Domingo Rufino Cáceres desde Montevideo a EL PUEBLO
“Comenzó con Juan Vicente Morales (el ex Peñarol 1982, compañero de equipo). Fue el primero. Lo teníamos en la calle. No sabíamos qué hacer. Las cosas vienen del cielo. Hicimos un convenio con La Española, lo internamos, le dimos sociedad. Actualmente en el grupo vía Facebook somos 20.000 personas. Nos avisan que hay un jugador en situación de calle y vamos. No es un lugar tipo mostrador. El futbolista tiene que venir y explicarnos para ver en qué podemos colaborar. A muchos les da vergüenza. No es tan fácil contar tu realidad. No somos el Mides. Los mayores, de 60 años para arriba, obviamente están en primer lugar. No es que no lo hagamos con otros pero hay casos muy especiales. Si sos un jugador de la C, también estamos pero veremos si te podemos dar una mano tres meses, cuatro meses, o a los de 40 años para que después sigan trabajando”

Es necesario rescatar este pensamiento de NELSON MARCENARO, para entender cómo nació en Montevideo, «NOSTÁLGICOS DEL FÚTBOL». Rumbo a los 70 años , fue artífice del grupo que creó en 2014, como emprendimiento para ayudar a los ex futbolistas que sobrellevan la adversidad en el partido más difícil de todos: el de la vida.
Muy cerca de Marcenaro, exfutbolistas se sumaron a la causa, entre otros, Ángel «Pocho» Brunell (Campeón de América y del Mundo con Nacional en 1971) y DOMINGO RUFINO CÁCERES. Salteño, el «Bomba» con pasado Hindú, es de los que no archiva de la memoria sus orígenes en esta tierra. Cuando puede se pega una vuelta y el reencuentro se produce «con mi barra de Hindú». Rufino jugó en Peñarol y en Racing de Montevideo, más selecciones uruguayas y equipos del exterior.

«NO HAY OTRO SECRETO»
A él llegó la información sobre el actual tiempo de su amigo José Luis «Bicho» Da Silva y el domingo a la noche confesaba a EL PUEBLO, «que alguna gestión ante «Nostálgicos», no dejaré de hacerla. Cuando uno se entera de determinadas realidades, no deja de pensar en lo que es posible hacer. Ahí está vivo el ejemplo de «Nostálgicos del Fútbol». Juntarse para ayudar al que lo necesita y que fue parte del fútbol en este caso, pregunto si eso no es posible. Estoy convencido que lo es. Pero hay que juntarse para sumar. No hay otro secreto»