La Sub 17 en la vuelta. Ratificar lo que tiene, desde su propia certeza.
Cuando la selección Sub 17 volvió después de los meses de tregua, no dejó de ser parte de la duda. ¿Qué señal de eficacia? Porque el punto fue ese.
Ya en Cuartos de Final, ganar y avanzar. Pero no solo se trataba de la natural ambición del resultado, sino del cómo hacerlo. Sobre qué dispositivos o bases de funcionamiento. La respuesta viene siendo inmejorable.
Cinco jugados y cinco ganados. Generosa regularidad. 14 goles favor y 1 en contra.
Es acaso, un trayecto ideal. Fuera de casa o en casa, el plantel en manos de Wilson Cardozo marcó a fuego una línea de fútbol a la medida de la ilusión.
La ilusión de la respuesta. Es más que más allá del equipo….¡el plantel expuesto al combate de sus fines, jugando y proponiendo!
POR LA CERTEZA «NARANJERA»
Si algo restaba para comprobar las aptitudes de este Salto Sub 17, la victoria en Paysandú. tres goles a la «blanca» de visitante, puntazos válidos, como para acentuar el Salto creíble, confiable.
No tienen trascendencia los goles, como elemento de decisión. Si ganase Paysandú 1 a 0, le será suficiente para forzar un tiempo suplementario de 30 minutos a manera de tercer partido. Es lo que Salto debiera evitar. Aunque el acorralado por la necesidad es Paysandú que tiene que ganar, desde el momento que un empate lo condena..
Por lo demás, Salto y Paysandú siempre es un telón arriba, a la más manifiesta y envolvente pasión. Por aquello de que la historia tironea y no deja de volver.
