PANDEMIA
Estábamos bien o creíamos estarlo al principio del año 2020.
Nos quejábamos de la falta de plata, que no alcanza, y de la falta de trabajo para muchas personas. Porque no podíamos visitar a nuestros seres queridos, parientes o amigos, simplemente porque lo dejábamos para después.
Llegó la segunda semana de marzo, y allí nos dimos cuenta de que algo cambió y mucho.
Llegó un mal no esperado y tendríamos que cuidarnos mucho, este mal está azotando a todo el orbe y que se llama Coronavirus – Covid-19.
Tendremos que usar tapabocas, usar alcohol en gel o alcohol diluido, mucho lavado de manos y permanecer en casa. Nada de visitar a padres, hijos y nietos.
Todo lo que teníamos proyectado se posterga y lo peor que no se sabe hasta cuándo.
Hasta las clases de los distintos institutos de enseñanza. Todos los deportes, cierre de comercios y con ello muchas personas que de la noche a la mañana pierden sus trabajos, la verdad un caos. Algunos no creyeron en la enfermedad, que era un verso. Solo creyeron cuando enfermaron y les tocó pasar momentos muy difíciles.
En esos momentos en que estás internado y nadie te puede visitar por esta enfermedad y si te toca morir, te morís solo, es muy cruel.
Hubieron de aparecer las ollas populares, una ayuda de momento.
Personas que estaban en posición media, pasaron a ser pobres.
Y esta pandemia sigue, ya llevamos más de un año y no sabemos hasta cuando va esto y además sufrió situaciones que complican aún más.
Cuando nos enteramos de amigos o familiares que se han contagiado nos asustamos.
La solución parece ser la vacuna contra el Covid o por lo menos el alivio.
No vemos la hora de que este virus se retire y se pueda volver como era antes.
Desearíamos ver las fronteras abiertas, más que deseo es una necesidad.
El día en que se desocupe la última cama de los hospitales y Sanatorios, podremos cantar victoria.
Saldremos a visitar amigos y parientes, nos podrán visitar y podremos reunirnos y brindar por nuestro triunfo.
Ese paseo postergado, vacaciones o excursiones ya se podrán ser.
Muchos podrán volver a sus trabajos, pero creo que lo máximo va a ser sentirnos libres y con salud. A vivir la vida otra vez.
Víctor Hugo Carballo
