Gonzalo Tagliabue, el ciclismo de proyección y desde Salto al sur
Tiene 38 años. Gonzalo «Gonchi» Tagliabue siente que el ciclismo sigue siendo para él lo que nunca dejó de ser: una pasión en sí misma.
Por esos 25 años en que fue uno más a la hora de entrenar y participar en pruebas a nivel nacional y en el exterior, más este presente de entrenador.
La causa del ciclismo en determinados casos, es una causa que no se agota.
Fluye y está. Se potencia.
El hecho es que el puente tendido no falta con el Club KCC de San José y como en Salto la inactividad está planteada, GABRIEL DO CARMO (15 años) e INÉS DA COL (31 años), con la proa en ese fin de cara a las Rutas de América de Damas y a la primera edición de las Rutas Juveniles, con organización del club Fénix.
Gabriel e Inés, salteños los dos, entrenados por Gonzalo y ese fin de semana que pasó. El DT transforma en palabras el elogio sin concesiones para Inés, »teniendo en cuenta que hace un año comenzó a tener inclinación por el ciclismo. En mayo se compró la bicicleta y el efecto de la pandemia, limitó el calendario. Pero el hacerse a la ruta le fue dando base para esa proyección que también sobre ella recae, porque simplemente condiciones no le falta.
Hay que tener en cuenta su edad y la condición de madre. Por eso todo se hace más resaltable. Ocupó la posición 20 de un total de 106. Fue la mejor del equipo. Ha tenido participación en carreras zonales y de Argentina. Yo diría que lo de Inés es parte de un crecimiento en la disciplina, después de los tiempos que compartió en el Mountain Bike. Tiene competencias ganadas y sobre todo un aspecto que no es menor: su conducta y aplicación».
EN LA HORA
DE GABRIEL
Primera página de la edición de la víspera en EL PUEBLO, para sintetizar la elocuencia de ese responder desde Inés Da Col y Gabriel Do Carmo.
En el caso de Gabriel, las puntualizaciones del Director Técnico que se suman, porque resultó uno de los primeros en la competencia, con tan solo 15 años.

«Cuando lo conocí, comenzamos a entrenar, con un fin paralelo: el de su propio cuidado. Ocurre que condiciones no le faltan. Sobradamente las tiene, mientras una humildad juega a su favor. Es la condición humana que también importa en ciclismo. Desde esa humildad es posible aprender, mejorar el rendimiento, establecer una escala de evolución.
En el caso de Gabriel no puede correr por cuenta propia, por eso tiene que ser parte de un equipo, para ser uno más en el equipo de «Ciudad del Plata de San José». Que haya respondido como respondió, es algo más que una señal: más bien se trata de ratificación de aptitudes que lo distinguen.

-»Gonchi» desde el mando técnico. Inés y Gabriel como partes activas de esa ilusión en dos ruedas. Un fermento de ilusión. Sin dobleces.
¿Rutas empinadas?….seguramente. Pero desde la aptitud y el querer, aliados del mañana.
Ese mañana que no deja de clarear.