Tres chances netas en el primer tiempo: dos por Aranda y la restante por Fagúndez. Además, en el conteo de los 90 minutos, hubo cuatro secuencias puntuales que pudieron convertirse en gol. Recién a los 35′ de la recta final, Lavalleja se aproximó al arco de Sánchez, quien resolvió desde los reflejos esenciales: volcar el cuerpo sobre su palo derecho para desviar una pelota que se metía.
No solo se trata de apelar a esas señales, sino a la escena general de un partido donde, si un equipo reveló la actitud DEL QUE PRETENDE GANAR, ese fue Salto. No es por haber jugado mejor, sino por EL SENTIDO DE BÚSQUEDA OFENSIVA.
Por ese querer más, a despecho de errores de construcción, desde el momento que tampoco es misión accesible sembrar hegemonía ante un equipo ultra defensivo como fue Lavalleja.


El plan táctico de Lavalleja no se convirtió en una gruesa perfección, pero es verdad que Gerardo Cano elaboró ese mismo plan en función del objetivo: rescatar de visitante lo que se pueda y definir en casa.
A Lavalleja el negocio le resultó perfecto. No perdió ni le convirtieron goles. Desde los dos partidos por Cuartos de Final hasta este primer duelo en semifinales, acumula 270 minutos sin goles en contra.
No por nada tiene a Valentín Melgar: arquerazo de pies a cabeza.
De lo que no hay dudas: el empate fue una mentira. Salto DEBIÓ GANAR y no se trata de méritos, sino de ambición, situaciones, incluso el atrevimiento del técnico con los ingresos de Gabriel de Souza, Agustín Pintorelli y Diego González para ofrecer más salida.
La deuda de Salto se enquistó: no fue resolutivo. No convirtió en la medida que gestó. Si dispuso de siete situaciones netas y no rompió las piolas, el sabor se volvió ácido, difícil de digerir.
Quedan 90 minutos. Salto prolonga su vida y no hay condena a partir de un empate. Sin embargo, un empate de local complica y lleva a la pregunta:
¿Un empate de local hunde la chance futura?
Allá, en Minas

Jugando en el Parque Dickinson, el sábado a la noche, Salto y Lavalleja disputaron el primer partido semifinal. El juego de vuelta está pactado para el domingo próximo a las 21 horas en el Estadio Juan Antonio Lavalleja de la capital serrana.
Un estadio que quedó en la memoria del fútbol departamental de Salto, considerando que en 1979 el 18 de Julio de Liga Agraria alcanzó el título de Campeón del Interior.
La delegación salteña viajará un día antes, considerando la distancia en relación a la capital de Lavalleja: 550 kilómetros, casi 7 horas de viaje.
En caso de empate en puntos y goles, la instancia se resolverá con la ejecución de tiros desde el punto penal. En la edición 2024 del Campeonato del Interior, Lavalleja eliminó a Salto por penales con un 3 a 2 final.
Néstor Coelho: cómo debe ser

Aspecto central de Néstor Coelho, árbitro central del juego entre Salto y Lavalleja: la condición física a favor. Además, los sistemáticos aciertos en materia técnica.
Quizás le toleró demasiado a Valentín Melgar, arquero de Lavalleja, el generar el paso de minutos mediante simulaciones en más de una ocasión, hasta que finalmente lo amonestó.
En situaciones presuntamente polémicas, siempre estuvo bien ubicado para decidir, eliminando cualquier duda. Mantuvo el mejor panorama para resolver con nivel saliente y una personalidad notable.
