La ludopatía es una adicción a los juegos de azar. Es considerada una patología progresiva del comportamiento, por la cual el individuo experimenta una necesidad incontrolable de jugar por encima de cualquier consecuencia. Necesita del juego y hace lo que sea por jugar, convirtiendo al mismo en una primera necesidad. Llevándolo posiblemente a la perdida del trabajo, problemas de dinero, fraude, dificultades familiares. No se tiene una causa única, o relación directa, si no existen muchos factores que pueden conducir a desarrollar un trastorno de juego patológico como por ejemplo:
· Genética: el juego no es un rasgo físico o psíquico que se trasmite de padres a hijos, sino en realidad lo que se hereda es una cierta propensión a hacerse adicto. Los hijos de padres jugadores tienen más riesgo de acabar siendo ludópatas.
· Entorno familiar y social: si el juego se fomenta sin restricciones y control, o se practica como hábito normal, existe más riesgo de que el joven se convierta en un jugador patológico.
· Problema sociales o psicológicos: muchas veces el juego puede servir de escape para huir de la realidad y termina convirtiéndose en un hábito.
Como toda adicción la ludopatía también tiene fases:

- Fase de ganancia: el jugador comienza invirtiendo poco tiempo y dinero y en ocasiones obtener alguna ganancia. Progresivamente el juego se va transformando en una fuente de interés principal.
- Perdida: el jugador aumenta la cantidad y frecuencia del juego. Juega para obtener el mismo nivel de sensaciones o para intentar recuperar lo invertido.
- Desesperación: las pérdidas son mayores y es entonces cuando comienzan los engaños. Es en esta fase que pueden aparecer síntomas fisiológicos.
¿Qué síntomas se presentan? Los síntomas se van haciendo visibles a raíz de los cambios que el juego va provocando en los hábitos y conducta del jugador, comenzando así un periodo de autodestrucción como, abandono de la vida laboral y social, problema económicos, cambios de personalidad, alcoholismo, irritabilidad, insomnio, temblores, sentimientos de culpa y autoengaño, ansiedad, depresión, hasta incluso riesgo de suicidios.
Prevención: una de las claves es poder encontrar el límite entre el juego sano como actividad de ocio y el juego patológico. Buscar otras alternativas en momentos de ocio y mantener una vida ocupada.
Tratamiento: Es fundamental una atención médica, la cual deberá ir acompañada de una psicoterapia individual.
El objetivo es reforzar las conductas positivas y reprimir las negativas, así como un reconocimiento del problema, ya que unas de las formas de controlar la ludopatía es trabajando el control externo.
Lic. Daniela Todoroff
Psicóloga
