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El pueblo no apoyó

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Diario EL PUEBLO digital
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Si usted ha venido leyendo nuestras reflexiones y opiniones que lunes a lunes se publican en esta contratapa, sabrá que últimamente hemos sido muy críticos con esa serie de nefastos acontecimientos ocurridos a nivel del Gobierno Nacional, que no dudamos en tildar como “crisis”. Después, si la crisis es -política- del gobierno o institucional sería una discusión aparte. Pero que es crisis, creemos que no hay dudas, porque además, nada menos que ocho ministros (entre otras autoridades de menor jerarquía) han sido removidos de sus cargos en un período al que todavía le resta un año y medio de gestión. Removidos por diferentes motivos sí, pero que en la mayoría de los casos (diríamos: salvo excepciones) ha sido por situaciones reñidas con la moral o directamente con la Justicia, tampoco hay dudas. Si eso no es crisis, ¿qué es?

Pero cuidado, no creemos que todo ello sea motivo para realizar movilizaciones que pretendan transformarse en revueltas sociales a modo de protesta. Al menos no estamos de acuerdo con ese tipo de medidas, simplemente porque no solo no solucionan las cosas, sino que generan un clima de mayor “grieta” en la sociedad como suele decirse y hasta de violencia. Uruguay, felizmente, tiene otras formas para que los ciudadanos podamos expresarnos, entre ellas por supuesto la posibilidad de cambiar de gobierno cada cinco años; o incluso antes, promover instancias de referéndum, plebiscitos y demás.

Además que gozamos de la libertad de expresarnos en medios de comunicación con la opinión que nos parezca mejor, sin problemas. Las revueltas sociales no son convenientes, de eso estamos convencidos.

Pero no es solo nuestra opinión. Parece ser también la de muchos uruguayos y a las pruebas nos remitiremos. El pasado lunes quiso organizarse una gran movilización en contra del gobierno y no funcionó. Es decir, fue muy pero muy escasa la concurrencia. Algunos medios capitalinos hablaron directamente de “fracaso”, otros de “tibio apoyo”.

Un grupo de personas afines al PIT-CNT, también algunos identificados con el Frente Amplio organizaron y llevaron adelante un acto que llamaron «por la democracia y contra la corrupción». Lo que está claro es que en la previa, se anunció con bombos y platillos como “una gran movilización ciudadana”, sin embargo terminó siendo un acto con escasísima presencia, donde ni siquiera se hicieron presente los principales dirigentes del Frente Amplio (excepto Carolina Cosse y alguno más). ¿Los demás no se enteraron o no apoyaron la movida? Nos inclinamos por la segunda opción, ya que por ejemplo Fernando Pereira (aunque estuvo) había advertido que no era una actividad «oportuna» dado que «no están las condiciones para una movilización masiva». Quienes concurrieron sí, fueron aquellos más radicales dirigentes de la izquierda, del PIT CNT y/o del Frente Amplio, conglomerados cada día más difícil de diferenciar.

Para ampliar en detalles y solo a modo de información, hay que decir que la movilización de la que venimos hablando fue impulsada por el PIT-CNT, la Federación de Estudiantes Universitarios Uruguay (FEUU) y la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam), con apoyo de algunos sectores del FA. El lugar elegido fue la Plaza Cagancha y el lema o proclama «Por la democracia y contra la corrupción».

Aparentemente, quien tenía firmes intenciones de hacer de este acto algo mucho más grande e impactante es el Partido Socialista, que incluso habría solicitado a la Mesa Ejecutiva de la coalición de izquierda que pusiera mayor énfasis en la convocatoria. Pero eso claramente no pasó. Es más, como informó El País, el Partido Socialista «llegó a la plaza con una treintena de militantes enarbolando banderas partidarias…». ¿Una treintena en un acto en el centro de Montevideo? Muy poco, ¿verdad?

Por otra parte, ya desde varios días antes, algunos sectores como el MPP de Mujica, estimaban que el acto fracasaría. Por algo sería.

Pero hay cuestiones más de fondo que nos parecen más importantes. Fíjese usted, estimado lector, que la proclama hablaba de “democracia”, al tiempo que era impulsada por quienes no aceptan que Venezuela, Cuba y Nicaragua son dictaduras. Parece hasta un chiste. No hay forma que lo reconozcan; siguen insistiendo casi infantilmente en que son «democracias diferentes». Terrible.

Y la otra parte del reclamo hablaba de “corrupción”. Siempre decimos que nadie debería intentar defender algo que esté mal hecho escudado en que antes se hizo algo igual o peor. Pero, de todas maneras, hay cosas demasiado llamativas que no se puede dejar pasar. Nos referimos a que en quince años de gobierno frenteamplista no recordamos una sola “movilización” por casos como el de Bengoa en Casinos; de Lorenzo y Calloia con Pluna; el de Sendic en Ancap; el de Placeres en Envidrio o el de Cendoya en la Ursec; el de Carrera en el Hospital Policial o el del equipo del extinto Ministro Bonomi en la fuga de Morabito; y tantas y tantas otras…. Imagínese usted que si así hubiese sido, hubiéramos vivido de movilización en movilización. Contrariamente, muchos de los que hoy critican y hasta organizan movilizaciones defendieron enérgicamente a los protagonistas de aquellos escándalos.

Al fin de cuentas, sacamos en especial dos conclusiones de lo ocurrido el pasado lunes. Una, que la unión PIT CNT- Frente Amplio parece cada vez más íntima. Lo que uno propone el otro apoya, aunque después (como en este caso) no vaya nadie; aunque después, muchos no quieran mostrarse. La otra, que los ciudadanos uruguayos (sin que importe a qué partido político o ideología sean afines) tienen muy claro que ese tipo de cosas no conducen a nada bueno, y por eso no hubo apoyo. El pueblo uruguayo sigue teniendo la lucidez necesaria para darse cuenta cuando se lo quiere conducir, engañado, a movilizaciones (en este caso) que en realidad tienen otro trasfondo, ¿se entiende? Tiene por suerte muy claro que la herramienta mejor con que cuenta si quiere cambios, es el voto. O la militancia política previa, pero con honestidad, diciendo las cosas claramente, diciendo: milito para tal o cual partido, no escondiendo ese “detalle” tras aparentes revueltas “por causas justas para todos”.

Dejo por acá estas expresiones de la expresidente de Adeom Montevideo, Valeria Ripoll, vertidas hace unos días en el programa «Esta Boca es Mía», de canal 12, en el que participa como panelista: «Si en 2019, el PIT-CNT -con el dinero de todos los trabajadores- hizo una campaña publicitaria para defender que permaneciera el gobierno del Frente amplio, ¿objetivamente extraña lo que están haciendo hoy? No hubo una sola movilización con todos los hechos que en 15 años le pasaron a los gobiernos frenteamplistas. Lo que pasó con un Vicepresidente, que fue una verdadera crisis institucional… ¿El PIT-CNT se movilizó? ¡No, no lo hizo! Una década y media donde la cifras de la violencia eran insostenibles. Muertes de trabajadores. Yo no sé si ustedes recuerdan cuando nosotros estábamos permanentemente hablando de trabajadores asesinados víctimas de rapiñas ¡No hubo una sola movilización del PIT-CNT en aquel momento!».

¿Cuesta tanto entender que lo del lunes 13 fue un acto político partidario que fracasó? Creemos que no. Porque así lo entendió fácilmente también la mayoría de los uruguayos, que consideró que en este momento, la mira debe estar puesta en otras cosas. El pueblo no apoyó, y eso también debe respetarse.

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