La democracia del Uruguay es mucho más que eso y la imagen de los tres ex presidentes, junto al Presidente actual, representantes de ideologías muy diferentes, debe constituir mucho más que una fotografía.
Para nosotros es símbolo de que se puede discrepar, se puede discutir, aún sosteniendo posiciones ideológicas diametralmente opuestas, pero teniendo muy claro que es lo esencial.
En el tema que nos ocupa, seguramente que la esencia de todo es la democracia. Los valores que Uruguay ha defendido y defiende mucho más allá que otros sistemas de gobierno. La separación de poderes, la Constitución y la ley debe regir siempre y sea cual sea el momento.
Mucho más allá de ganar o perder una elección. Mucho más allá de lograr convencer a la ciudadanía o no, importa saber que dentro de cinco años más tendremos la posibilidad de cambiar.
Puede no gustarme un gobierno, un ganador. Puede que estemos convencidos que la mejor opción era otra, pero a la hora de defender la democracia. De unirnos para defender lo que la mayoría del pueblo ha opinado no puede haber más de una opinión.
Alguien dijo “el pueblo no se equivoca”, quizás sea así para algunos, no para otros, pero lo importante es tener muy claro que deben mandar las mayorías. Si alguien ha sido más convincente que nosotros. Si alguien ha sido más hábil, o más “ducho” en lograr la mayoría de la voluntad popular, es hora que lo aceptemos, que lo admitamos y por lo tanto llegada la hora debemos encolumnarnos y constituirnos en los más acérrimos defensores de la democracia.
Seguramente los tres ex presidentes y el presidente actual, nos han dado una lección en esto. Mucho más que una imagen lo que han expresado, lo que han transmitido nos da idea de que más allá de las diferencias, de las discrepancias está el pueblo y lo mejor que puede hacerse es defender el sistema que tenemos, porque no conocemos una idea de país mejor de lo que tenemos.
No es santo de nuestra devoción, pero lo que expresó el ex presidente Julio María Sanguinetti, nos pareció acertado y muy valioso.
A los uruguayos nos cuesta reconocer las buenas obras de los gobiernos anteriores y seguramente que las tuvieron, la reforma de la educación con la creación de los primeros CAIF (Partido Colorado), las escuelas de tiempo completo instituidas por el Partido Nacional y el Plan Ceibal (del Frente Amplio), seguramente que han sido obras acertadas.
Este es el camino, aunque bienvenida la discusión y el debate, que nunca deben extremarse.
A.R.D.
