ACLARANDO dijo aquel “y le echaba agua a la leche”, “no aclare que oscurece” dijo otro, pero la cuestión es que “cuentas claras conservan amistad”, y no está de más que desarrollemos algo, de manera breve, porque tampoco da para tanto, algo que escribí en mi columna el domingo pasado, cuando expresamos que “SUMARIO. Hablando respecto a cierta apatía política local, la Junta Departamental de Salto levantó su receso este jueves y solo tres Ediles se anotaron para hacer uso de la palabra en la media hora previa, y la sesión apenas duró 17 minutos. Sin comentarios”.
Haciendo autocrítica, debo reconocer que a veces uno no se expresa correctamente, y cuando parece que dice una cosa, solo intenta decir otra. En este caso concreto fue lo que ocurrió. Y lo menciono porque ese simple párrafo derivó en un debate en las redes sociales generada por el escrito del estimado colega Jorge Pignataro que al día siguiente elaboró una columna de opinión basada en ese breve párrafo.
Algo ya adelantamos el pasado jueves en una opinión en página 3. Hoy agrego que como dijimos en el acápite de la columna original, “semana previa a carnaval algo atípica en lo político ante los escasos anuncios que han existido a la opinión pública, sin embargo…”, es decir, en general hubo poco movimiento político durante el verano debido a las altas temperaturas que todos hemos padecido, por lo que no abundaré. Enero, por lo general,
salvo excepciones, que las hubo, se aprovecha a descansar (eufemismo de no molestar) y dejar descansar a la gente, que ya bastante abrumada está con el día a día.
Las y los Ediles de nuestra Junta Departamental desde noviembre de 2020, fecha en que asumieron su mandato, han tenido un prolífico trabajo del que EL PUEBLO ha dado cuenta semana por medio cuando sesiona en forma ordinaria el Legislativo comunal, en rápidas sesiones que apenas alcanzan a una hora, salvo alguna en especial, como cuando se trató el Presupuesto Quinquenal, por ejemplo. El escaso tiempo de cada sesión se debe al arduo trabajo de las comisiones, donde al alcanzarse consensos entre todas las fuerzas políticas, se exime de todo debate en el plenario al estar todos de acuerdo con lo que se está votando.
Así ha sido durante toda esta Legislatura. Lo que quisimos expresar la semana pasada, y por lo visto no lo hicimos correctamente, es que solo tres Ediles hicieron uso de la palabra en la media hora previa cuando durante todo este tiempo, repito, desde noviembre de 2020 en adelante, siempre hemos escuchado entre cinco a siete intervenciones de Ediles, al extremo que el tiempo se agota y queda gente anotada para la siguiente sesión. Claro, pero para saber esto, hay que conocer el manejo de la Junta Departamental y cómo se trabaja.
Así como criticamos el mal funcionamiento de la Legislatura pasada, debido a que el partido de gobierno perdió su mayoría en la Junta, lo que provocó un cambio de la Presidencia y del resto de la Mesa (parece que los colorados están acostumbrados a hacer estas cosas), el cortocircuito con el Ejecutivo llevó a una pálida actuación parlamentaria. Por eso destaco el trabajo homogéneo de la actual conformación de la Junta Departamental, pero en particular de un oficialismo que busca el diálogo y consensos con la oposición y de la oposición, que con una visión crítica del gobierno departamental, igualmente está dispuesta a tender la mano y brindarle gobernabilidad y estabilidad política al departamento, lo que no hace más que hablar de un profundo compromiso con las instituciones y de madurez política de parte
de todos y todas.
Otro día podremos hablar con total sinceridad de mi opinión de que los Ediles no deberían ser honorarios y recibir una paga como cualquier persona que realiza un trabajo, más si lo hace en nombre del pueblo representándonos, pero como digo, de eso podemos hablar otro día.
Hasta la semana que viene…