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sábado, septiembre 6, 2025

Cuando la exquisitez y la capacidad creativa se unen

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Una historia que contar – Con la Maestra y Cantautora Bettina Álvez

Bettina Alvez Gularte (44) es docente y cantautora… compositora de canciones infantiles y ha logrado consolidarse como tal, y ha logrado establecer una conexión muy especial con la gente menuda.
“Me crié en la zona del estadio Dickinson . Fui a la Escuela Nº2, que se encontraba más distante de mi casa pero fue por razones de trabajo de mis padres. Luego concurrí al Liceo 5 y al Liceo IPOLL. Finalmente ingreso al Instituto de Formación Docente recibiéndome de maestra en el año 1995” – comienza contándonos a “Una historia que contar”
– ¿Cómo y en qué momento comienza su historia con la música y la docencia?
“Podría decir que la música y la docencia caminaron siempre juntas.
En el Instituto de Formación Docente ya intervenía en las actividades de clases de arte cantando y tocando la guitarra y mis primeras actividades prácticas en la escuela fueron en el área artística.
Recuerdo con mucho cariño una actividad asignada por la maestra adscriptora en mi segundo año de la carrera, en la escuela N°5, en un primer año, donde me solicitó que realizara una actividad de lectura con los nombres de todos los niños de la clase. En primer año se trabaja al comienzo de año con los nombres propios y las iniciales para motivar la lecto – escritura. una historia que contar
Así fue que, valiéndome de lo que mejor sabía hacer, escribí una canción con todos los nombres y sencillas rimas. Dibujé (aclaro que no lo hago muy bien jeje) cada carita de los 28 niños en círculos de cartulina con sus nombres y las colgué en el techo del salón. Canté y enseñé una y otra vez la canción, y ellos fueron descubriendo sus nombres y letras. Estoy segura que por mucho tiempo no lo olvidaron.
Ya recibida comencé a trabajar en Pueblo Belén. Mi cargo era de Maestra de Apoyo, debía atender a niños que requirieran un trabajo individualizado de todos los grados de primero a tercero, de ambos turnos. Como uno puede imaginar, a ningún niño le gusta ser “etiquetado” como el que tiene que ir con la maestra de Apoyo, el que no sabe, el lento.
Pues la música y la guitarra transformó esa realidad. Tenía asignada una salita pequeña para trabajar y allí recibía a cada niño, lo ayudaba en el área que la maestra del grado me solicitaba y siempre terminaba la actividad con una canción. No pasó mucho tiempo que comenzó a haber una gran demanda de niños que querían ir a las “clases de apoyo”.
Por ese motivo formé fuera del horario escolar lo que sería mi “primer grupo de canto”.
Debo aclarar que al trabajar en Belén en ambos turnos, no podía viajar todos los días, por eso quedábamos varias maestras en la escuela de lunes a viernes. Así , luego de las 5, reunía a todos los niños que querían cantar , tres veces a la semana y formamos el grupo de canto de la Escuela 6. Llegaron a ser 80 niños escolares y jóvenes del liceo también.
Todas han sido experiencias maravillosas.
– ¿Recuerda la primera canción que compuso? ¿De qué hablaba?
“Escribí letras de canciones desde muy chiquita, las cuales cambiaban sus melodías porque no tenía conocimiento de ningún instrumento y no podía grabarlas. Recuerdo una a los 8 años quizás, que la llamé “La ballena azul” y la cantaba con mis primos. Si tuviese que elegir una como la primer canción con letra y melodía muy definida podría ser “¿A dónde?”. Hablaba de muchas preguntas que nos hacemos cuando somos niños, ¿A dónde se va el sol cuando llega la noche?, ¿Hacia dónde se va el río y hasta dónde llega el mar?, ¿A dónde van los pájaros cuando dejan de cantar? ¿A dónde se va mi amigo, cuando nos dicen que ya no está?
– ¿Cómo es su conexión con los niños?
– “No sé cómo definir mi conexión con los niños, habría que preguntarle a ellos, jeje pero estoy muy agradecida con la vida por las dos vocaciones que puedo desarrollar con tanta pasión. Ambas me permiten conectarme de una manera hermosa con los niños. A la docencia la ejerzo realmente de vocación, siempre quise ser maestra y lo disfruto todos los días, a pesar de los años que llevo trabajando, a pesar de las dificultades que vivimos los docentes y la sociedad toda, aún sigo sintiendo cada día una enorme felicidad al entrar al salón, al escucharlos y compartir con ellos sus vidas. Y la música le da un plus importante a esa actividad, la música es mágica, atrae, conmueve, y no hay ni un solo niño que se resista a ella, por lo cual mi conexión con los niños se envuelve de esa magia y la tarea de enseñanza es realmente más motivadora.
– Una anécdota conmovedora que desee compartir
-”Anécdotas tengo muchísimas. Una de mis preferidas es en relación a un alumno que recibí en segundo año con un diagnóstico de “mutismo selectivo” (dificultad que se presenta cuando las personas enfrentan situaciones de mucho estrés) Era un alumno inteligente que realizaba todas las actividades escritas que se le solicitaban pero no hablaba. Escuchaba perfectamente, realizaba las consignas que se le daban pero era incapaz de emitir un sonido. Inclusive en su hogar. Lo anecdótico y extremadamente emocionante, podrán imaginar que fue cuando al formarse un grupo de canto en el salón, él pasó junto a su equipo.
Siempre lo hacía aunque no participaba oralmente, simplemente acompañaba a sus pares. Pues bien, cuando nadie lo esperaba, un día comenzó a cantar.
La sorpresa fue tal que hasta hizo llorar de emoción a varios de sus compañeros. No conocíamos su voz. Fue maravilloso.
Otras anécdotas hermosas se relacionan mucho con la motivación que tienen varios alumnos que llegan a escribir sus propias canciones, sus letras y melodías son verdaderas obras de artes que emocionan.
– ¿Cuáles son las realidades que la inspiran al momento de componer e interpretar?
-”Todas mis canciones se crearon por algún motivo especial. Algunas a partir de historias que quería contar a mis niños, otras a partir de historias o ideas que ellos me transmitieron, algunas con el fin de ser un regalo para alguien o para una escuela. También escribo canciones para poder jugar con ellas y muchas con el objetivo de enseñar algo. Me gusta transmitir en mis canciones muchas “imágenes”, todas están cargadas de paisajes cercanos al niño, de sonidos y anécdotas que le son familiares. Es muy variado mi repertorio en cuanto a temas y ritmos pero todas mis canciones son para un público infantil y su familia.
-¿Cómo surge el Club de Música para Niños – proyecto que comparte con Nacho Toso?
-”Creo firmemente que no existen las casualidades, si las causalidades. A Nacho lo conocía por su carrera artística pero no en persona. Un día, en un comercio nos encontramos y comenzamos a conversar de nuestras carreras relacionadas a la música y compartimos que los dos teníamos algunas ideas parecidas relacionadas a la enseñanza del canto a los niños. Yo tenía las ganas, la didáctica y me faltaba un buen músico acompañante y él por el contrario tenía los conocimientos artísticos necesarios pero no se sentía seguro en cómo transmitir esos conocimientos. Nos agendamos una reunión para conversar de todos los detalles y en un mes comenzamos con este hermoso proyecto, que ya va por su segundo año y que nos llena de satisfacciones.
-Haciendo una mirada retrospectiva – recuérdenos cómo surge uno de sus primeros materiales creativos intitulado «La Topa»
-”En el correr del año 2010 realizo un proyecto en mi Escuela, la Nº99, por todos conocida como La Escuela Roger Balet, grabando un disco con canciones creadas por los niños de cada grupo de los dos turnos de la escuela. A ese material se lo hago conocer a un Sello Discográfico de Montevideo llamado “Papagayo Azul”.
A partir de allí, su director Julio Brum y su productor musical Fernando Yáñez me ofrecen la posibilidad de grabar un disco con canciones de mi autoría. Uno de los temas que escribí se llama “La Topa”, nombre del juego de la escondida, el cual es denominado así sólo en Salto. Esto le llamó mucho la atención a los productores quienes consideraron que era un buen nombre para el disco. Ese primer material se produce en el 2011. En el año 2018 con el mismo sello nace mi segundo disco “Moñas desatadas”.
-Cómo docente y cantautora ¿Qué proyecciones se hace a futuro?
-”Aún tengo mucho que contar y cada día deseo más hacerlo cantando, por tanto mis deseos y proyectos son seguir grabando y compartiendo mis canciones. Deseo poder difundir más mi material, que llegue a más maestras y niños de mi país.
– ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajo conjunto con María Luisa De Francesco?
-”María Luisa fue mi profesora de Literatura Infantil en el Instituto de Formación Docente. Desde allí despertó en mi un profundo respeto y admiración. Recuerdo cómo disfrutaba sus narraciones. Ya desde esos tiempos compartimos la literatura y la música, recuerdo en una oportunidad haber interpretado el poema hecho canción “La niña de Guatemala” de José Martí en uno de sus talleres.
Más recientemente he trabajado sus cuentos y novelas con mis alumnos y ella ha tenido la gentileza de visitarnos, leernos y contarnos cuentos. También asiste a cada representación teatral que realizo con mis niños en la escuela, basándonos en sus obras. Lo más destacado y disfrutable de trabajar con María Luisa es su creatividad permanente para orientarnos en las actividades artísticas que podemos hacer, dándonos además la oportunidad de crear nuestras “versiones” de sus cuentos. También he escrito canciones para dos de sus cuentos que ojalá pueda grabar algún día.
El pasado 15 de junio María Luisa presentó su cuento “Supervaliente” y tuve el honor de ser invitada junto a mi Club de Música para niños y mi compañero de trabajo, el cantautor Nacho Toso a compartir un breve repertorio de nuestras canciones. El protagonista de la historia de “Supervaliente” es Emiliano, nieto de María Luisa e integrante del Club, por lo cual todo se transformó en una noche muy especial”

 

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