Denis metiera un impecable golpe de cabeza que dejó pagando y sin reacción al bueno de Antony Costa.
Fue sin dudas el mejor momento de Saladero en el partido, por la solidez general del equipo, bloqueando la acción de un Gladiador sin reacciones individuales, para que el funcionamiento defensivo fuese el mejor. O el más digno. Pero como es Gladiador y no perderá nunca la rebeldía, sobre los 35′ Diego Medina estrechó la diferencia, a partir de un frentazo a ley justa: había que capitalizar el palo izquierdo libre y allá fue.

ESE HERIDO QUE FUE GLADIADOR
El Saladero del primer tiempo fue el que justificó la victoria, con ese viento azotando desde el sur, para sorprender a un Gladiador, que en el complemento intentó recuperar la memoria de partidos anteriores. Rony Costa no se guardó cambios y en los 12′ Agustín Cardona le sacó un remate de gol a Carlitos Da Silva. Las expulsiones del «Lolo» de Mora primero y de Daniel da Silva después, en uno y otro. Gladiador que se volcó a la misión ofensiva, aún con desniveles, pero en su fortaleza defensiva, la razón por la que Saladero puso a resguardo la diferencia. Fue inteligente en el planteo.
Desconectó a Gladiador, que terminó herido incluso en lo anímico. Saladero se fue para el barrio, a favor del canto guerrero de quien apunta arriba. Seguramente que solo bastaría mirar la tabla para descubrir a este nuevo candidato, con perfil propio y de los buenos.
