La mirada cansada por tanta concentración, vestido con ropa deportiva y observando todo lo que pasaba a su alrededor atentamente para no perder detalle, ni de la actitud de sus bailarines frente al público, ni de la gente que se le acercaba a pedirle un autógrafo o a saludarlo. “Una vez le dije en el Colón (teatro municipal de Buenos Aires) que tenía que conocer el Larrañaga”, dijo una mujer que se le acercó a pedirle la firma. “Vio como todo llega”, contestó él.
Así es Julio Bocca, una persona atenta, fina y delicada. Un hombre que logró ser por mucho tiempo el mejor del mundo en lo suyo, distinción que no pierde vigencia al punto que la misma exigencia que tenía para consigo como bailarín, la tiene para sus dirigidos, los privilegiados integrantes del ballet nacional del Sodre.
Esfuerzo y dedicación, eso fue lo que demostró el martes 21, cuando estuvo presente en el Teatro Larrañaga dirigiendo la primera presentación en años del Ballet Nacional del Sodre al que dirige desde el pasado 1º de junio a instancias del presidente, José Mujica.
Bocca ya vivía en nuestro país desde hace tres años y ahora lo hace abocado a su profesión, dirigiendo a la compañía estatal del rubro para la que se permitió contratar 35 bailarines.
Bocca es un bailarín reconocido mundialmente por su vanguardismo en esta rama del arte a la que le impuso nuevas formas y estilos que han cambiado la esencia del baile. Considera que hacer que el Uruguay, cuna de grandes artistas, también tenga un ballet que pueda asemejarse a lo que éste significa en el mundo, es parte de un “gran desafío”.
Con el calendario programado hasta el año 2013, donde cuenta entre ese itinerario presentarse en nuestra ciudad al menos un par de veces más, Bocca vino a Salto y deslumbró con su obra. Fue entonces cuando dialogó brevemente con EL PUEBLO.
Conoció el Teatro Larrañaga y expresó estar muy sorprendido con nuestro principal escenario cultural. “Es uno de los teatros más bonitos de Uruguay, sin dudas”, dijo cuando hablaba con sus allegados tras algunas horas de ensayo en la mañana de la gran función que conmovió al público salteño.
El día antes a la presentación, el bailarín argentino, premiado como el “Bailarín del Año” para el influyente diario The New York Times en 1987 y distinguido además como “Personalidad del Año” en Francia en 1990, había brindado una conferencia de prensa junto al intendente de Salto, Germán Coutinho, en la Casa de Gobierno, donde anunció detalles de su presentación en nuestra ciudad.
La misma se dividió en dos actos presentando cuatro galas: “Raymonda”, “Corsario”, “Nuestros Valses” y “Doble Corchea” deslumbrando al público en todas ellas.
A la noche siguiente el teatro estuvo repleto de seguidores del ballet y de otros que simplemente quisieron admirar la notable presentación de los bailarines uruguayos dirigidos por una figura mundial conocida en esta rama del arte.
Cultura para todos
Vive en Montevideo hace tres años por propia elección después de que su carrera lo llevara por diversas partes del mundo, principalmente por las cosmopolitas Nueva York y Buenos Aires.
“Cuando se le dan las cosas a la gente, ésta responde al ballet, entonces eso es lo que en realidad estamos demostrando. En todos los departamentos donde nos hemos presentado hasta el momento hemos tenido una muy buena respuesta por parte del público”.
Contó que en muchos casos los “niños son llevados desde pequeños a hacer ballet de la mano de sus padres y ocurre que cuando el niño llega no quiere hacer ballet, porque no le gusta y esto lo único que genera es que al chico no le salgan bien las cosas, y que todos perdamos el tiempo”.
Contó que en Tacuarembó se dio el caso de una niña que estudiaba danza desde muy pequeña, pero que nunca había visto bailar ballet y haciendo referencia a ese ejemplo exclamó “es increíble como estas presentaciones también ayudan a demostrar que se puede vivir de una carrera como ésta”, dijo.
A su turno, Julio Bocca se mostró “feliz” de estar en Salto y dijo que es “muy bueno poder aportar lo que uno sabe por lo que ha aprendido durante años de trabajo”.
Al ser consultado sobre si había tenido del gobierno uruguayo el reconocimiento que quizás esperó del argentino por todos sus años de carrera, no quiso entrar en detalles y solo expresó con su mirada hacia arriba “bueno he sido reconocido también allá, estoy muy agradecido con este desafío que me dieron aquí, por eso prefiero no hablar del tema”.
Bocca expresó su “alegría” por haber visto gente de todos los sectores sociales concurrir a ver el espectáculo de ballet. “No quiero que se vea al ballet como un espectáculo de gente bien vestida adentro de un teatro. El ballet también es disfrutable de termo y mate como ha pasado en muchas ciudades del interior donde han ido familias enteras. Eso es lo lindo de todo esto”. Se disculpó por su apresuramiento, elogió la ciudad y se retiró elegantemente como si estuviera bailando en su propia vida.