercano incluso en las más altas tribunas internacionales. Su pensamiento no era académico, sino vital: hablaba desde la experiencia, no desde la teoría.
La paz como bandera
Habiendo sido guerrillero y preso político, nunca promovió el odio. Abogó por la reconciliación, el perdón y la necesidad de “curar heridas sin venganza”.
FRASES CÉLEBRES DE MUJICA
“Cuando compras con dinero, no compras con plata, compras con el tiempo de tu vida que tuviste que gastar para tener esa plata.”
“Triunfar en la vida no es ganar, es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae.”
“O gobierna el mercado o gobierna la política. Si no gobernamos al mercado, nos gobierna él.”
VELATORIO
El velorio se realizó en el Palacio Legislativo, donde miles de uruguayos desfilaron frente al féretro cubierto por la bandera nacional. Desde sectores populares hasta dirigentes políticos de todos los partidos, todos quisieron rendirle homenaje. El cortejo fúnebre fue acompañado por un silencio sobrecogedor, roto solo por los aplausos y las flores. El recorrido fue largo, comenzando en la Torre Ejecutiva en Plaza Independencia, siguiendo por Avenida 18 de Julio hasta Fernández Crespo, pasando por las sedes del MLN, MPP y Frente Amplio, para terminar el recorrido por Avenida del Libertador llegando al Palacio Legislativo.
Se hicieron presentes los ex Presidentes Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle Herrera, Luis Lacalle Pou, dirigentes políticos de todos los partidos, Diputados, Senadores, Intendentes en ejercicio y electos, y personalidades extranjeras.
DUELO NACIONAL
El Presidente de la República,Yamandú Orsi,decretó tres días de duelo nacional. “Pepe no fue perfecto. Fue humano, fue justo, fue honesto. Y eso ya es mucho decir”, afirmó en su discurso de despedida.