Dra. Romina Silveira: Abogada, Docente, Maquilladora
Hace unos días, llamó la atención de muchos la calidad en el maquillaje del elenco teatral dirigido por el Mtro. Jorge Molina, en una de las primeras presentaciones que este grupo realiza en público. “La maquilladora se llama Romina”, nos dijeron. Por otra parte, habíamos escuchado hablar de una joven abogada llamada Romina Silveira. Pues resultó que se trata de la misma persona. Es quien protagoniza nuestra sesión Al Dorso de hoy.
Nacida en Salto el 20 de agosto de 1991, Romina Silveira Rodríguez es Abogada egresada de la Universidad de la República y aspirante a Profesor Adscripto de esa misma casa de estudios. Además, “en los momentos libres soy maquilladora, por pasión y como terapia”, cuenta al conversar con EL PUEBLO.
1- ¿Cómo se definiría a sí misma?
Me defino como una mujer resiliente y todoterreno.
2- ¿Por qué decidió ser Abogada?
Cuando estaba en el liceo, me tocó trabajar sobre un proyecto de investigación sobre Violencia de Género, que implicó entrevistas a diferentes actores sociales, mucho de ellos abogados, eso me despertó curiosidad por el trabajo que hacían y es entonces que me empezó a apasionar la defensa de diferentes casos y la aplicación de estrategias para la resolución de los mismos poniendo en práctica el Derecho. No puedo dejar de pensar en lo que me dijo mi padre cuando le dije que quería ser Abogada: “Podrías elegir Magisterio que es una carrera más corta”. Lo dijo comparando el tiempo entre una carrera y otra. Le hice caso, fuí y me inscribí en Magisterio. A los días siguientes me anoté en Facultad de Derecho y por supuesto, como era de esperarse, no fui a ninguna clase de Magisterio. La docencia, el transmitir conocimiento es algo que me gusta mucho, pero la Abogacía me apasiona más y mis sentimientos se quedaron en mi querida Universidad, ese lugar que fue y sigue siendo mi segunda casa y de donde me llevé grandes historias e invalorables amigos.
3- En realidad eligió una profesión que muchas veces es bastante criticada… ¿coincide con esta afirmación?
A nadie le gustan los abogados hasta que tiene que recurrir a uno. Es una profesión que está en boca de las personas siempre, ya sea porque se está tratando un proyecto de ley, ya sea porque algún casó que generó alarma social se aplicó tal pena, etc. En realidad, nuestro trabajo es aplicar la ley y defender el Derecho de las personas, arreglar las grietas de la sociedad.
4-Sucede que casi siempre se los asocia a los abogados con problemas, y por supuesto que nadie quiere tener problemas…
En referencia a este tema, sí, algo que generalmente pasa es que se acostumbra a relacionar al abogado con situaciones negativas de la vida y sin embargo hay otras tantas situaciones en que nos damos cuenta que nuestra profesión cambia la vida de las personas para bien…
5- ¿Por ejemplo?
Por ejemplo una acción de amparo en donde se logra conseguir una medicación, un trasplante, hacer valer derechos humanos o sociales, las adopciones, las tenencias y así muchos casos. Es entonces que la profesión toma otra perspectiva y uno recuerda el motivo por el que eligió esta profesión y eso hace que todo valga la pena, la gente cuando te lo agradece hace que valga la pena más allá de que sea nuestro trabajo.
6- Desde su punto de vista, ¿cómo debe ser un abogado?
Debe ser responsable de sus casos, no dejar que los expedientes descansen en el juzgado, debe generar confianza con los clientes. En mi caso puntual dialogo con las personas acerca de las posibles soluciones y se trabaja en conjunto. Una característica importante es la seriedad, porque la persona que pasa por la puerta del escritorio viene a contar un problema y espera recibir un abogado que lo escuche con respeto, le brinde soluciones y le dedique su tiempo.
7- Decía hace un momento que no le sedujo demasiado el Magisterio, de todas maneras la docencia está en tu vida, ¿cómo es eso?
Hace cuatro años soy Aspirante a profesor adscripto de las materias Práctica Profesional I, II y III (Consultorio Jurídico) en la Universidad de la República. Junto a un equipo de trabajo formamos a estudiantes futuros profesionales del Derecho, lo cual es una gran responsabilidad. Es la manera que encontré de combinar dos cosas que me gustan, la docencia y el Derecho. Realmente me gusta lo que hago y me siento con el trabajo cumplido cuando nos cruzamos con ellos en el juzgado y hasta a veces los tenemos de contraparte, o cuando nos dicen que les gustó haber cursado la materia y que aprendieron la práctica más allá de lo que dicen los libros. Es un honor y un placer enseñar.
8- ¿Y cómo es eso de que también es maquilladora? Hemos visto muy buenos trabajos suyos…
El maquillaje siempre me gustó y decidí hacer el curso para practicarlo de manera profesional, es un hobby que a veces se convierte en trabajo. Me dio la posibilidad de conocer personas maravillosas, con una energía increíble. Mientras maquillo me gusta dialogar con las mujeres, me gusta que vivan la experiencia de tener un momento que es de ellas y que lo disfruten. Para mí es terapia, es salir de los papeles, salir de la profesión y distraer la mente en otras cosas. Hay colegas que cantan, otros colegas que pintan, yo elijo maquillar.
9- Vuelvo al comienzo de la entrevista, dijo ser una persona “resiliente y todoterreno”, ¿por qué?
Porque ninguna situación de la vida me impidió que yo saliera adelante. Cuando tenía siete años mis padres se separaron y yo me quedé sola con mi padre. Soy la más chica de seis hermanos que en aquel entonces habían formado ya su familia y nos quedamos los dos solos en casa. Él se ocupó de mí como cualquier madre se ocupa de sus hijos desde el más pequeño detalle, desde peinarme hasta llevarme a la escuela, desde cocinarme todos los días hasta lavarme la ropa. Estuvo presente en cada etapa de mi vida, siempre luchando y acá estoy, me convertí en lo que soy gracias a él. Tenemos una conexión única, aunque a veces peleamos como todos los padres e hijos. Él me enseñó muchas cosas pero creo que más le enseñé yo a él cuando le conté que me había recibido, le demostré que siempre se puede, sin importar las circunstancias. No hay límites para el esfuerzo humano, cuando uno se propone las cosas, se logran. Soy una mujer que nunca espera nada de nadie, si quiero algo voy y lo consigo. No creo en la suerte, creo en el trabajo, en el esfuerzo y en la decisión que tiene uno de cumplir objetivos.
10- Si tuviera en sus manos la posibilidad de cambiar algo del sistema uruguayo en general, ¿en qué piensa?
En que se le dé más oportunidad a los jóvenes que estudian, que se capacitan y que quieren salir adelante.