El sobrepeso y obesidad es un problema que afecta a la población sin importar la edad, tiene un gran impacto sobre la calidad de vida de las personas. La tendencia depende en gran parte de factores genéticos, pero también influyen los hábitos alimenticios, estos últimos suelen ser conductas automáticas, difíciles de cambiar, las cuales están influenciadas por las emociones.

Psicóloga
Cada vez hay más evidencia de su relación con otras enfermedades como cardiovasculares, diabetes, hipertensión, artrosis, entre otros. Además de su relación con diversas enfermedades la obesidad conduce a problemas psicológicos y sociales graves como por ejemplo, depresión, ansiedad, estrés, adicción a las comidas, descontrol de impulsos, desorganización en la forma de vida.
La principal dificultad para poder combatir la obesidad, es estar buscando continuamente dietas mágicas o trucos que dicen cómo perder peso de forma inmediata, se pueden hacer tantas dietas como querramos, que serán igual al número de fracasos a la hora de intentar modular su alimentación. Una dieta no es suficiente para bajar de peso, sino también de las emociones de cada persona.
Poder realizar una dieta equilibrada, baja en colorías e incrementar el ejercicio físico no es fácil, por ello es fundamental contar con un estado emocional sano, consiente de la procedencia de tu ansiedad y ser capaz de controlar las emociones. Dentro de los muchos motivos por los cuales ingerimos alimentos, está el “estado de ánimo”, por ejemplo si nos sentimos tristes o aburridos tratamos de combatir estas emociones con la ingesta de alimentos.
Para ayudarnos a combatir la obesidad debemos utilizar estrategias para el control de ansiedad y estar motivados para realizar ejercicio, algunas de estas estrategias, aparte de un buen acompañamiento profesional, podrían ayúdatele a hacer frente a la obesidad:
-Cambiar los pensamientos negativos como “no puedo.”
-Trabajar el autocontrol: intentar analizar la ingesta de alimentos si es por ansiedad o por apetito.
-Ser conscientes de los distintos estímulos que nos hacen comer y conocer los factores que influyen en nuestra alimentación (ej: anotar que sentimos antes y después de comer determinados alimentos).
-Sustituir hábitos insanos por otros más saludables.
-Aprender a conocerse a sí mismo, y sus emociones.
-Controlar la ansiedad, mediante técnicas de relajación.
-Realizar actividades de su agrado que sustituyan la acción de comer, como por ejemplo: lecturas, plantar plantas, pintar, etc.
Aunque muchas veces resulta difícil lidiar con los sentimientos de estrés, depresión, tristeza, hay que trabajar constantemente con la ayudano solo de una buena educación nutricional, sino también con una intervención psicológica para mejorar la salud mental, física, y evitar complicaciones futuras.