
El Consorcio Regional de Innovación de Lanas Ultrafinas (CRILU) reconoció toda su trayectoria con una jornada técnica bajo el lema “Celebrar, Conectar y Proyectar”, realizada en el anfiteatro de INIA Tacuarembó. Productores, técnicos, autoridades y representantes de la cadena lanera participaron de un encuentro donde se repasaron avances, se compartieron testimonios y se plantearon los desafíos de la próxima etapa.
La actividad incluyó la presentación de resultados de investigación en genética, sanidad y calidad de lana, además de experiencias de transferencia tecnológica con productores. También se contó con la participación del especialista australiano Andrew Woods, quien expuso sobre las perspectivas y oportunidades para las lanas ultrafinas en el mercado internacional.
En el marco del encuentro se realizaron reconocimientos a los integrantes del consorcio y un almuerzo de camaradería que incluyó una demostración gastronómica a cargo del asador Alejandro Acland, conocido por su participación en el programa El Fuego Sagrado.
El presidente de CRILU, Dr. Juan Carlos Tafernaberry, destacó que la jornada tuvo como objetivo celebrar el camino recorrido, conectar con la gente y proyectar el futuro del consorcio.
“Hoy festejamos los diez años de CRILU, pero venimos de un proceso que empezó en 1998 con el proyecto Merino Fino, que cambió el perfil de la lana uruguaya. Esa fue la fase 1. Hoy estamos transitando la fase 2, que busca darle un carácter más empresarial al proyecto, incorporando la carne como un componente importante junto a la lana”, señaló.
El dirigente remarcó que el consorcio permitió derribar mitos sobre la producción de lanas ultrafinas. “Se decía que al afinar la lana íbamos a perder peso de vellón o condición corporal en los animales. Hoy está más que demostrado que no fue así. La investigación y el trabajo de los productores lo confirmaron”, afirmó.
Tafernaberry también subrayó la importancia de sumar valor a través del doble ingreso carne + lana, algo que calificó como fundamental para la rentabilidad del rubro ovino:
“La oveja tiene carne y tiene lana. No se trata de hablar de doble propósito, sino de entender que ambos productos suman y generan oportunidades en el mercado”.
El ovino como pieza clave en la ganadería
Consultado sobre el rol actual del rubro, Tafernaberry sostuvo que el ovino sigue teniendo un lugar estratégico en la producción uruguaya, en tradicionalmente en los campos del norte, pero hoy con una fuerte presencia en la zona sur, sobre todo con razas más carniceras.
Finalmente, remarcó el valor de la alianza público-privada que dio origen a CRILU y la necesidad de involucrar a las nuevas generaciones para asegurar la continuidad del rubro: “Sin las instituciones y sin los productores este proyecto no hubiera sido posible». Y mirando hacia adelante, Tafernaberry dijo que «hay que involucrar más a la academia, la Universidad de la República a través de las facultades de Veterinaria y Agronomía, el desafío es que las nuevas generaciones vean atractivo quedarse en la producción ovina”.