El salteño en el área de internación de la Fundación Pérez Scremini
No faltan jugadores de fútbol que caen en la más recalcitrante y empalagosa soberbia, cuando alcanzan determinada resonancia en los estamentos del fútbol.
No faltan jugadores de fútbol que conservan la humana llaneza en sus actitudes o reacciones, mucho más allá de aureolas que le son propias.

Este segundo caso, es el caso de EDINSON ROBERTO CAVANI. «El salteño estuvo más de dos horas con los chicos que luchan contra el cáncer y les regaló sonrisas y el libro que escribió, señala el portal de deportes Fútbol. uy.
A renglón seguido se establece que «el área de internación de la Fundación Pérez Scremini tuvo una visita especial, cuando los rostros de los 24 niños que actualmente allí se encuentran luchando contra el cáncer se iluminaron ante la presencia del delantero que hizo el gol de la tarde. Edinson Cavani, con su habitual humildad, buen humor y generosidad, llegó a compartir un rato con los chicos de forma espontánea.

Hubo conexión desde el primer minuto y las sonrisas y fotos fueron una constante entre los pequeños, cuyas edades van desde el año hasta los 18»
A Cavani se le podrá enjuiciar desde en enfoque deportivo-futbolístico y es posible que las coincidencias no siempre se planteen.
Pero lo que no ingresa en el terreno de la discusión, es su perfil humanista.
No deja de aportar testimonios y ahora esta situación de última.
Conmovedora, naturalmente lo es.
Un golazo como tantas veces: desde el corazón.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-