El Grupo de Rescate Arqueológico “Sello de la Historia” hizo un importante hallazgo en la localidad de Sopas en Salto; se trata de una estructura funeraria ubicada en un cerro como la mayoría de los panteones de campo, pero con la diferencia que es para una sola persona y tiene forma de obelisco. Vale señalar que en los alrededores no se evidencian otros
enterramientos.
“La fecha de defunción es de 1920 y no posee cruz de hierro como la mayoría de los entierros de este tipo. El epitafio está escrito en una placa sin referencias religiosas, expresa el concepto Nostalgia,escrito en portugués (saudades)” – reveló uno de los integrantes del grupo, el Profesor José Buslón.
Desde lo simbólico la estructura piramidal expresa la idea de ascensión, y al estar construida sobre una base ,este concepto se ve reforzado. Presumimos que en la estructura está contenido una urna ya que se evidencia que se trata de una persona adulta por quienes le dedican el recuerdo.
Las estructuras funerarias están sometidas a una condición paradojal, son para los muertos, pero construidas por los vivos, que en un sentimiento de temor a la muerte la idealizan transformándola en arquitectura que logre exorcizar el hecho trágico de la desaparición física. Se le da a la muerte un sentido poético similar al que se le otorga a la vida.

Se homenajea a la muerte para alejarla, como que si de esa manera se pudiera evitarla.
“Desde mi rol como docente, llevo adelante desde hace 16 años un proyecto denominado
Ante el olvido la Historia despierta» – destacó Buslón.
El título de este proyecto resulta muy literal, ya que el olvido, es el olvido de ese viejo panteón de esa vieja tumba, pero que investigando y planteando preguntas hace despertar a la Historia, porque conociendo quien reposa allí, podemos conocer aspectos de su vida, sus creencias, sus costumbres, sus prácticas y su deseo o no de trascendencia, la de él, o la de sus familiares que por esa razón construyen tal o cual estructura funeraria.
EN LA LOCALIDAD SALTEÑA DE SOPAS
La investigación que presentamos en este artículo se lleva a cabo en la localidad salteña de Sopas, en un establecimiento privado.
Se realiza por parte del Grupo de Rescate Arqueológico «Sello de la Historia» Llegamos a la estructura funeraria por casualidad ya que nuestra actividad era de prospección, que pudiera arrojar elementos de la forma de vida en el pasado y encontrar evidencia de enfrentamientos bélicos.
La curiosa tumba se encuentra construida sobre una lomada, elevación inferior a 150 metros, constituida por roca basáltica.
La fecha que luce en el epitafio data el fallecimiento de la persona, una mujer, en el año de 1920.
Por el tamaño de la estructura, una pirámide truncada, de 2,30 metros y una base de 1 metro y 15 centímetros, sin posibilidad de que exista una fosa, por que reposa sobre suelo rocoso, lo que preserva allí es una urna, posiblemente de madera, por la forma que se utilizaba en la época para depositar en los panteones y dónde se advierten otras en la zona que se encuentran al costado de la ruta 31.
El filósofo Ernest Cassirer, nos dice, que el hombre vive, además de un universo físico en un universo simbólico, constituido por el mito, el lenguaje, el arte.
Carl Jung, nos habla de los símbolos como una experiencia resultante del inconsciente colectivo que expresan manifestaciones arquetípicas.
Esto nos permite inferir, que, en lo funerario, como en otras construcciones patrimoniales, las estructuras arquitectónicas son realizadas con el propósito de darle sentido a la existencia humana.
Los enterramientos, grupales (cementerios, panteones) o individuales, tumbas, en ciudades o campos, constituyen objetos simbólicos, que reflejan una forma de sentir y pensar.
MÁS ALLÁ DE LO QUE VEMOS
Cuando nos enfrentamos a estas estructuras debemos saber que más allá de lo que vemos, existen realidades a las que se llega por medio del estudio y de la investigación ya que se trata de signos, de objetos, que representa otra cosa, más o menos explicita.
La estructura de pirámide que posee la tumba es una representación del aspecto materno de la tierra, expresando la doble idea de la muerte y la inmortalidad asociadas a la Gran Madre.
La pirámide como montaña hueca, símbolo del vientre materno. En el caso de la tumba referida se encuentra en una zona elevada, lo que permite reafirmar esa idea de la montaña hueca.
La pirámide resulta de la integración de formas diferentes, base cuadrada que representa a la tierra y un vértice que representa el punto de partida y de llegada. En el caso de la estructura referida, el vértice esta truncado y en este sentido advertimos al lector que atienda dos elementos, el de la pirámide como útero y el vértice truncado.
También representa el hecho místico y misterioso de la ascensión, de la canalización a otra dimensión, lo cual se representa también a través de otros símbolos representados en objetos como pueden ser los pinos, o los ángeles.
En esta tumba luce adherida al hormigón, una placa de mármol con un epitafio muy simple de quienes la recuerdan, esposo e hijos, y la expresión de nostalgia escrita en portugués «Saudade»
Esto se explica en que la procedencia de la familia era de Brasil, ella según las costumbres de la época adquiere el apellido del marido, pero el suyo es el de su mamá como se estilaba en el país.
En unas líneas más arriba pedíamos que estuvieran atentos a la simbología del útero y el vértice truncado. Quien yace en la tumba falleció a joven edad, en momento que dio a luz a su hijo, quien de estar vivo hoy tendría más de 101 años.
Esto surge de estudio de archivos que se realizan a partir de la información del epitafio y dónde decidimos preservar datos específicos y sensibles para no herir sensibilidades y porque tampoco aportan a la historia.