En la última sesión del Consejo Superior, estalló la polémica, tras determinados cuestionamientos que se han planteado a la empresa que brinda servicios a la Liga en materia de salud, cuando se trata de cobertura en los escenarios donde se juega fútbol.
El convenio abarca a todas las divisionales de la Liga.

De algunas semanas a esta parte, delegados que han puesto el grito en el cielo, «porque la ambulancia llegó una hora después de ser convocada». A su vez desde la empresa han surgido réplicas en más de una dirección e incluso transmitidas al propìo presidente la Liga Salteña de Fútbol, «porque algunas veces el servicio se destinó a determinada cancha y cuando llegaron, el jugador ya había retornado al partido».
NO MÁS EN EL 2023
De lo que no hay dudas y así se lo admitió es que «se hace necesario corregir lo que está mal, porque es un problema de enfoque. Saber cómo manejarnos cuando un futbolista parece requerir la atención médica». Pero una duda quedó marcada: quién puede determinar en el escenario de los hechos, que entidad es la lesión que padece el futbolista.
Es real que frente a la andanada de críticas, al presidente de la Liga se le alertó que si determinadas situaciones se prolongan, el año que viene no se renovará el convenio con la Liga Salteña de Fútbol.
PARA APRENDER Y APLICAR
El propio Luis Arreseigor planteó una idea-proyección, tantas veces manejada y nunca concretada: «que cada club se responsabilice de la salud de sus jugadores, a través de la presencia de un médico, de un enfermero o quien entienda sobre técnicas aplicables a manera de primeros auxilios».
Mientras desde la Liga surgirá una iniciativa: un curso a esos fines para un representante de cada club, en cuyo desarrollo se abarquen justamente esos primeros auxilios, frente a lesiones que superan lo que puede ser algo más o menos habitual en un partido de fútbol.