Como lo dijera EL PUEBLO en su edición de ayer, hoy 21 de setiembre es el Día Mundial del Alzheimer. Por ese motivo, a la hora 17, se realizará en el Ateneo una importante jornada sobre el tema. Dos integrantes de REDAM (Red del Adulto Mayor), Susana Russo y Enrique Prado, brindaron detalles sobre la actividad y compartieron algunas reflexiones sobre cuestiones estrechamente vinculadas con la llamada tercera edad.
-¿Qué pasará el martes en el Ateneo?
Susana: Este martes 21, en el Ateneo, vamos a hacer un conversatorio donde vamos a hablar de Alzheimer. Va a ser a la hora 17, con un cupo de cien personas, y nosotros invitamos a todos, por ejemplo a la gente que ha hecho el curso de cuidadores, para ellos es importantísimo porque tienen que estar al día. Va a haber una gerontóloga, una trabajadora social y una profesora adjunta de la Facultad de Enfermería dedicada a la salud mental. La gente va a tener la posibilidad de participar, de hacer preguntas, no queremos que cuenten la vida, sino preguntas para sacarse dudas.
Enrique: Esa es la idea, decir conservatorio es decir que da lugar al intercambio. Como decía Susana, es bueno ir y preguntar. El que tiene dudas pregunta, porque así surgieron las grandes obras de los grandes creadores, se pregunta para aprender.
-Hablemos algo de esta enfermedad…
Enrique: El Alzheimer es un problema que afecta a muchísima gente…
Susana: A mucha gente que la padece y también a muchas familias que están en el entorno…
Enrique: El Alzheimer es generalmente una bomba de tiempo. Ahora hacen el diagnóstico, pero antes no hacían ese diagnóstico. Pero siempre lo importante es que los familiares se den cuenta, o que uno mismo se dé cuenta…
-¿Y cómo darse cuenta?
Enrique: Por ejemplo, te olvidaste de algo, un olvido lo puede tener cualquiera, hasta un niño de escuela, pero cuando el olvido se hace repetitivo hay que poner atención, poner las barbas en remojo…
Susana: Y el olvido reciente, no el de antes, el reciente es el principal. También quiero invitar a familiares que tienen adultos mayores, que los observen, porque ese es el detalle más importante que tienen que tener los hijos o los que están con ellos, si se olvidan de lo que estaban diciendo o de lo que hicieron recién. Otras señales a atender son por ejemplo no querer bañarse, no querer vestirse, querer quedarse de pijama, no querer comer, no querer levantarse, esas son todas señales…
-Ustedes habitualmente plantean que aún queda mucho por hacer en salud mental del adulto mayor, ¿verdad?
Enrique: Es que siempre queda para último la atención a la salud del adulto mayor. Nosotros hablamos mucho de envejecimiento y vejez como cosas distintas…
-A ver, ¿cómo es eso?
El envejecimiento es durante toda la vida, desde que nacemos, desde el primer segundo, o minuto, un día o un año que pasa ya estamos envejeciendo y no nos damos cuenta. Y muchos de los que hoy hacen oído sordo a las políticas sociales para una mejor atención de las personas mayores, dentro de 20 o 30 años van a ser parte de la vejez, ¿no se dan cuenta de eso o no se quieren dar cuenta? Se hacen los sordos, no escuchan las razones que nosotros y tantas otras organizaciones exponemos. El ser humano está completamente compuestos en un 100% genéticamente, biológicamente, entre la segunda y la tercera década, entre los 20 y los 30 años el cerebro, el físico, la estructura ósea está completa. Entonces ahí empieza otra etapa, y se van sucediendo. Yo cuando me retiré de la etapa laboral, ya sabía lo que iba a hacer, hay que tener un Plan B y saber qué va a hacer uno con esas 8 o 10 horas que estaba en el taller, en el escritorio, en la fábrica, ¿va a estar en una silla playera mirando un rectángulo de colores? No, si se hace ese tipo de vida sedentaria, no se sale a caminar, no se hace ejercicio, se le va la vida esperando la carroza. No, no, hay que tener alguna actividad social, cultural, algún hobbie, arte, pintura, jugar a las bochas, ir a un club, hacer ejercicio, hacer yoga, hay un montón de cosas, grupos de autoayuda, comisión del barrio, comisión fomento de una escuela…
-¿Esa es la clave para una buena vejez?
Susana: Sí, esa es la clave, estar en actividad. Yo creo que se debe tener una ley que ayude a que te vas a jubilar y ya cinco años antes te prepares, porque hay gente que no se prepara y no sabe lo que va a hacer, entonces ahí viene el desencanto, a veces la jubilación es menos que el sueldo, no está en contacto con los compañeros, dejó de relacionarse con la gente que antes veía. Pero la clave es procurar verse, no quedarse en la casa. Yo tengo 81 años y sigo activa, ahora estoy cosiendo, haciendo un trabajo para mi hija y para mi nieta. Y esto de estar en REDAM y estar en UNI 3 es fundamental.
Enrique: Es decir, los vínculos sociales uno debe seguir teniéndolos, no quedarse solo, la soledad es mala compañera…
Susana: Pero sobre todo tenés que tener una vida saludable anterior a la vejez. Si no cuidaste tu vida, no la vas a cuidar después que te jubiles, después de los 60 años, tenés que llevar una vida activa y cuidada.
-¿Cómo creen que impactó la pandemia en el adulto mayor, en su mente?
Cuando empezó la pandemia yo decía: bueno, hay que hacer cuarentena, correcto, hay que cuidarnos, pero cuanto más larga la cuarentena en vez de ayudar nos va a perjudicar… Y ahora se están viendo los resultados. Imagínese una familia de cuatro integrantes, todos con actividades diferentes, se encontraban a mediodía y después de noche, pero cuando estás las 24 horas encerrados, de diferentes edades, donde hay niños que son muy perjudicados, o los adolescentes que algunos han tomado el camino del suicidio, es difícil. Los niños van a tener problemas de aprendizaje como secuela del encierro.
Y el adulto mayor también sufre, el ser humano no nació para estar encerrado ni para estar solo, nació para formar una familia, estar vinculado a la sociedad, al trabajo, al arte, a la cultura, a la ayuda, el ser altruista es uno de los mejores remedios para muchos problemas mentales.