Día histórico en el Parlamento:
Mujica se va para seguir «dando consejos» y Sanguinetti «para trabajar» más en política. Así se define la renuncia de los dos exmandatarios.
«Amo la política pero más amo la vida», explicó Mujica ante su salida del Senado y dijo que el coronavirus «lo tiró para afuera». Hay que recordar que el líder del MPP sufre desde hace años una enfermedad inmunológica: vasculitis Strauss.
En el caso de Sanguinetti quiere dedicarle más tiempo a su tarea como secretario general del Partido Colorado y a su actividad periodística, que desarrolla en Correo de los Viernes y La Nación de Argentina.
Ambos dirigentes coordinaron la salida conjunta y pensaban presentar solamente una carta de renuncia. Pero la presidenta de la Asamblea General Beatriz Argimón les pidió que fuera al Parlamento y hablarán para sus colegas.

En su discurso de despedida Mujica contó parte de las vivencias que le tocaron en dictadura y dio un mensaje a los jóvenes:
«He pasado de todo en la vida. Estar seis meses atado con alambre, con las manos en la espalda. Irme de cuerpo por no poder aguantar en un camión y estar dos días o tres. Estar dos años sin que me llevaran a bañarme y tener que bañarme con un frasco o una taza de agua. He pasado de todo pero no le tengo odio a nadie».
«Y le quiero transmitir a los jóvenes: hay que darle gracias a la vida. Triunfar en la vida no es ganar, triunfar en la vida es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae».
Por su parte, Sanguinetti dijo que si hay nuevas figuras en el Partido Colorado serán los que surjan «de la política», porque los liderazgos «no se inventan».
Señaló en ese sentido a Tabaré Viera como dirigente de recambio. «Es una figura con gran experiencia y capacidad», apuntó.
Tanto uno como otro intentarán además impulsar nuevas figuras dentro de sus sectores. Mujica ve dentro del MPP a Alejandro Sánchez (quien ocupará su banca) y al intendente de Canelones Yamandú Orsi como posibles sucesores.
El colorado fue parlamentario por primera vez en 1963.
Por entonces Mujica había abandonado el Partido Nacional y poco después se incorporaría a los grupos políticos que conformarían «El Coordinador», el antecedente directo del Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros.
En los primeros años 60 Sanguinetti fue diputado, y en la segunda mitad de los 60 y principios de los 70 fue ministro de Educación antes del golpe de Estado de 1973. En 1984 y en 1994 fue elegido presidente de la República.
Los dos coincidieron en el Senado por primera vez en el año 2000.
Mujica había llegado al Parlamento por primera vez en 1995 al salir electo diputado. Desde entonces inició una meteórica carrera política que lo llevó a ser ungido presidente en 2010.
LA PRENSA EXTRANJERA
LA NACIÓN (Argentina): «Vidas paralelas de dos expresidentes: histórico retiro de Sanguinetti y Pepe Mujica».
Han vivido 85 años y se mueven en la arena política de Uruguay con más agilidad y velocidad que muchos jóvenes. Siguen siendo líderes en ejercicio, y cuando ya van dos décadas del siglo XXI, estos destacados uruguayos que nacieron a mitad de los años 30, se van juntos del Senado para dejar su banca a sus suplentes respectivos y empujar una renovación partidaria.
Adversarios políticos de toda la vida, como «compañeros de trabajo» se les ve conversando amablemente antes de una sesión del Senado, como ajustando códigos de una batalla de ideas que comenzó junto al inicio de la Guerra Fría y se extiende en pleno siglo XXI.
Los expresidentes del Uruguay, Julio María Sanguinetti del Partido Colorado y José Mujica del Frente Amplio, se despidieron hoy del Senado al renunciar el mismo día, luego de décadas de política activa, y con la promesa de seguir trabajando desde otro rol.
El abrazo entre ambos, adversarios de todo este tiempo y reflejo de puntos de vista antagónicos del espectro partidario uruguayo, fue resaltado como ejemplo de democracia.
Ambos se han hecho acusaciones políticas duras, porque cada uno cree que el otro ha impulsado ideas que no son buenas para el país, pero desde trincheras diferentes igual mantuvieron una relación de respeto.